En el tribunal de Michigan, Kyle Stephens, ahora una mujer joven y madura, tuvo un desgarrador encuentro con Larry Nassar, ex doctor del equipo de gimnasia de los Estados Unidos, quien abusó sexualmente de ella y de más de 100 atletas y ex atletas en los últimos 20 años.
Aunque el ex médico, de 54 años, no podía interpelar o responder, muchas mujeres y niñas se le pusieron cara a cara para develar dramáticamente sus crímenes sistemáticos. A Nassar, quien podría ser condenado a cadena perpetua, le empezaron a brotar decenas de denuncias entre las que se destacan las de algunas actuales gimnastas de la selección estadounidense como las campeonas olímpicas Aly Raisman, McKayla Maroney, Gabby Douglas y Simone Biles, ganadora de cuatro medallas de oro en Río de Janeiro 2016.
"Fui la primera en testificar. Me dirijo a ustedes en público como un paso final y una declaración para mí misma de que no tengo nada de qué avergonzarme. Como la única víctima no médica que se presenta, testifico para que el mundo sepa que eres un repulsivo mentiroso", declaró acongojada Kyle Stephens, quien a diferencia de otras víctimas no está involucrada con el atletismo. Nassar era amigo de sus padres, quienes eligieron creerle a él cuando ella decidió contar su drama.
Stephens contó algunos detalle acerca de cómo fueron los abusos del médico que se aprovechó de ella desde que tenía seis hasta los 12 años, durante visitas familiares a su casa. "Expuso sus genitales en una oscura sala del sótano y me dijo: 'Si alguna vez quieres verlos, todo lo que tienes que hacer es pedirlo'", relató la víctima, quien develó que una vez Nassar comenzó a masturbarse y penetró su vagina con sus dedos en la misma casa en la que estaban sus padres, su hermano, la esposa del médico y sus hijos.
Según informa el Washington Post, Kyle reveló que sus padres nunca le creyeron y eso le generó muchos traumas psicológicos: "Mis padres elegían creerle a Larry Nassar. Cada vez que peleaba con mi padre, él me decía: 'Debes disculparte con Larry'. Comencé a sentir como un lavado de cerebro. Sentí que estaba perdiendo el control y empecé preguntarme si el abuso realmente había ocurrido."
No fue la única. Una mujer llamada Donna Markham también tomó la palabra para hablar de su tragedia: perdió a su hija Chelsea, una de las gimnastas atendidas por Nassar, que por los abusos del médico empezó a consumir drogas y terminó suicidándose en 2009. "Ella se quitó la vida porque no lograba lidiar con el dolor. Se cumplirán diez años en marzo desde que perdí a mi bebé. Ella tenía 23 años. Ella tendría 33 ahora, y todo el día siento su falta. Y todo comenzó con él. Todo esto comenzó con él", declaró la madre.
"Me robó la inocencia, la privacidad, la seguridad y la confianza. Me cambió la vida, me robó la inocencia demasiado joven", explicó en la audiencia la ex gimnasta Jade Capua. "¿Está usted arrepentido por sus acciones y por todas las vidas que cambió para siempre? Traicionó mi confianza, se aprovechó de mi juventud y abusó de mí cientos de veces", le espetó Alexis Moore, otra de las víctimas.
Mientras, el médico, que fue condenado en diciembre pasado a 60 años de prisión por posesión de pornografía infantil y está siendo juzgado por las decenas de acusaciones de abuso sexual, no podía levantar la mirada.
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