Franck Ribery habló sobre la cicatriz de su rostro: "Adonde sea que iba la gente siempre me miraba"

El futbolista del Bayern Múnich se emocionó al recordar cómo fue su infancia producto de la herida que le provocó un accidente de tránsito

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Franck Ribery jamás conoció a sus padres biológicos. Cuando era apenas un bebé fue abandonado en la puerta de un convento y a los dos años, como si lo que había vivido hasta allí no fuese suficiente, sufrió un accidente automovilístico que le arruinó el rostro.

Tras golpear su cabeza contra el parabrisas, el pequeño fue llevado al hospital en donde le dieron 100 puntos de sutura y desde entonces lleva una cicatriz que le forjó parte de su personalidad.

(Getty)
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"Eso fue lo que me dio este carácter y esta fuerza. Porque cuando eres chico y tienes una cicatriz como esta, no es fácil. La forma en la que las personas te ven, las críticas… Mi familia sufrió por esto", contó en una entrevista al Canal + de Francia.

El actual futbolista del Bayern Múnich se emocionó al recordad cómo era su vida cuando caminaba por la calle y debía afrontar el difícil momento de ser observado por todos: "La gente dice: 'mira lo que tiene esa cara, mira su cabeza, qué es esa cicatriz, es feo…'. Adonde sea que iba, la gente siempre me miraba. Y no porque era buena persona, no porque mi nombre es Franck, no porque era bueno para jugar fútbol, sino por la cicatriz".

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A pesar de este sufrimiento, el francés de 34 años aseguró que jamás fue "a un rincón a llorar", aunque sí le dolían los comentarios: "La gente que habla sobre vos son padres (de otros niños), es muy cruel".

Con el tiempo, Ribery ha logrado superar las barreras que le puso la vida y se convirtió en uno de los mejores futbolistas del planeta. Incluso, en 2013 cuando ganó la Champions League con el Bayern Múnich quedó tercero en la lista del Balón de Oro detrás del portugués Cristiano Ronaldo y del argentino Lionel Messi.

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