El pasado miércoles 20 de diciembre, el Paris Saint Germain completó la primera ronda de la liga francesa con una victoria en casa frente al Caen, que lo mantiene como el cómodo líder del certamen (les lleva 9 puntos de ventaja a sus escoltas Mónaco y Lyon). Desde allí, Neymar y el resto de las figuras del plantel quedaron licenciados para las fiestas, antes de lo que vendrá en 2018.
Para aprovechar sus minivacaciones, el brasileño optó por volar hacia sus pagos y compartir un rato junto con familiares y amigos. El destino elegido fue Barra Grande, en la península de Maraú, dentro del estado de Salvador de Bahía. Allí recarga energías pensando en lo que será un año cargado de acción, con el desenlace del torneo francés y sus copas nacionales y la Champions League, que lo tiene como candidato. Y además, el Mundial en Rusia.
Ney viajó en avión privado y se hospeda en una posada con salida al mar. En aquellas playas paradisíacas lo acompañan su hijo y algunos amigos, como el mediocampista del Palmeiras Lucas Lima y Gabriel Medina, campeón mundial de surf.
A la espera de la Reveillon, como le llaman a la celebración de año nuevo en Brasil, el 10 del PSG es monitoreado vía GPS por su club. Así es, al igual que el resto de sus compañeros, la entidad parisina sigue en directo los movimientos de cada una de sus estrellas, que tendrán el primer compromiso de 2018 el domingo 7 de enero, cuando se midan con el Stade Rennais por los 32avos de final de la Copa de Francia.
Al mes siguiente, se cruzarán por los octavos de final de la Liga de Campeones con Real Madrid.
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