Juega en los Lakers de la NBA y duerme en una prisión: la curiosa vida de Kentavious Caldwell-Pope

El escolta cumple una sentencia de 25 días de cárcel por violar su libertad condicional, pero aún así puede salir a entrenar y jugar en la mejor liga de baloncesto del mundo

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Kentavious Caldwell-Pope juega en los
Kentavious Caldwell-Pope juega en los Los Angeles Lakers de la NBA y vive en la cárcel (Getty Images)

De la celda al Staples Center y viceversa. Así pasa sus días Kentavious Caldwell-Pope, jugador de 24 años, escolta de Los Angeles Lakers, quien cumple una pena de cárcel, pero tiene permiso para entrenar y jugar en una de las franquicias más importantes de la NBA, a la que se unió el pasado mes de julio a cambio de 18 millones de dólares.

La curiosa historia de Caldwell-Pope se inició en marzo pasado en Detroit, cuando aún era miembro de los Detroit Pistons. Lo detuvieron por conducir un vehículo en estado de ebriedad: iba a 72 kilómetros por hora en una zona en la que debía hacerlo a 40 y llevaba 0,8 grados de alcohol en la sangre.

Se declaró culpable en mayo por el cargo menor de permitir que alguien operara su vehículo mientras estaba bajo la influencia del alcohol, lo que llevó a un período de prueba de 12 meses. Pero luego no cumplió con una orden de someterse a pruebas obligatorias de alcohol y drogas como parte de la libertad condicional y hace dos semanas recibió un castigo de 25 días de cárcel.

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Caldwell-Pope solo puede jugar de local y quedará libre al cabo de 25 días (USa Today Sports)

Como cambió de equipo, el jugador pactó el cumplimiento de su sentencia en el Centro de Detención del Departamento de Policía de Seal Beach en el Condado de Orange, California. Según ESPN, es un recinto especial de "pago por estadía" que cobra a los reclusos 120 dólares por noche. Caldwell-Pope cuenta con cama nueva, televisor de pantalla plana y centro de médico, pero está tras las rejas y no pueden ver televisión después de que se apagan las luces a las 22:00 horas. Queda a solo 20 kilómetros del Staples Center, casa de los Lakers.

"Es una bendición que pueda seguir jugando", dijo recientemente a ESPN Caldwell-Pope, que tiene un promedio de 14,2 puntos, 5,2 rebotes, 2,2 asistencias y 1,8 recuperaciones tras haber disputado 28 de 32 partidos de su equipo en esta temporada. El escolta tiene que entrenar y jugar con un dispositivo GPS en su pierna.

Los Lakers cerrarán el año en Houston el 31 de diciembre y comenzarán el 2018 en Minnesota el 1 de enero. Caldwell-Pope se perderá esos juegos, porque aún no puede salir de California. Seguramente apoye a sus compañeros desde su celda.

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