En el patio de la casa de su abuelita, al lado de una montaña de pelotas de fútbol y con miles de niños y niñas aclamándolo en la calle, Teófilo Gutiérrez habló. El delantero de la Selección Colombia y el Junior de Barranquilla se refirió por primera vez a un escándalo telenovelesco, de chismes y chats, que puso su reputación contra las cuerdas en los últimos meses.
"Mi comportamiento siempre ha sido leal. Mi familia me conoce, mis amigos, toda la gente del fútbol. De este tema no quiero hablar. Quiero ser muy respetuoso, primero que todo respetando a las familias, los hogares. Y bueno, la verdad es que siempre me he manejado como soy. No tengo dos personalidades, tengo solo una; y ya ustedes me conocen y todo el mundo me conoce. Hay que respetar a los demás primero que todo. Con ese tema quiero ser muy cuidadoso, muy respetuoso, sabiendo que he hecho las cosas bien".
Teo acaba de regresar a su barrio, 'La Chinita', luego de un paseo con su familia en Estados Unidos. Llegó disfrazado de 'loco', con la cara sucia y harapos rotos como un habitante de la calle. Provocó un festival en plena vía en la víspera de la Navidad. Es lo más cercano a Papá Noel que se ha visto jamás por estas tierras, donde no hay nieve blanca sino sol y arena.
Vino a repartir 6.200 juguetes. Entregó los primeros en la terraza, ahí donde su abuela tenía el puesto de venta de empanadas, e hizo una pausa para hablar con Infobae y medios locales. Venía gambeteando el tema, pero hoy está decidido a parar con el pecho los líos de camerino que se desbordaron en el remate de la temporada.
Crecieron rumores de que había intentado seducir a la esposa de su compañero Roberto Ovelar. Circularon en Whatsapp audios en los que se escuchaba a una mujer dando por hecho que el barranquillero de 32 años había sostenido una relación con Gladys Ortega, la pareja del delantero paraguayo. Decían que antes se había metido con la esposa de otro jugador, James Sánchez, lo que precipitó su divorcio.
Portales noticiosos empezaron a hacer eco de estas informaciones. Las redes sociales se comieron a Teo. No tardó mucho en que empezaran a atribuirle a esto la causa de que Junior no saliera campeón de la liga y fuera eliminado de la Copa Sudamericana. Aunque Teo fuera el que más se sacrificó en los partidos decisivos, el que más "mística ovalada" metió en los dos juegos que no se podían perder.
Ovelar se fue de Junior. "Sí, algo pasó", confirmó en una entrevista radial. "Muchas personas tienen mucho a Dios en su boca y no en su actuar", agregó. En un comunicado oficial, reveló el hecho concreto que dio pie a todo: su esposa recibió "una solicitud de mensaje" de la cuenta de un compañero en las redes. El técnico uruguayo Julio Comesaña develó el contenido de dicho mensaje: "hola".
La polémica volvió a Teo eje de seguimientos diarios en medios nacionales. Lo volvió tema de duras columnas de opinión. Pero en su barrio no importa nada.
Un río humano paralizó desde la mañana la calle 15, a lo largo de unas tres cuadras, ante el anuncio de su llegada. Pequeños con camisetas de Colombia y Junior corrían de un lado a otro. Varios con la cabeza rapada a los lados, y en el medio con mechones teñidos de color super sayayín. No había espacio para que pasaran carros. Solo de vez en cuando conseguía cruzar una bicicleta-taxi, adecuada con una cabina atrás.
"Uno como niño siempre quiere tener su regalo. Poder levantarse y tener su regalo al lado. Gracias a Dios nunca me faltó, así sea la pelota. Con el balón era feliz y era lo que más quería, tener un balón al lado mío, poder levantarme con él. Y bueno, mi papá y Dios me pudieron cumplir ese anhelo".
Un parlante de colores intergalácticos, El Tigre Turbo Laser, hacía retumbar una secuencia de guitarrazos agudos y percusiones africanas. A veces se colaba un reguetón. Un payaso hacía bailar a las "mamitas", como les decía a las madres de familia. Ellas cogían un trapero por parejo, y sacudían la pelvis y meneaban las nalgas y abrían las piernas como si compitieran por ver cuál rompía primero el short. Niños se subían a los árboles y a los techos de las casas vecinas para no perderse el show. Todos boquiabiertos. "Sopa $1.000", se leía en el letrero en la fachada de una.
"Perrea, perrea, pum pum pum, la batea, mueve la batea", cantaba el payaso sobre la pista. Una de las madres en el concurso estaba embarazada. Pidió "Despacito, porque estoy preñada". Había toda una fila de solo adolescentes cargando bebés.
La primera en llegar a la fila fue Merly Fontalvo. Desde las 4 de la madrugada se instaló en la puerta de la casa de la familia de Teo, para apartar su puesto. 36 años, cuatro hijos y tres nietos, nunca se ha perdido las ya tradicionales entregas de regalos. "Lleva 10 años haciéndolo siempre. Le trae cosas a la gente. Siempre se acuerda de los niños de La Chinita", dijo. En la fila la acompañaron sus hijas Yulitza Mejía, que tiene 17 años y dos hijos, y Mayerli, que tiene 16 y un bebé.
Merly recordó que jugaba fútbol con Teo en la calle, cuando ambos eran adolescentes. "Me decían machorra", se rió. Esperó horas paciente bajo el sol para recibir un balón. Su hijo Andrey, de 14 años, es delantero en un equipo de fútbol del barrio.
¿Qué opina ella de Teo y la supuesta seducción? "Él siempre ha sido justo. Si lo tratas bien, te trata bien. Pero si le haces mal, él es mal contigo. Yo también le doy la razón. Es justo en sus obras". Después de todo, de este barrio no se acuerda más nadie. Es un sector golpeado por peleas de pandillas y sicariato. No se ve ni un policía.
A las 4 de la tarde los niños partieron el cielo con un grito y salieron corriendo en estampida. "Llegó Teo", dijo alguien. "Atención atención, Teófilo Gutiérrez es el nuevo goleador… Atención atención…", empezó a sonar en el parlante. "Ole ole, ole olá, Junior tu Papá", gritaba el payaso en el micrófono. La muchedumbre se aplacó rápidamente. Falsa alarma. Vinieron más concursos, más música. A las 4:50, miles de niños volvieron a correr ante la llegada de una camioneta a lo lejos. Falsa alarma de nuevo.
Los miembros de la Fundación Teogol repartían gaseosas, agua, sopa. Los niños estaban absortos en otro concurso de baile, cuando un indigente se abrió paso entre la multitud y saltó la valla. Todos se corrieron asustados. Jeans rotos y manchados de mugre, afro tostado, camisa harapienta. Se dio la vuelta y saludó con una sonrisa. Era Teo.
"Este es un día lindo. Más que todo porque vengo a mi barrio, donde nací, donde viví, y siempre tengo esta clase de detalle con los niños. Poder darles un regalo y sacarles una sonrisa. Creo que es lo más lindo para un deportista, para cualquier persona. La verdad es que estoy muy contento. Gracias a Dios que me ha tenido en pie, que volvemos otra vez a darles esa bendición que se merecen".
Su gente lo aclamó. Sabía que era un disfraz, una parodia, porque no es ningún loco. Internacional con clubes como Cruz Azul, de México, Sporting de Lisboa, de Portugal, Trabzonspor, de Turquía, y River Plate y Rosario Central, de Argentina. Ganador de la Copa Libertadores con River, seleccionado como el mejor jugador de América en 2014. Salido de las mismas calles sin pavimentar que ellos.
Los barranquilleros de los sectores humildes y populares siguen viendo en Teo a un héroe, por más que le manchen la cara. Su héroe, el que no los olvida.
Habló con Infobae sobre su anhelo de volver a jugar contra Boca en la Libertadores, su salida de Rosario y su gran deseo navideño: saldar la cuenta pendiente y conseguir la octava estrella para el equipo de su tierra.
A continuación, una reproducción completa del diálogo de Teo con los periodistas.
¿Por qué vino disfrazado de loco?
Por hacer algo nuevo, algo que llame la atención y que pueda ser lindo para mí, para tener los recuerdos. Creo que eso es lo más lindo de la vida.
¿Cuáles son las expectativas con Junior para 2018?
Se terminó un año muy lindo para mí. Clasificando al mundial, llevando a Junior a las finales, a una instancia de la Copa Sudamericana, poder ganar la Copa Águila. Esperemos el otro año con la ayuda de Dios poder ganar muchos títulos para toda la hinchada, para mi familia, y obviamente dejar a Junior en lo más alto.
¿Los problemas de camerino podrían afectar su permanencia en el equipo?
Yo tengo contrato con Junior. Mi sueño fue volver a Junior y hoy estoy acá, así que siempre con el mismo compromiso, con la misma humildad, con los mismos deseos de ganar cosas importantes. Se vio reflejado dentro de la cancha. Es un grupo que conozco hace cuatro meses, jugadores que conozco hace cuatro meses, y eso nos va a ayudar a darle mucha alegría a nuestras familias, nuestros hogares, y a todo barranquillero, a todo juniorista.
¿Cuál será el primer objetivo?
El primer objetivo es hacer una buena pretemporada, porque nosotros no hicimos una pretemporada. Chará y yo no tuvimos la oportunidad de hacer una buena pretemporada. Pienso que esa es la base para rematar un campeonato y nosotros tuvimos tres. No es excusa, pero eso es importante para un jugador de alto rendimiento.
Pero, ¿cuál de las competencias es la que Teo sueña ganar?
La Libertadores, y más que todo tiene un sabor sabroso porque está Boca Juniors. Sí, es lindo. La Copa tiene grandes equipos. La copa Libertadores es un torneo muy deseado por todos los clubes en Suramérica, y más que todo por nosotros que tenemos la intención de darle una alegría al pueblo barranquillero. Hay que ser paciente, hay que ser cauto. Tener la fe intacta en Dios, en el grupo. Que la gente nos siga acompañando, que eso es muy importante para nosotros, nos fortalece. La verdad que la gente volvió a revivir la 'juniormanía' y eso es muy importante. Saber que los resultados también no son sino a largo plazo. Eso es un punto muy importante que los hinchas tienen que saber.
¿Qué opina de la llegada de Alexis Mendoza como director técnico?
Es un entrenador que ha estado acá. Ha dejado una enseñanza muy buena a los compañeros que han estado con él. No he tenido la oportunidad de estar con él, pero me han hablado bien de cómo entrena, de cómo se maneja. La verdad que bueno, esperemos estar a la altura, y poder aportarle al equipo lo que yo siempre he hecho.
¿Qué dice sobre la inconformidad de los hinchas, que esperaban que Junior ganara las tres competencias que disputó?
Sí, la gente obviamente se ilusiona, por el equipo que había, por toda la inversión que hizo el club. Pero bueno, pienso que fueron cuatro meses muy importantes para el grupo, para poder conocernos muy bien, para poder ganar cosas importantes. Y obviamente que nosotros también queríamos dar ese salto de calidad a la institución. No se pudo dar, pero bueno, creo que pudimos ganar un campeonato, clasificar a la Copa Libertadores que eso es muy importante a nivel de club. Y bueno, seguir sumando, seguir sumando en el nivel colectivo que eso es muy importante, en lo grupal también. Así nos va a llevar a cosas importantes.
¿Cómo ve esta Copa libertadores que se avecina?
Lindo, lindo saber que es un grupo muy competitivo el que viene. Está Boca Juniors, Palmeiras, Alianza Lima. Pero primero tenemos que pasar el rival que nos toque, las dos series. Esperemos con la ayuda de Dios. Tenemos un equipo bien estructurado y los primeros cuatro meses le dimos mucha alegría a la gente. Esperamos en este nuevo año, en este nuevo empiezo, ya poder sentar bien, poder clasificar y llegar a pelear el título.
¿Cuál es su expectativa para el Mundial?
Los mundiales se juegan cada cuatro años, y creo que todas las selecciones se preparan para eso. Nosotros hemos clasificado bien. No es fácil clasificar dos veces a un mundial, después de muchos años. Pienso que el grupo está consciente de que ya tenemos una experiencia de jugar un mundial en Brasil, donde nos fue muy bien.
¿Por qué no siguió en Rosario Central?
Agradecerle por el cariño a los rosarinos porque fue corto la alegría. Tenía contrato hasta julio y hay que respetar las cosas. Junior decidió comprarme y estoy acá disfrutando, pero pienso que fue un paso muy lindo donde la gente me demostró todo su cariño.
¿Cuál es su deseo en esta Navidad?
Le pido al Niño Dios que me dé salud, sabiduría, que me dé vida, y que bueno, que pueda ganar la octava con Junior en 2018.
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