El líder de la Premier League venció en los penales al Leicester City este martes y se clasificó a la semifinal de la Carabao Cup. Más allá de la alegría por el triunfo, en los festejos quedó registrado un momento singular.
Cuando Josep Guardiola ingresó corriendo al verde césped para celebrar, fue en busca de todos los jugadores y los llevó cerca de la grada donde estaban lo aficionados "ciudadanos".
La transmisión oficial captó el momento en el que el director técnico español fue en búsqueda del arquero Claudio Bravo, quien tapó el último de los remates y le dio la clasificación a su equipo.
Al ver al entrenador, el chileno borró la sonrisa de su rostro y siguió aplaudiendo de cara a los seguidores del Manchester City. Al recibir el abrazo, eligió no mirar a Guardiola y volverse hacia sus compañeros.
Este gesto ha dado la vuelta al mundo y varios medios británicos se preguntan si existe un cortocircuito entre el técnico y el arquero, quien en los partidos importantes del equipo cede su lugar al brasileño Ederson.
En la conferencia posterior al duelo, el ex entrenador del Bayern Múnich y Barcelona elogió a Bravo: "No es fácil para un jugador que no juega habitualmente. Vuelve a jugar y muestra una gran personalidad. No fue solo en los penales, salvó muchas ocasiones"
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