La novela comenzó a mediados de noviembre. Allí, a través de un audio filtrado por una amiga de Gladys Ortega, esposa de Roberto Ovelar, Colombia se enteró del affaire que terminó minando el futuro deportivo de Junior: Teófilo Gutiérrez intentó seducir vía redes sociales a la pareja de su compañero delantero. Desde allí, se sucedieron varios capítulos, que terminaron con la partida del atacante paraguayo de Junior de Barranquilla (recaló en Millonarios de Bogotá) y la aceptación del propio Ovelar de que el conflicto "existió". Hasta el entrenador saliente, Juan Avelino Comesaña, debió salir a dar explicaciones respecto de su óptica del problema desde el rol de director técnico.
Las redes sociales de Ovelar sirven como termómetro de lo sucedido. Allí, por ejemplo, publicó su versión de los hechos respecto de la historia. Y si se retrocede en su timeline de Twitter, también se pueden leer los mensajes encubiertos que fue dejando, conforme la temperatura del conflicto iba ascendiendo. Fue su medio de descarga ya que, en medio del torbellino, Ovelar confesó haberse sentido incómodo y destratado. De hecho, terminó el año ingresando más desde el banco de suplentes que sumando minutos como titular: "Quise poner por encima los objetivos de un gran equipo y que esta situación personal no generara inestabilidad en el grupo, aislando mis sentimiento los más humanamente posible y evitando violencia física y verbal. Pero me sentí ofendido, porque considero que para llevar una convivencia armoniosa lo primero es el respeto y, a mi criterio, de eso no hubo ni lo más mínimo".
Así, con el affaire ya envuelto en llamas, el 6 de diciembre tuiteó: "No existe el destino, cada uno obtiene lo que siembra". Una frase con ineludible aroma a mensaje a Teo. Y, dos días antes de su comunicación, con la partida a Millonarios acordada, posteó: "El amor siempre gana, la amabilidad siempre prevalece y la sonrisa siempre desarma". En ambas oportunidades, hizo propias frases de terceras cuentas.
Teófilo Gutiérrez también quiso desmarcarse en redes cuando se hizo público el problema. "Me Río de Janeiro", puso en Instagram, ante la primera oleada de rumores. Y hace dos días subió una foto de espaldas junto a su esposa en la playa, como intentando confirmar que el conflicto mediático no hizo mella en la familia. "I love", junto a un corazón, fue la leyenda que acompañó la imagen. En los comentarios, claro, muchos recordaron el suceso con Ovelar y Gladys Ortega, un sello que acompañará a los protagonistas por un largo tiempo.
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