Un empate en la casa del Galatasaray -conocida como El infierno de Estambul-, una caída por la mínima en San Mamés y una igualdad en el Olímpico de Berlín. Tres resultados sorprendentes que sirven como carta de presentación al Östersunds FK, un pequeño club al norte de Suecia que tiene boquiabierto al fútbol europeo. Será el futuro rival del Arsenal FC, asiduo participante de la 'Champions' que esta temporada anima la Europa League. Al conjunto inglés se la ha cruzado en el camino un elenco que tiene menos tiempo de vida que el mandato de su actual entrenador, el francés Arsène Wenger. Un club que hasta hace unos pocos años jugaba en la cuarta división de su país y que con la capacidad de su estadio no llena ni una grada del Emirates Stadium de Londres, a donde viajará con la ilusión de prolongar su increíble racha positiva.
Östersunds FK se clasificó a los dieciseisavos de final del certamen europeo tras una gran fase de grupos, a la que accedió luego de jugar dos rondas previas. Pasó del anonimato a ser admirado a nivel internacional por dar batalla ante equipos como el Galatasaray, el Athletic Bilbao y el Hertha Berlín. El modesto club sueco esconde una historia de superación, con fuertes vínculos culturales, que se ilusiona con dar el golpe ante un gigante de la Premier League.
Una fusión de clubes y el crecimiento local
El equipo más al norte de la Allsvenskan, la primera división sueca, nació en octubre de 1996 por la unión de tres equipos: Ope IF, IFK Östersund and Östersund/Torvalla FF. Las tres instituciones le dieron forma al Östersund FK para intentar asentarse con solidez en el fútbol de su país. Al año siguiente se les unió el Frösö IF y en el 2000 se sumó al proyecto el Fältjägarnas IF. Cinco clubes unidos en un mismo objetivo: la gloria. Su camino al éxito empezó con un llamado a Inglaterra, cuando Daniel Kindberg, un ex teniente del ejército sueco, tomó la presidencia. Tras una mala temporada en 2010, el Östersund FK cayó a la cuarta división y Kindberg decidió pedirle a su amigo Graeme Jones -asistente de Roberto Martínez, actualmente entrenador de la selección de Bélgica- que le recomiende un DT. El sugerido fue Graham Potter, ex jugador del Birmingham, Stoke City, Southampton y West Brom, que estaba dirigiendo al equipo de la Universidad de Hull.
Potter aceptó el reto y mudó a su familia en enero de 2011. "Mi esposa tuvo que dejar su trabajo y acabábamos de tener nuestro primer hijo. Y no era como mudarse a Montecarlo o a una gran ciudad: era la cuarta división del fútbol sueco. Fue toda una apuesta. Hacía 25 grados bajo cero y el Östersund acababa de descender. A mi esposa le preguntaron: '¿qué estás haciendo aquí?'. 'Mi esposo vino trabajo, es entrenador de fútbol', contestó. '¿De qué equipo?', le consultaron. 'El Östersund', replicó. 'Me iría a casa si fuera tú', le aconsejaron", rememoró el DT en una entrevista con la BBC.
Por fortuna para él y el club, el éxito vino rápido. El estratega inglés logró dos ascensos consecutivos en sus dos primeras temporadas y llegó a la Superettan, la segunda división del fútbol sueco. Con Potter, el Östersund FK desarrolló su propia identidad futbolística y enamoró al público de la ciudad, que tiene sólo 58.000 habitantes. Logró el ascenso a la máxima categoría en 2015 y la temporada pasada lograron su gran hito: se consagraron campeones de la Svenska Cup, el certamen copero principal de Sucia, que les dio el boleto para jugar las fases previas de la Europa League.
La bandera de la cultura
Algo realmente asombroso el Östersund FK, más allá de su crecimiento meteórico, es que han creado una Academia de Cultura dentro del club. El presidente Daniel Kindberg decidió llevar a cabo esta iniciativa para sacar a los futbolistas de su zona de confort y unir a un grupo muy diverso, donde conviven jugadores sirios, iraquíes, ghaneses, nigerianos, ugandeses, ingleses y, por supuesto, suecos. Es un vestuario de 11 nacionalidades diferentes, donde se hablan hasta 20 idiomas. "El fútbol es un juego de equipo jugado por seres humanos. El desarrollo de su personalidad y su crecimiento individual son vitales para nosotros", dijo Kindberg a la cadena ESPN.
Los integrantes del equipo tienen la obligación de participar. Han escrito juntos un libro, han pintado, han interpretado piezas musicales, organizado conciertos e incluso han hecho su versión de "El lago de los cisnes" con la sala de teatro llena. "Antes de firmar, el club te informa sobre su idiosincrasia. No nos obligan a nada, todo lo que hacemos es por voluntad propia. Otros clubes deberían hacer lo mismo, porque une más al equipo", contó a la revista Playground el atacante nigeriano Alhaji Gero, quien rechazó hasta seis ofertas porque lo sedujo mucho el proyecto cultural del Östersunds FK.
Aunque en la ciudad existan disciplinas más populares como el esquí o el hockey sobre hielo, la Academia Cultural de este club sueco ha logrado quitarle terreno a los deportes de invierno y ha conseguido que mucha gente de la ciudad se entusiasme con el equipo. Los futbolistas se sienten más cerca del público y eso resulta una motivación extra al momento de defender los colores del equipo.
De Östersund a Europa
El milagro en la Europa League comenzó con un triunfo en la segunda ronda de clasificación, el pasado 13 de julio. Vencieron por 2-0 al Galatasaray de Turquía en el Jämtkraft Arena, su estadio con capacidad para 8.500 personas. Concretaron el pase a la siguiente fase con un empate 1-1 en el Türk Telekom Arena, conocido como El infierno de Estambul por las difíciles condiciones que aficionados turcos le ponen a sus rivales. Posteriormente, eliminaron al Fola Esch de Luxemburgo y al PAOK de Grecia para acceder a la fase de grupos.
Lograron hacerse respetar en una zona difícil, integrada por el Athletic Bilbao, el Hertha Berlín y el FC Zorya ucraniano. Consiguieron dos triunfos y un empate (2-2 con un gol agónico del Athletic) en sus partidos como local. Sin ni siquiera una gota de miedo escénico, dieron batalla en terreno español y se llevaron una valioso igualdad en la capital alemana, en el mismo escenario que el Bayern Múnich tampoco no pudo ganar esta temporada (2-2). En su primera experiencia continental, se convirtieron en el único equipo sueco en la historia que alcanza las eliminatorias de la Europa League.
Una nueva página del cuento de hadas del Östersund FK se escribirá a partir del 15 de febrero, cuando reciban en su humilde estadio al Arsenal. Luego viajarán a Inglaterra. El club creado en octubre de 1996 sueña con dar el golpe ante el equipo que tiene el mismo entrenador desde septiembre de ese año. Es un duelo bisagra. Puede terminar su aventura europea, ya que la liga sueca ha terminado y no han conseguido entrar en zona de clasificación a copas internacionales, o pueden lograr el milagro de eliminar al Arsenal y sorprender al mundo.
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