La carrera de Sir Alex Ferguson como entrenador es inapelable. Durante 27 años forjó una trayectoria a base de títulos al mando del Manchester United, aunque fueron sus inicios en el fútbol escocés los que le permitieron dirigir a la selección de su país en el Mundial de México.
Sus ideas en el Saint Mirren y Aberdeen fueron esenciales para quebrar con la hegemonía del Celtic y del Rangers. Incluso con los Dandies consiguió 8 coronas en el período que dirigió entre 1978 y 1986, conquistas que lo posicionaron como principal candidato para liderar a la selección de Escocia, que en las eliminatorias de 1985 sufrió una maldición que terminó con la muerte de su DT.
Si bien el técnico tenía planeado participar de la cita internacional en las tierras aztecas como colaborador, un maleficio recayó sobre el combinado británico y Ferguson debió hacerse cargo del equipo que disputaría la Copa del Mundo.
Todo comenzó el 10 de septiembre de 1985 en el último partido del Grupo 7 de la competición europea, cuando Escocia visitó a Gales en Cardiff. La visita necesitaba de un empate para consolidarse en el segundo puesto y disputar el repechaje frente a Australia, pero una victoria local le permitía a los dueños de casa disputar la repesca.
Como Mark Hughes había puesto en ventaja a los galeses, el entrenador escocés Jock Stein reemplazó a Gordon Strachan por David Cooper para fortalecer la ofensiva e ir en busca de la igualdad que llegó a través de un penal, convertido por Davie. Para algunos se trató de uno de los partidos más intensos de la década, y desde los alrededores del estadio Ninian Park surgieron las teorías que afirmaban la creación de un hechizo que recaería contra los responsables de la eliminación de Gales.
Lo llamativo fue que al finalizar el encuentro, el DT de Escocia sufrió un infarto en el campo de juego. A pesar de la velocidad de los policías y colaboradores para asistir al entrenador, Jock Stein murió unos minutos después de haber conseguido la plaza al repechaje. La conmoción paralizó al país británico, que decidió trasladarle la responsabilidad de dirigir la repesca a Ferguson.
Dos meses más tarde, el futuro multicampeón del Manchester United cosechó un triunfo por 2 a 0 en Glasgow y encaminó la clasificación a México, dado que en la revancha disputada en Melbourne Australia y Escocia no pudieron salir del cero.
A pesar de tener una prematura eliminación en la Copa del Mundo por las derrotas frente a Dinamarca y Alemania Federal, junto al empate contra Uruguay, Ferguson se hizo con el respeto necesario para abrirse las puertas de la Premier League. Distinta fue la suerte de David Cooper, autor del gol que provocó la eliminación galesa: el 23 de marzo de 1995 sufrió un derrame cerebral cuando se encontraba en el Broadwood Stadium observando un entrenamiento de juveniles. Su muerte le llegó a los 39 años dentro de un campo de fútbol, del mismo modo que el entrenador con el que compartió su bandera nacional.
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