Fin de la novela. Por lo menos, el punto final simboliza el epílogo de la relación como compañeros de Teófilo Gutiérrez y Roberto Ovelar. Hace algunas semanas se conoció el caso: el atacante de la selección de Colombia habría intentado tener un acercamiento a Gladys Ortega, esposa de su compañero. El supuesto audio de una amiga de la mujer del paraguayo sacó el hecho a la luz, pero fue el propio guaraní el que admitió que sucedieron ciertas "cosas".
Pues bien, después de todo lo que generó el affaire, el delantero paraguayo optó por cambiar de club: tiene todo arreglado para mudarse de Barranquilla a Bogotá y transformarse en nuevo jugador de Millonarios. Ovelar viene de un buen año en Junior (anotó 13 goles: ocho en Liga Águila, tres en Copa Águila, uno en Copa Sudamericana y uno en la Copa Libertadores de América), pero su rendimiento se vio empañado por esta situación extrafutbolística, al punto de que por momentos tuvo que compartir el tándem de ataque con la persona acusada de intentar seducir a su mujer.
"Hubo algo, pero quiero entrar en detalles cuando solucione aquí y así poder dar una declaración de este caso. Me han ensuciado mucho a mí y a mi familia", explicó Ovelar, de 32 años, la semana pasada. A tal punto ha llegado la novela con Teo Gutiérrez que el perfil del paraguayo en Wikipedia fue modificado y le incluyeron la frase "Conocido principalmente por ser un cachón", que significa "infiel o que le fueron infiel".
"Hay personas que tienen mucho a Dios en su boca y no en su actuar, y yo tengo otra ideología", le había apuntado Ovelar a Gutiérrez en sus últimas declaraciones. El hombre surgido en Cerro Porteño había advertido que, cuando cerrara su salida de Junior, iba a hacer público el detalle de lo ocurrido con Teo y su esposa Gladys Ortega. Su firma con Millonarios, entonces, puede desatar una ola de confesiones.
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