Luego de que se hiciera pública la condena de 9 años de prisión contra Robinho por un delito de agresión sexual en 2013, un grupo de feministas hinchas del Atlético Mineiro –club al que pertenece en la actualidad– exigió su salida inmediata de la institución brasileña.
"Un condenado por violación jugando en el Galo es una violencia contra todas las mujeres", fue la pancarta que colgaron las Feministas do Galo, tal como figuró en la firma del cartel.
Por considerarlo un hecho de índole personal, la institución de Belo Horizonte no tomó cartas en el asunto respecto al tema. Al ex delantero de la selección brasileña se lo acusa de haber participado de una violación contra una joven albanesa en una disco de Italia, cuando defendía los colores del Milan.
Robinho, quien el domingo pasado fue titular para el Mineiro en la última fecha del Brasileirao (victoria 4-3 sobre Gremio) se considera inocente. "No tuvo ninguna participación en el asunto", escribió su portavoz en una de sus redes sociales oficiales.
El hecho tomó notoriedad pública en 2014, cuando la fiscalía pidió la detención del jugador de 33 años. Sin embargo, la jueza de instrucción Alessandra Simion rechazó el pedido y lo dejó en libertad.
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