Tomó más de 100 vuelos de prueba y un primer intento que debió ser suspendido, pero los Soul Flyers finalmente lograron lo que parecía una misión imposible. En uno de los modos más espectaculares de tomar un vuelo, Fred Fugen y Vince Reffet consiguieron meterse por la pequeña puerta de un avión en pleno vuelo. La aventura comenzó cuando hicieron salto base desde el Jungfrau, en los Alpes suizos, a 4.158 metros de altura.
En lugar de realizar sus trucos usuales en el aire, esta vez tenían la misión de ingresar por la puerta trasera del avión en movimiento, con una caída vertical de 3.200 metros y 2:45 minutos para completar la osada acción.
La aeronave liviana Pilatus Porter fue volada de manera experta por el experimentado piloto Philippe Bouvier y contó con la navegación de Yves "Jetman" Rossy, coordinador de este proyecto que se realizó en honor al revolucionario Patrick de Gayardon, quien había concretado una acción similar en 1997.
"Las condiciones fueron perfectas y estábamos bien preparados, pero aun así fue un desafío increíblemente difícil. Subir a 4.000 metros de altura físicamente cuesta mucho. Una vez que logré entrar al avión sólo pensé en mi compañero que venía detrás", contó Reffet. "Estudiamos todo muchísimas veces y realizamos muchas pruebas. Nos dimos cuenta de que era posible lograrlo. Se trataba de tomar la trayectoria correcta, lo que era difícil porque empezábamos desde un punto quieto mientras que el avión ya estaba en movimiento. Tuvimos que alcanzar la velocidad y el timing correctos", relató Fugen.
Ambos se acercaron al deporte a través de sus padres, activos paracaidistas. Fugen y Reffet se hicieron amigos mientras eran parte del equipo francés de vuelo libre. Luego hicieron una colaboración histórica en el club de paracaidismo Skydive Empuria, en Empuriabrava, España. En 2010 volvieron a unirse como los Soul Flyers.
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