Jackson Follmann, de 25 años, es uno de los sobrevivientes de la tragedia de Chapecoense. El arquero perdió amigos, compañeros y su pierna derecha aquel fatídico 28 de noviembre. Hoy, a un año de los hechos, celebra la vida: "La amputación solo sacó mi pierna. Hago muchas cosas, me desafío todos los días y veo que la complicación está solo en mi cabeza", declaró. Es más: hace unos días volvió al club e incluso se entrenó como en los tiempos antes del accidente.
Cumplido el primer aniversario de la tragedia, se hizo viral un video en el que Follmann relata en primera persona todo lo que vivió durante aquella noche en Medellín. El detalle, sus pausas, sus tonos, el contenido de la narración, erizan la piel. "Yo me acuerdo que en aquel momento el avión se apagó y se apagaron las luces. Y nos dimos cuenta de que algo había pasado. Solo nos dio tiempo de rezar. Yo me acuerdo que el avión no llegó a caer rápido. Fue como planeando, avanzando. Y ahí en el momento de la caída yo me desmayé. Agradezco a Dios no haber visto a nadie morir. O a alguien sufriendo. En el momento en que abrí los ojos no quería morir, decía que no quería morir. 'Sálvenme', yo gritaba, pidiendo socorro", describió.
"Quedé en coma por tres días. Cuando desperté, estaba en la cama, con mi familia y los doctores. El psicólogo vino y, con esa forma que tienen de hablar ellos, me dijo: 'Jackson, el avión cayó e hizo bum. Murió todo el mundo, solamente tú, Neto y Alan (Ruschel) sobrevivieron. No podrás volver a jugar al fútbol'. Fueron días difíciles. Y fueron decisiones difíciles también, porque los doctores sabían que estábamos muy lastimados, y cualquier decisión errada podía ser fatal. Lo primero que dije fue: 'Yo prefiero mi vida más que mi pierna'", completó.
Y ahí está, honrando a su vida: "Voy más lejos con una pierna que con dos".
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