Solo seis de las 77 personas que viajaban en el vuelo 2933 de la polémica empresa LaMia lograron sobrevivir al choque contra el Cerro Gordo. Tres de ellos eran futbolistas. El lateral Alan Ruschel fue el primer jugador hallado por los rescatistas, luego apareció el portero Jackson Follmann y, por último, socorrieron al defensor Hélio "Neto" Zampier. Mientras que 19 compañeros suyos perdieron la vida, ellos volvieron a nacer.
Salir vivo de un accidente aéreo de semejante magnitud es prácticamente lo mismo que resucitar. Aquella dramática madrugada, los tres comenzaron su lucha por sobreponerse a uno de los peores accidentes de la historia del deporte, en el que también sobrevivieron dos tripulantes y uno de los periodistas que viajaban con el humilde equipo brasileño que soñaba con conquistar la Copa Sudamericana y se topó con la catástrofe.
Han pasado 365 días. Ruschel, Follmann y "Neto", cada uno desde su sitio, aún pelean por reconstruir su vida, que jamás volverá a ser como antes. Hay un imborrable y duro recuerdo de aquel accidente que lo cambió todo. A un año de rozar la muerte, son ejemplos de lucha y superación. Así inspiran al mundo los sobrevivientes del Chapecoense.
Una nueva vida para Jackson Follman
A los 24 años, la mayoría de los futbolistas profesionales estarían llegando a su máximo potencial. De hecho, Jackson Follmann había encontrado en la Associação Chapecoense de Futebol el club indicado para explotar sus cualidades. Había debutado en Juventude, pasado por Gremio y Linense, para finalmente desembarcar en el modesto equipo de Santa Catarina. Su carrera iba en ascenso. Pero, lamentablemente, tuvo que decir adiós al fútbol profesional: tras el accidente, tuvieron que amputarle la pierna derecha y operar su tobillo izquierdo. Estuvo internado en el Hospital San Vicente Fundación Rionegro, en Colombia, y luego fue trasladado a Brasil. Allí continuó su internación y en febrero comenzó a aprender a caminar con su nueva prótesis.
"Voy a tratar de familiarizarme con mi nuevo cuerpo y espero adaptarme rápido. Y quién sabe si pueda estar en unos Juegos Paralímpicos de aquí a unos años. Hay muchas cosas que quiero hacer, y en primer lugar voy a aprender todo sobre mi nueva condición", confesó Follmann en una entrevista a la revista Veja. En julio, ocho meses después del trágico accidente ocurrido en Medellín, el ex portero publicó un video en redes sociales en el que aparece corriendo sobre césped del Arena Condá, el estadio del club.
El ahora ex jugador sigue ligado a Chapecoense: es el embajador del equipo y da charlas motivadoras basadas en su dramática experiencia. A pesar de no poder volver a ponerse los guantes, su vínculo con el club es eterno y se ha convertido en un emblema de la institución. Además, contrajo matrimonio con su novia, Andressa Perkovski, y ocasionalmente se desempeña como comentarista de partidos de una cadena de televisión.
Hélio Zampier Neto y su lento regreso al campo
"Neto" fue el último de los rescatados. Uno de los socorristas decidió persistir en la búsqueda de supervivientes cuando estaban por terminar y escuchó unos quejidos entre los restos de la aeronave. Pasó varias horas debajo del fuselaje de la aeronave despedazada en el Cerro Gordo hasta que fue hallado por uno de los rescatistas. Tuvo que ser intervenido quirúrgicamente por una lesión en el tórax y por varias lesiones en la cabeza, pero su recuperación siguió bien.
En enero de este año volvió a caminar por sus propios medios y diagnosticaron que su carrera futbolística podía seguir en pie. Cuando el Chapecoense comenzó la pretemporada con muchas caras nuevas, ya que tuvo que contratar casi toda una plantilla completa y todo un cuerpo técnico, "Neto" estuvo en el vestuario con muletas, para enviar un mensaje de apoyo a sus nuevos compañeros y transmitirles su intención de volver a vestir la camiseta del Chapecoense.
Hélio Zampier llevó copias de su libro a Neymar y a jugadores de la selección brasileña
Se pensaba que sería el primer jugador sobreviviente en regresar a los terrenos de juego, pero aún no lo ha hecho. Hélio Zampier, que juega de defensa central y tiene 32 años, aún no ha vuelto a jugar, aunque la previsión es que lo haga la temporada que viene. De todas formas, ha sacado provecho a su prolongada recuperación, ya que le permitió escribir un libro. Se titula Puedo creer en el mañana. En esas páginas, "Neto" narra su experiencia como sobreviviente y habla sobre que, más allá de su pasión por el fútbol, después del accidente entendió que hay otras cosas importantes en la vida.
Alan Ruschel, el ícono del Chapecoense
Ruschel, lateral izquierdo de 28 años, es el símbolo de la tragedia del Chapecoense. Tras el accidente, fue sometido a dos cirugías en la columna y corrió riesgo de quedar parapléjico, pero dio batalla y ha vuelto a jugar al fútbol. En enero de este año comenzó a trotar y en marzo ya trabajaba con peso y con balón. Su avance fue sorprendente y ha tenido un año maravilloso, ya que logró ganarse poco a poco un lugar en la plantilla.
El pasado 7 de agosto, días después de que se cumplieron siete meses del accidente, Ruschel jugó con el Chapecoense ante el Barcelona de Lionel Messi en el Camp Nou, por el trofeo Joan Gamper. Poco importó la caída por 5-0. Ruschel jugó los primeros 36 minutos de partido y recibió una ovación al ser reemplazado. "Es un sueño realizado por segunda vez (por volver a jugar). Me hice profesional hace 10 años, primer sueño cumplido. Volver a jugar y competir me hace muy feliz", declaró Ruschel días después sobre su vuelta al césped. Luego tuvo minutos en el amistoso ante AS Roma en el estadio Olímpico, donde convirtió un gol de penal y lo celebró apuntándole al cielo.
En septiembre volvió a jugar un partido oficial con el Chapecoense, ante Flamengo, por la Copa Sudamericana. En estos dos meses, apareció en cinco partidos del Campeonato Brasileño (cuatro como titular) y estuvo 12 veces en el banco de suplentes. Su próximo objetivo es jugar 90 minutos ininterrumpidos.
Ruschel, al igual que "Neto" y Follmann, aún mantiene contacto con algunos familiares de sus compañeros que murieron en el accidente del pasado 28 de noviembre de 2016. Los tres podría haber corrido la misma suerte que los 19 futbolistas que perdieron la vida en aquella tragedia. Sin embargo, dos con la esperanza de volver a jugar a su mejor nivel y otro en pleno inicio una nueva vida, siguen vivos e inspiran al mundo.
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