El juicio por el FIFA Gate, el escándalo de corrupción más grande de la historia del fútbol, continúa en los Estados Unidos, y uno de los últimos en declarar en la Corte Federal de Brooklyn fue el hijo de Luis Chiriboga Acosta, ex presidente de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), actualmente bajo arresto domiciliario: José Luis confesó que lavó 2,8 millones de dólares para su padre. "Fue mi padre quien me lo pidió. No podía decir que no", se excusó ante el tribunal.
José Luis Chiriboga, agente de jugadores con licencia FIFA, testificó que su padre le pidió usar su cuenta en el Biscayne Bank de Miami para recibir transferencias electrónicas de la empresa Full Play, la firma manejada por los argentinos Hugo y Mariano Jinkis, que tenía la concesión de los partidos de la selección de Ecuador.
El pago del soborno de USD 2,8 millones lo hizo Santiago Peña, que depositó el dinero de Chiriboga en la cuenta de su hijo José Luis. Cuando el banco hizo preguntas sobre el abultado pago, Peña redactó un par de contratos falsos que daban detalles de trabajos de consultoría jamás realizados. De hecho, el propio José Luis también confesó que su cuenta fue luego cerrada y que abrió otras en los bancos Chase y HSBC, para poder recibir más pagos de coimas.
El rol del agente de futbolistas de 39 años en la investigación sigue siendo el de testigo protegido, ya que aceptó dar un testimonio veraz a cambio de no ir a juicio en los Estados Unidos. Mientras tanto, su padre, Luis Chiriboga, mandamás de fútbol ecuatoriano durante 18 años, se encuentra bajo arresto domiciliario en Quito, tras ser condenado a 10 años de prisión por corrupción.
"Este es el momento más difícil de mi vida", manifestó José Luis Chiriboga, que recordó que su padre, Luis, le dijo: "Lo siento, hijo, destruí tu vida". Además, contó que se encontraba de viaje en Ámsterdam cuando se revelaron las primeras acusaciones contra la FIFA. "Desde el 27 de mayo de 2015 (la noche en que detuvieron a los primeros dirigentes en Zúrich), el FIFA Gate ha estado en mi mente 23 horas al día", confesó.
Los nexos de Chiriboga padre e hijo no son el único escándalo que salpica a José Luis, ya que también fue acusado por el futbolista Joffre Guerrón de llevar a la selección ecuatoriana a futbolistas de su agencia de representación de jugadores. Su constante presencia en entrenamientos, hoteles y viajes del Tri levantó sospechas y se lo señaló por influir en las convocatorias, sobre todo en la nómina de la Copa América 2011.
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