"Los que estaban hace muchos años, como (Julio) Grondona, eran los que manejaban los contratos y no te daban copias". Con esa frase, Sebastián Bauzá resumió cómo eran los manejos de dinero de la Conmebol, los cuales hoy salen a la luz en el marco del escándalo mundial conocido como FIFA Gate.
Bauzá fue presidente de la Asociación uruguaya de Fútbol (AUF) entre 2009 y 2014. En ese lapso, intentó una suerte de renovación dirigencial en su país y también a nivel regional en la Conmebol. Sin embargo, en esta última se topó con un grupo de hombres históricos, entre los que se encontraban Grondona, su antecesor en la AUF Eugenio Figueredo y el paraguayo Nicolás Leoz, quienes monopolizaban todos los negocios y contratos.
El pasado 9 de noviembre, el fiscal especializado en Crimen Organizado de Uruguay, Luis Pacheco, pidió el archivo de una causa que involucraba a Bauzá por el presunto cobro de una coima de 400 mil dólares, proveniente de una empresa de televisión. El autor de la acusación contra el dirigente había sido Figueredo.
"Yo era el único presidente que iba contra la corriente cuando él (Figueredo) estaba en la Conmebol", dijo Bauzá en una entrevista concedida al diario El País de Uruguay, como una suerte de explicación respecto de por qué se generó la grave acusación en su contra. No dejó lugar a dudas, aseguró que fue "una represalia".
En un primer momento, Figueredo declaró que Bauzá había recibido una coima de 300 mil dólares para otorgar derechos de televisación. Luego, dijo que habían sido 400 mil. Días atrás, tras un careo entre las partes, el fiscal pidió el archivo de la causa, entendiendo que no había pruebas contra el acusado.
Un grave error casi termina por ensuciar al uruguayo. Durante la investigación, se pidieron informes al Banco Central y estos arrojaron que la esposa de Bauzá había recibido un depósito por 120 mil dólares. Cuando fueron más a fondo, descubrieron que en realidad se trataba de otra mujer, con el mismo nombre que la mujer del dirigente.
Hoy es un día de agradecer a todos los que de una manera u otra confiaron en mí actuación ,el apoyo de mi familia y de los amigos fue fundamental .Gracias a Dios el tiempo pone las cosas en su lugar
— Sebastián Bauzá (@Sebabauza61) November 9, 2017
Durante su gestión en la AUF, Bauzá incrementó los montos de dinero que la entidad percibía por diferentes contratos. Mejoró ostensiblemente los números respecto de cuando Figueredo -que llegó a ser vicepresidente de FIFA- estaba al mando e intentó llevar su experiencia a la Conmebol, pero se encontró con serias trabas.
"Había círculos a los que era imposible llegar", aseguró Bauzá. Y, al ser consultado sobre por qué no fue alcanzado por el escándalo del FIFA Gate, comentó: "Esta corrupción venía desde muchos años antes de que yo llegara a la AUF. Había una trama grande a nivel de Leoz, Grondona, Ricardo Teixeira y Figueredo".
El uruguayo también contó que sus preguntas y pedidos de información respecto de los asuntos y los negocios de la Conmebol quedaban siempre sin responder. No le entregaban la documentación -como la de los derechos de televisación- y lo dejaban afuera de las decisiones importantes. Es por eso que comenzó a exigir que todas sus intervenciones constaran en actas y se llevó las copias. "Había que cubrirse de todo", sostuvo.
"Soy el único que no fue investigado por el FBI", se diferenció Bauzá de los otros dirigentes y afirmó que nunca le ofrecieron explícitamente un soborno. "Quizá alguno golpeó la puerta, lo que pasa es que tenías que dar una señal de que te interesaba recibir dinero", agregó. También precisó que siempre que le preguntaban dónde debían depositarle dinero de la Conmebol, daba el número de cuenta de la AUF. La consulta encubría siempre una suerte de tentación para que diera su cuenta personal.
Al ser archivada la causa en su contra, Bauzá -que hoy se dedica a la administración de una reconocida confitería, propiedad de su familia- quedó como uno de los únicos dirigentes que han salido indemnes del escándalo FIFA Gate, el cual se reavivó esta semana con las declaraciones del empresario argentino Alejandro Burzaco ante la Justicia de los Estados Unidos.
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