El 0-0 entre Real Madrid y Atlético de Madrid en una nueva edición del derby dejó pocas imágenes destacadas y, entre ellas, una situación violenta que puso en riesgo el físico de una de las estrellas del compromiso.
Cuando faltaban 10 minutos para terminar la primera etapa, Sergio Ramos intentó cabecear en el área un balón que bajó Casemiro tras un pelotazo frontal del brasileño Marcelo.
El capitán del Merengue se tiró de palomita y, al mismo tiempo que llegó a rozar la pelota, el defensor Lucas Hernández del Atlético se lanzó para intentar desviarla y le pegó de lleno en la cara a Ramos.
El futbolista de 31 años quedó tendido en el suelo, tomándose su nariz que no paraba de sangrar. Rápidamente recibió la asistencia médica e intentó reingresar al partido.
Jugó unos pocos minutos más y en el entretiempo se quedó en el vestuario, cediéndole su lugar a Nacho Fernández. El parte médico informó que sufrió una fractura de tabique.
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