Este jueves se confirmó que el 15% del Atlético Madrid ahora pertenece a Idan Ofer, un israelí desconocido para el mundo del deporte que incursionó en el fútbol español a fuerza de millones.
Su grupo empresarial, Quantum Pacific Group, invertirá 50 millones de euros (USD 58,844 millones de dólares) para adquirir el porcentaje del club y formar parte de la entidad española.
Según la revista Forbes su fortuna es de 2,6 mil millones de dólares y está en el puesto 630 del ranking más costoso de la Tierra. Entre sus inversiones más destacadas está el acuerdo con la empresa Plus500, publicitada en la casaca del Atlético Madrid desde 2015.
Su fortuna no es producto de su inteligencia, sino de una herencia. Su padre Sammy, en ese entonces el hombre más adinerado de Israel, falleció en 2011, por lo que él y su hermano Eyal heradaron su imperio.
Para evitar los conflictos y no mezclar su buena relación de hermanos con los negocios, decidieron dividirse la herencia a través de un particular método: escribieron todos los bienes en papelitos que arrojaron dentro de un sombrero y fueron sacando uno cada uno hasta que el sombrero quedó vacío.
Quien fiscalizó todo fue su madre y así fue que los cuadros de Van Gogh, los autos de alta gama y las acciones de las empresas se fueron repartiendo a gusto del azar. A él le tocó, entre otras, Israel Corporation, compañía dedicada a los negocios del petróleo, la mensajería y el transporte.
En 2013, cada hermano tenía cerca de seis mil millones de dólares, pero en cuatro años la fortuna de Idan, el menor, se redujo hasta los 2,6 mil millones. Por su parte, Eyal roza los 8,6 mil millones y ocupa el puesto 145 de la lista Forbes.
Ahora, a sus 62 años, el israelí buscará acrecentar su fortuna en base a inversiones en el ámbito deportivo, que siempre lo atrajo y quedó demostrado en 2013, cuando pagó 600.000 euros (705 mil dólares) por una réplica del Balón de Oro de Cristiano Ronaldo.
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