Dos veces fue al área rival, a buscar el milagro; las dos veces en tiempo de descuento. Pero su figura, sus 39 años de experiencia, no pudieron torcer un destino que parecía escrito. Italia igualó con Suecia y se quedó afuera del Mundial luego de 60 años de participación ininterrumpida. Y el llanto de Gianluigi Buffon fue, tal vez, el símbolo de la tristeza que invadió a un pueblo de los más futboleros del planeta.
Fue uno de los más enérgicos durante todo el partido, incluso sin perder la caballerosidad. Es que cuando todo el Giuseppe Meazza silbó el himno de Suecia en la previa del encuentro, el arquero de Juventus lo aplaudió, buscando dar el ejemplo. Consumada la eliminación, también encabezó la lista de los que exteriorizaron su tristeza. Las lágrimas brotaron casi inmediatamente. Y se vieron en primer plano cuando lo abordó la transmisión oficial para que ofreciera sus primeras palabras luego del sismo futbolístico que sufrió Italia.
"Lo siento no por mí, sino por todo lo que mueve el fútbol. Hemos fallado en algo que podría haber sido importante incluso a nivel social; ése es el único arrepentimiento que tengo, porque el tiempo pasa y es tirano y es correcto que así sea. El final de mi carrera en la selección coincide con la eliminación de la Copa del Mundo ", resaltó "Gigi", colgando los guantes a nivel combinado nacional y, seguramente, preparando el retiro definitivo.
También hubo lugar para una fuerte autocrítica, máxime partiendo de sus labios: "Sabíamos que era un juego difícil, pero no lo hicimos lo mejor que pudimos. Perdimos la claridad de poder anotar". Y, con el dolor todavía fresco, Buffon le abrió la puerta a la sucesión en su puesto. "Gianluigi Donnarumma (portero del Milan), Mattia Perin (Genoa) y otros no me harán arrepentir. Les mando un abrazo a todos los que me han apoyado", concluyó, con el habla entrecortada, sin ánimo de ocultar su desconsuelo. Porque los referentes también lloran.
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