El ex tenista alemán Boris Becker rompió el silencio y se refirió por primera vez a sus problemas económicos. Sin embargo, lejos de aclarar su situación, negó la bancarrota.
En una entrevista al diario suizo Neuer Zürcher Zeitung, el ex número 1 del ranking ATP sostuvo: "Es una locura pensar que estoy en la ruina". A pesar de que un tribunal de Londres no piensa lo mismo.
En junio de este año, fue declarado en quiebra por no pagar una deuda que contrajo al rehipotecar una propiedad que posee en Mallorca, España. "No discuto las demandas en sí mismas. Pero no estamos de acuerdo con la cantidad de interés. El banco ahora exige un 25 por ciento del total. Yo digo que es entre 3 y 5 por ciento. Lamentablemente, el banco se ha negado a reunirse conmigo y con mis abogados", señaló.
Luego, su ex socio con quien creó una empresa y una fundación, Hans-Dieter Cleven, reveló que le debe más de 41 millones de dólares. Con respecto a su relación con el empresario, Becker insistió: "No le debo dinero al señor Cleven. El hecho es que en este momento el señor Cleven me debe 90.000 francos por los costes del proceso. El resto son tonterías".
Por otro lado, acusó a la prensa de su país por realizar una "cacería" en su contra "con hechos y acusaciones falsas", por lo que no pretende dar declaraciones a medios de su país.
Además, Becker quiso desmentir la noticia de su crisis financiera, argumentando que tiene decenas de propuestas al alcance de la mano: "Tengo un gran número de ofertas de contratos de publicidad sobre la mesa. Si alguien está buscando publicidad contratan a Boris Becker. La marca Boris Becker sigue caliente".
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