Clásico en Turquía: se enfrentaban Fenerbahce y Galtasaray por el torneo Sub 17 de aquel país. El encuentro cargaba la temperatura del derby, cuando se escapó un futbolista del Galatasaray por la banda izquierda y un defensor del adversario se jugó entero para frenarlo. Pero no habría medido la fuerza…
Es que el juvenil número 4 del equipo que utiliza una camiseta azul y amarilla a bastones se arrojó cual karateca con los tapones del botín izquierdo directo contra una de las rodillas del rival, que literalmente voló ante el impacto.
Al observar la avanzada del árbitro, el agresor inmediatamente se acercó a la víctima para simular preocupación, tal vez intuyendo una sanción máxima, tal como correspondía para tamaña patada. Sin embargo, el juez coronó el dislate mostrándole… ¡tarjeta amarilla! El video se hizo rápidamente viral.
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