Breanna Stewart está considerada como la jugadora con mejor futuro de la WNBA, ya que los especialistas consideran que puede ser la mejor de la historia del baloncesto femenino. Detrás de su éxito, se esconde un oscuro pasado. La cuatro veces campeona de la NCAA y "novata" del año de la NBA femenina ha confesado que sufrió abusos sexuales cuando era niña.
La jugadora de 23 años escribió una desgarradora carta titulada 'Me Too' (Yo También) en el portal The Players Tribune, donde cuenta que fue violada en reiteradas veces por el mismo hombre cuando tenía 9 años.
"Recuerdo que olía a cigarrillos y suciedad. Era un trabajador de la construcción y fumaba, jamás podré olvidar ese olor", escribió en el inicio.
"If you are being abused, tell somebody. If that person doesn’t believe you, tell somebody else … Help is there." https://t.co/KZpE4pSXsj
— The Players' Tribune (@PlayersTribune) October 30, 2017
"Solía dormir en las casas de mis familiares todo el tiempo. Él vivía en una de las casas donde más dormía. Había un gran sofá en la sala de estar y me quedaba despierta hasta tarde, viendo televisión. Allí también dormía, no había dormitorio de huéspedes. Oía sus pasos bajando las escaleras. Se sentaba a mi lado, fingiendo ver televisión. A veces, nunca subía a dormir y simplemente esperaba en el sofá. Sabía lo que vendría después. "Está bien", decía. Me tocaba e intentaba que lo tocara. A veces intentaba apartar mi brazo, pero no era tan fuerte. Solo era una niña. ¿Conocen esos sueños en los que intentas huir pero tu cuerpo no se mueve? Esa era yo: paralizado, en silencio", reveló Stewart, actual jugadora de Seattle Storm.
Breanna explicó que el baloncesto "se convirtió en una especie de lugar seguro pero ningún espacio se sentía completamente seguro", ya que su abusador también la atacaba durante el día: "A veces salía de la escuela y sucedía a plena luz del día. Él siempre encontraba la manera de estar cerca mío en público. Era sutil: se sentaba a mi lado en una mesa o, cuando nadie miraba, intentaba tocarme el trasero."
Dos años después de comenzado su calvario, y tras haberse mudado lejos de su tormento, Stewart pudo contarle a sus padres lo que había sucedido.
"Tenía 11 años y estaba en mi propia cama. Mis padres acababan de construir una nueva casa. Eran alrededor de las 3 de la madrugada. Fui a la habitación de mis padres. '¿Mamá? Mamá, tengo que decirte algo'. La lleve a mi habitación. Me acosté en mi cama mientras ella se sentaba en el borde. Señalé mis partes privadas, y dije, 'Mamá, él me tocó allí'. Ella despertó a mi papá. Recuerdo que mis padres llamaron a la policía y que toda mi familia estaba en mi casa cuando salió el sol. Sé que fui a la estación de policía y di una declaración. Mi padre más tarde me dijo que el tipo había confesado todo a la Policía", relató.
Stewart, que promedia 19,1 puntos, 9 rebotes, 3 asistencias, 1,2 robos y 1,7 tapones por partido en sus primeras dos temporadas en la WNBA, dejo un importante mensaje para las víctimas de violación.
"Si te están maltratando, cuéntaselo a alguien. Si esa persona no te cree, cuéntaselo a alguien más. Un padre, un miembro de la familia, un maestro, un entrenador. La ayuda está ahí. No quiero que me definan más solo por lo bien que juego baloncesto. Ambas cosas son parte de mí, me hacen lo que soy. Todos somos un poco más complicados de lo que parecemos. Y finalmente puedo dormir tranquila", concluyó.
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