Los Astros de Houston dieron otra exhibición ofensiva y volvieron a protagonizar una noche llena de emociones al límite antes de vencer en 10 entradas por 13-12 a los Dodgers de Los Ángeles en el Quinto Juego de la Serie Mundial, que ahora dominan por 3-2.
Ahora, los Astros viajan a Los Ángeles en busca de que su as adquirido en agosto, Justin Verlander, ponga algo de frialdad a una serie hirviente y les dé al fin un título de Serie Mundial, que nunca han conseguido en sus 56 años de historia.
El tercera base Alex Bregman puso fin al juego, con un sencillo ante el cerrador estelar de los Dodgers, el curazoleño Kenley Jansen, cuando había dos "outs" de la décima entrada.
El público en el Minute Maid Park, que enmudeció cuando el as zurdo Dallas Keuchel permitió que los Dodgers tomaran la delantera por 4-0 en la parte alta de la cuarta entrada, no dejó de emocionarse en el resto de un partido en que los buenos lanzadores brillaron por su ausencia.
Nadie pudo haber previsto semejante despliegue de artillería durante una noche en que el estelar zurdo Clayton Kershaw, que no había perdido en los playoffs, abrió por los Dodgers y Keuchel por los Astros.
Esta Serie Mundial había incluido ya un encuentro lleno de emoción, en el Segundo Juego, que los Astros ganaron por 7-6 en 11 entradas. Pero con cada uno de los siete jonrones, el juego se fue configurando quizás como el más enloquecido en la historia del Clásico de otoño, incluso por encima de aquel en que los Azulejos de Toronto se impusieron 15-14 a Filadelfia en 1993.
"Creo que en toda esta serie las emociones han estado en una montaña rusa", comentó el piloto de los Dodgers, Dave Roberts. "Son los dos mejores equipos en busca de un campeonato", agregó.
Ahora, con dos planteles extenuados, los clubes tendrán un día para recuperarse. El Sexto Juego está previsto para el martes en el Dodger Stadium. Verlander tratará de conseguir el título, mientras que Rich Hill intentará salvar a los Dodgers.