El partido entre Everton y Lyon por la Europa League fue el escenario de una acción aberrante por parte de un fanático, el cual se metió en una pelea de futbolistas con un niño en brazos. Al darse cuenta de la situación, los jugadores visitantes le pidieron que se aleje.
Finalmente, el club anunció que el agresor en cuestión no podrá volver a ingresar al estadio después de lo que ocurrió en el Goodison Park a los 63 minutos. El encuentro perteneciente a la tercera jornada del Grupo E terminó con la victoria del equipo visitante por 2-1.
"Hemos identificado a un individuo contra el que ahora se tomarán medidas. Esto incluirá la prohibición de asistir a futuros partidos del Everton, y el club registrará una denuncia formal ante la policía de Merseyside", explicó en un comunicado el Everton.
A 12 minutos del inicio del segundo tiempo, se produjo la jugada que desencadenó una batalla. Tras un tiro de esquina, Ashley Williams empujó al arquero del Lyon, Antonhy Lopes, contra las vallas de publicidad.
Posteriormente comenzaron a llegar jugadores de ambos bandos y, entre insultos y manotazos, se acercaron a la zona de los espectadores. Fue allí cuando apareció el fanático, con el pequeño en brazos, para increpar y golpear a algunos futbolistas del equipo visitante.
Al ver lo que estaba ocurriendo, varios jugadores del elenco francés parecían recriminarle su accionar y le pedían que se aleje de la escena. Finalmente la situación no pasó a mayores y el árbitro Rob van de Ven amonestó a Williams y al delantero Bertrand Traore.
El organismo rector del fútbol europeo, la UEFA, emitió un comunicado que expresaba que había abierto un expediente disciplinario contra el Everton, acusando al club de "agresiones de partidarios contra jugadores".
"Son cosas que pasan en el fútbol", aseguró el defensor del Everton a BT Sport."Emociones a tope. Queremos ganar el partido y esto pasa", sentenció el inglés, quien finalmente, junto con su equipo, cayeron derrotados por 2-1 y se ubican últimos en su grupo.
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