Este martes el fiscal de Périgueux (Francia), Jean-François Mailhes, dio detalles de la declaración de Cyril Fontayne, el ciclista amateur que fue descubierto haciendo trampa este fin de semana en Saint-Michel-de-Double, Aquitania.
El hombre de 43 años que trabaja como albañil colocó un motor diminuto en su bicicleta y fue descubierto por los organizadores de la carrera. El fraude tecnológico es muy común entre los profesionales pero éste es el primer caso que se conoce de un competidor amateur en Francia.
Lo insólito es que, desde su punto de vista, no lo hizo para sacar ventaja, sino que "para competir en igualdad". El fiscal contó que el hombre venía de sufrir una hernia de disco en marzo y que por eso tomó esta decisión. Además, en su declaración el ciclista cargó contra los otros competidores quienes habrían utilizado "diversos métodos de dopaje".
Por otra parte, se descubrió que Fontayne había utilizado esta bicicleta en cinco careras desde el 21 de agosto y ganó 500 euros (USD 587) en premios.
El francés de 43 años compró el motor a través de una web francesa. El mismo estaba escondido dentro del cuadro y se conectaba por unos cables internos a una batería escondía dentro del bidón, que se recargaba gracias al pedaleo. En total, Fontayne gastó cerca de 3.000 euros (USD 3.522).
Tras conocerse la noticia, el presidente de a Federación Francesa de Ciclismo (FFC), Michel Callot, estalló: "Es un verdadero insulto a nuestro deporte". El país galo ha reforzado en los últimos tiempos los sistemas de control gracias al uso de cámaras térmicas para detectar motores.
La FFC envió también un comunicado dirigido hacia el Ministerio de Deportes a realizar "un plan de acción ambicioso para luchar contra el fraude tecnológico en eventos de alto nivel, pero también y, quizás más aún, en pruebas amateurs".
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