Tras estallar la pelea entre los jugadores de la NFL y Donald Trump, diversos integrantes de la NBA y otras disciplinas salieron inmediatamente a atacar al presidente de los Estados Unidos por insultar a los jugadores de fútbol americano que protestan en los partidos. Uno de los mensajes más tajantes fue el de Gregg Popovich, entrenador de los San Antonio Spurs, quien reconoció sentirse avergonzado por el conflicto.
"Nuestro país es una vergüenza para el mundo. Este individuo cree que cuando la gente se alza en los partidos lo hace contra la bandera. Tenemos dos opciones: nos golpeamos la cabeza contra la pared por su conducta o decidimos que las instituciones y la gente de este país es más importante", aseveró Popovich durante el 'Media Day' del elenco texano.
La reacción de 'Pop', reconocido entrenador en la NBA, llega días después de que Trump afirmara que le gustaría ver despedidos "a los hijos de puta que ponen la rodilla en tierra mientras suena el himno", en referencia a los jugadores de fútbol americano arrodillados o ausentes en los estadios mientras suena el himno.
La práctica de no estar de pie en el himno nació en agosto del 2016, cuando Colin Kaepernick, jugador de los San Francisco 49ers de la NFL, se negó a ponerse de pie para protestar por el asesinato a diversos ciudadanos negros por parte de los policías blancos.
Sobre esta cuestión racial, Popovich hizo un profundo análisis: "El racismo siempre aparece y, contrariamente a lo que pueda parecer, no beneficia nada hablar menos de él. Tenemos que hablar de ello para que algo cambie. Bien sea por derecho de los homosexuales, de las mujeres… Son temas que nos han de incomodar, especialmente a los blancos porque nosotros estamos muy cómodos en nuestra situación. Cuando naces blanco tienes unas ventajas que el sistema sostiene y se han cimentado durante cientos de años. Mucha gente no lo ve."
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