Soberbio, habilidoso y con un enorme potencial, Lonzo Ball fue elegido por Los Ángeles Lakers en el pick 2 del draft y acaparó todas las miradas de la NBA.
El joven había asegurado en la semana que él es la solución para que la franquicia del oeste vuelva a ser protagonista de la liga de baloncesto más importante del planeta: "Los Lakers deben draftearme porque necesitan un líder. Yo lo soy. O se nace líder o no lo eres (…) Ellos son jóvenes, yo soy joven. A ellos les gusta correr, a mi también. Necesitan un líder, yo nací siendo un líder".
Su padre, LaVar, fue quien le inculcó el básquet como prioridad. Cuando era joven, el hombre de 48 años se esforzó pero no logró entrar al draft y terminó siendo jugador de fútbol americano.
En los últimos meses, el ex jugador de London Monarchs aseguró que su hijo es mejor que varias estrellas de la NBA: "Es el mejor jugador del mundo. Sí, incluso mejor que jugadores 'all star' como Russell Westbrook o LeBron James".
Ball, de 1.98, se desempeña como base y su creatividad y velocidad al momento de idear jugadas son su fuerte. Además, su visión y capacidad de asistencia se destaca por sobre el resto.
En el aspecto defensivo, el joven de 19 años, se las ingenia para ganar rebotes y sus largos brazos le permiten realizar tapas con bastante frecuencia.
Por otra parte, en el primer pick del draft 2017 los Philadelphia 76ers eligieron al base de 19 años Markelle Fultz y en el tercero Boston Celtics se quedó con el alero de 19 años y 2,03 metros Jayson Tatum.
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