La historia de Robert Carmona: el futbolista profesional más viejo del mundo

Actualmente milita en el Canadian de la segunda división del fútbol uruguayo. Un jugador de fútbol con cientos de anécdotas por contar, incluso llegó a jugar con el nieto de un ex compañero de equipo. 39 años de vida deportiva que lo llevaron a ser un Récord Guinness.

"Soy Robert Carmona, de Uruguay y tengo 54 años. Mi profesión es ser futbolista y actualmente soy el jugador más viejo del mundo en actividad. Soy un Récord Guinness mundial y acabo de obtener el segundo premio a raíz de esta actividad."

-¿A qué edad empezó  a jugar al fútbol profesionalmente?

-Cobrando, empecé a eso de los 15 años en Pan de Azúcar. Allí fueron mis primeros sueldos. Después vine a jugar a la capital.

-Además de Pan de Azúcar, ¿por cuántos clubes más pasó?

-Tendría que hacer memoria, pero han sido varios. En Uruguay debo haber jugado en al menos 10 clubes y en el interior jugué en cinco, hasta ahí 15. Dos o tres selecciones del interior, serían 18 y en Estados Unidos, en unos 9 o 10 equipos. Estaríamos hablando de entre 25 y 28 equipos más o menos.

¿Cuántos años tenía cuando fue a Estados Unidos? ¿Cómo llegó a jugar en el exterior?

-A Estados Unidos me fui en el 86, ahí tenía 23 años. Se dio la oportunidad cuando jugaba en Alto Perú, de la divisional C. Ese club era gerenciado por gente de Estados Unidos. Vieron que mis condiciones podían ser trasladadas al fútbol de esa zona y tuve la fortuna de gustar. En el año 93, fui considerado uno de los mejores jugadores del torneo.

Robert Carmona es comparado con Juan Roman Riquelme, al momento de describir su estilo, ya que siempre se caracterizó por jugar como 10: "Me gusta el manejo de la pelota, me gusta el juego lindo, andar con la pelota, patear tiros libres y ser el armador". La diferencia es que él es zurdo.

-¿Tuvo un entrenador más joven que usted? ¿Cómo era la relación?

-Si claro, tuve entrenadores muy jóvenes. A mí me dirigió en el 2011, en el Albion, Adrián Malvarez que en ese entonces tenía 29 años. Era el hijo del gran jugador de la selección uruguaya y San Lorenzo de Almagro, 'Lucho' Malvarez. En cuanto a la relación, la gran mayoría me ha tratado muy bien, me respetan mucho y me dejan manejar algunas cosas basándose en mi experiencia, y lo que puede aportar una persona de 54 años dentro de la cancha. El respeto es mutuo, yo juego cuando ellos me dicen que juegue y cuando me tienen que sacar, lo hacen.

-¿Cómo es la relación con los rivales al momento de salir al campo?

-Bastante respetuosa, si bien de algunas hinchadas un poco bulliciosas recibo cánticos o algún tipo de cosa, es normal dentro del partido. Fuera de la cancha me llevo muy bien con la gente y con los rivales. Hasta el momento realmente no he visto mala intención, la gran mayoría termina sacándose fotos conmigo o pidiéndome un autógrafo.

-¿Juega los 90 minutos?

-No juego los 90 porque el técnico que tengo ahora, en el Canadian, considera que no. De todas formas recién estoy volviendo de una quebradura de tobillo, así que creo que no estoy para los 90. Pero el año pasado sí estaba para jugar todo el partido y para el año que viene, cuando me recupere de la operación, seguramente también. El tema es cuando te pegan el cuerpo se va desgastando, pero mentalmente me siento bien para jugarlos.

Robert Carmona no tuvo la oportunidad de jugar en un club de élite, fue jugador de segunda y tercera de Uruguay, "la suerte no me acompañó en eso", se lamenta.

-¿Cómo es la relación con su esposa? Entiende que con 54 años todavía continúa haciendo una vida de jugador profesional?

-Mi familia me apoya mucho. Mi señora es uno de los apoyos más importantes que he tenido a lo largo de mi carrera, y lo sigue haciendo con mucho entusiasmo. Estoy prácticamente cuatro o cinco días a la semana entrenando en Montevideo. Nosotros vivimos en Río Negro, y después retorno a descansar ese día y medio que queda."

-¿Se tuvo que reinventar con el paso del tiempo?

-Si, en muchas cosas. Hoy en día se entrena distinto, los chicos piensan diferente, miran fútbol europeo, la tecnología es otra, entonces uno se tiene que adaptar y reinventar. Los trabajos físicos han cambiado, ahora se hacen más trabajos cortos, con más velocidad y más potencia. Se va más al choque, con más rapidez y menos contacto con el balón. Uno tiene que adaptarse a todo eso, incluso a la forma de alimentarse, hoy es todo vitamínico, todo complemento para ayudar a la parte física. Yo considero que no todo lo nuevo es lo bueno, pero me adapto.

-¿Cómo llegó a contactarse con los veedores de los récords Guinness?

-No fue fácil. Paseando con mi hija, se detuvo en una librería y encontró un libro Guinness. Me preguntó por qué no estaba allí y me despertó curiosidad. Vi a un jugador de la UEFA, que era el más viejo dentro de los Guinness, con 43 años. Yo en ese momento tenía 47 y dije: 'Si este golero con 43 es el más viejo del mundo, yo con 47 tengo que empezar a incursionar'. El récord que tengo es a nivel profesional. Desde el 2014 Guinness me considera el jugador activo más viejo del mundo a nivel oficial. Me conecté vía mail y llamadas telefónicas, ese fue el recorrido para ser el único jugador en 7 mil millones de habitantes que tiene el planeta en obtenerlo.

-¿Tiene un segundo reconocimiento, y va por un tercero?

-Exacto, yo mismo me batí mi propio récord, no tengo rival y año a año sigo batiéndolo. Si yo me retirara sería el más viejo del mundo hasta que apareciera alguien que me supere. El tercero vendría para cuando termine esta temporada, y si sigo para los 55, sería el cuarto.

-¿Considera que va a llegar al cuarto?

-Es una primicia que le voy a dar a Infobae. He hablado con varios clubes, y si sale todo bien en la parte de la recuperación de tobillo, ya tengo varias ofertas para quedarme en el Canadian o para jugar en algunos otros equipos. Hay Carmona para rato.

-¿Pensó en retirarse en algún momento de su carrera?

-No, todos jugamos por dinero, yo amo mi profesión y fue lo que aprendí desde niño. Perdí a mi padre a los 10 años de edad y antes de morir me pidió que fuera futbolista, creo que cumplí. Eso me ha motivado a tener una vida sin alcohol, sin drogas, sin vicios. Una vida pura y exclusivamente dedicada al deporte."

Robert Carmona no sólo trabaja dentro de la cancha, sino también por fuera. Tiene una fundación, "Dale un gol a la vida", con la que recorre el interior del país y transmite valores y su mensaje de una vida sana a los jóvenes.

-¿De aquí en adelante tiene pensada la fecha de su retiro?

-Realmente no. No sólo por los récords, sino por lo que implica la asociación civil y el trabajo social que estamos realizando. Con el apoyo de la Secretaría de Deportes. Recorremos todo el interior dando charlas para conscientizar que si uno se lo propone y es profesional, entregando lo mejor de sí con códigos, respeto y valores, puede triunfar en la vida. Sin ser Maradona, sin ser Messi ni ser millonario. Eso es lo que me motiva a seguir, o hasta que el cuerpo no aguante o ninguna institución requiera mis servicios."

-¿Le queda algún sueño por cumplir dentro de lo deportivo?

-Sí. Estoy gestionando, y es muy importante para lo profesional, que la FIFA mire un poco más hacia abajo, ya que creo que todavía no saben que aquí, con 54 años, hay un récord mundial. Soy el único en todo el mundo y creo que la FIFA tendría que hacer un reconocimiento. No busco nada económico, simplemente busco ese galardón. Ese sería el sueño que me queda por cumplir.