Hace 30 años, el púgil estadounidense Mike Tyson se colgó el cinturón de los pesos pesados del Consejo Mundial de Boxeo (WBC, por sus siglas en inglés) y se convirtió en el campeón más joven de todos los tiempos en la categoría. Pero en aquel cuadrilátero de Las Vegas hubo un polémico coprotagonista de la efeméride: el jamaiquino Trevor Berbick.
La vida de este púgil, nacido el 1 de agosto de 1954 en Norwich, a 91 kilómetros al este de Kingston, fue casi tan turbulenta como la del propio Tyson. Tras representar a Jamaica en los Juegos Olímpicos de Montreal en 1976, decidió instalarse en Canadá y dar rienda suelta a su carrera profesional. Tuvo un comienzo prometedor con 10 nocauts en sus 11 primeras peleas. Su salto a la fama sería luego de perder su primera chance de título mundial ante Larry Holmes. Con un récord de 20-2-1, a los 27 años, se enfrentó al legendario Muhammad Ali.
Catapultado por el "Drama en Bahamas"
En 1981, Berbick se convirtió en el último rival del boxeador más grande de todos los tiempos, de uno de los íconos de la historia de este deporte. La pelea se llevó a cabo en Nassau, la capital de Bahamas, con un Muhammad Alí completamente disminuido. Tenía 40 años. Ya no volaba como una mariposa ni picaba como una abeja. Padecía síntomas de degeneración neuronal y cardíaca, incluso era lento hasta en sus conferencias de prensa. Perdió por puntos, en un combate para nada emparentado con su brillante carrera.
Después del fallo de los jueces, Berbick corrió hasta Alí para mostrarle su admiración total: "¡Te quiero! ¡Dios te bendiga! ¡Voy a ser campeón del mundo para ti!", le gritó. Así sería. Ganarle a Alí potenció notablemente su carrera y, tres años más tarde, se mudó a Miramar, Florida y firmó un contrato con el famoso promotor Don King.
Sus posteriores victorias ante Mitch Green y David Bey le dieron una nueva posibilidad de pelear por el título mundial. El 22 de marzo de 1986, Trevor Berbick ganó el título mundial de los pesados del Consejo Mundial de Boxeo al derrotar al estadounidense Pinklon Thomas por decisión unánime. Un título efímero, porque meses más tarde subiría al mismo cuadrilátero que un jovencito llamado Mike Tyson, quien lo haría besar la lona en sólo cinco minutos y 35 segundos.
En medio de su carrera boxística, incursionó en las artes marciales mixtas. Fue en 1991, año en que firmó un contrato de una noche con la Union of Wrestling Forces International (UWFI), una empresa de lucha libre profesional japonesa que ocasionalmente celebraba luchas reales de MMA. El rival de aquella velada fue Nobuhiko Takada. Lo insólito fue que Trevor no se había informado debidamente del reglamento, y cuando empezó a recibir patadas -hubo una que casi lo noqueó- decidió abandonar el cuadrilátero e irse indignado del estadio.
En 20 de mayo del 2000, puso fin a su carrera deportiva en su segunda pelea ante Shane Sutcliffe, ante quien retuvo su título de campeón canadiense de los pesados. Colgó los guantes con un récord de 50 victorias, 33 de ellas por la vía rápida, 11 derrotas y un combate nulo.
Los escándalos y la trágica muerte en su Jamaica natal
A lo largo de su vida, Trevor Berbick protagonizó varios escándalos. En 1992, fue condenado en Florida a cinco años de prisión -cumplió una condena de 15 meses- por querer abusar sexualmente a la niñera de sus hijos. Cinco años después, violó su libertad condicional y fue deportado de los Estados Unidos a Canadá.
Debido a sus problemas legales, también tuvo problemas para permanecer en Canadá y tuvo que volver a Jamaica hasta que recuperó su condición de residente permanente canadiense. Sin embargo, en diciembre de 2002, fue deportado a su país natal de forma definitiva.
Su tormentosa vida tuvo un desenlace catastrófico. En octubre de 2006, la policía jamaiquina lo encontró muerto en el patio de una iglesia con heridas en la espalda y un profundo tajo en la cabeza hecho con un machete. Por entonces, tenía 51 años y se dedicaba a preparar a jóvenes boxeadores.
Dos años después, su sobrino Harold, de 20 años, fue condenado a prisión de por vida al ser encontrado culpable del terrible asesinato. Su cómplice en el atroz homicidio fue un joven llamado Kenton Gordon, de 18 años. Hay dos versiones sobre los motivos. En aquellos años, trascendió que su sobrino se disputaba con él unas tierras. Además, habían informado que la madre de Gordon sostenía una tumultuosa relación con el ex campeón Trevor Berbick, el hombre que despidió a una leyenda como Alí y le dio la bienvenida a otra como Mike Tyson.
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