El escándalo finalmente a la luz. Una integrante del equipo de salto sincronizado de Brasil echó de su habitación a su compañera para poder mantener una "maratón sexual" con un palista de canoa brasileño en la villa olímpica.
Ingrid Oliveira, de 20 años, pasó al menos una noche con el deportista Pedro Gonçalves y para ello se deshizo de su compañera de equipo, Giovanna Pedroso (17 años). Luego del escándalo, la más joven del team decidió no participar más con su antigua compañera.
Luego de haber tenido una destacada actuación en los Juegos Panamericanos de Toronto, la pareja finalizó última en salto sincronizado de 10 metros en los Juegos Olímpicos de Río, lo que provocó una escalada de críticas y sospechas por el bajo rendimiento. Los medios locales fueron lapidarios con ambas: "Patético", fue el adjetivo que más se repitió entre la prensa brasileña para calificar su esperada participación.
En declaraciones a O Globo, el medio de comunicación más grande de Brasil, Pedroso contó: "La pelea comenzó en el entrenamiento, porque yo quería hacer un salto y ella quería otro. Hablé con mi entrenador y decidimos que luego de Río me enfocaría en saltos individuales. Es bueno, porque no deberé depender de nadie", indicó la joven al confirmar la ruptura con su antigua compañera.
Por su parte, Oliveira también explicó que entre ambas hubo una pelea: "Tuvimos una disputa y no nos hablamos", subrayó. Al ser consultada acerca de los rumores de su "maratón sexual" con el palista, la atleta agregó: "No hablo sobre mi vida privada".