Algunos lo vivieron como una humillación. Otros, en cambio, como una prueba pericial de lo que ocurrió la noche del 14 de febrero de 2013 en su vivienda de Pretoria, Sudáfrica, en la cual Oscar Pistorius asesinó a su prometida Reeva Steenkamp.
Pistorius enfrenta el tramo final de su juicio, en el cual la Justicia debe decidir qué sentencia recaerá sobre el atleta. Hoy, en un desesperado último intento para convencer al jurado, el acusado fue obligado a caminar sin sus piernas ortopédicas por el recinto.
Durante su caminata, que fue televisada en directo por Sky News, Pistorius casi se quiebra emocionalmente, situación repetida durante todo el proceso. El informe del canal de noticias indicó que la situación significó una "humillación" para el deportista. Sin embargo, muchos de quienes allí se encontraban no pudieron contener las lágrimas al ver el cuerpo diezmado del corredor.
El único que habló al respecto fue su abogado, quien aseguró que su defendido no pretendía "esconderse detrás de su fama". Su hermana Aimee y su amiga Jenna Edkins no pudieron contener el llanto al ver a Pistorius caminar sin sus prótesis.
El alteta paralímpico nació sin los huesos de sus pantorrillas, y a los 11 meses sus padres tomaron la durísima decisión de amputarle las piernas a partir de las rodillas. Desde muy pequeño pudo aprender a caminar con sus prótesis y durante años se convirtió en un ejemplo de superación.
Todo cambió la noche de San Valentín de 2013, cuando luego de un confuso episodio disparó contra su novia, quien estaba aterrada encerrada en el baño de la suite principal de la vivienda de Pretoria.
El martes fue el turno de la declaración del padre de la víctima, Barry Steenkamp, quien no pudo contener el llanto mientras exponía ante el tribunal. "Muestren al mundo las heridas de mi hija para que puedan ver el dolor que tuvo que pasar", indicó.