El séptimo relevamiento de la Red Nacional de Monitoreo Dalbulus maidis volvió a mostrar la ausencia de esta plaga en el 89,7% de las 426 localidades relevadas en la Argentina y en el 100% de las correspondientes a Uruguay.
En las regiones Centro Norte y Centro Sur del país, cerca del 95% de las localidades también registraron presencia nula de este insecto, incluso en lugares donde ya hay maíz implantado. En las pocas localidades de estas regiones donde se ha detectado la plaga, esta tuvo una magnitud muy baja, que no superó los dos insectos por trampa.
El informe puntualiza que “la foto sigue siendo buena en regiones endémicas, como el NOA, el NEA y el Litoral, aunque menos pareja. En algunas localidades de estas regiones han aparecido focos, y si bien son puntuales y aislados, resulta importante actuar cuanto antes para evitar que el vector prolifere”.
Los sitios donde se ha detectado un incremento de Dalbulus maidis “son lugares que han tenido maíces voluntarios o guachos ya en agosto, porque hoy se encuentran arriba del nivel fenológico V6″, explicó Alejandro Vera, investigador de la Sección Zoología Agrícola de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC).
En esos focos, recomendó, “hay que adoptar medidas para que la plaga no se dispare”, entre las que se destaca la eliminación del maíz guacho, para evitar que estos insectos se reproduzcan, y, en caso de ser necesario, incorporar alguna alternativa para su control.
Por su parte, Augusto Casmuz, investigador de la EEAOC, explicó que “la situación que tenemos en el Norte es muy distinta a la que teníamos el año pasado en los meses de septiembre y octubre. Los valores hoy son muy bajos con respecto a 2023, y si bien se sabe que en esta zona la chicharrita es endémica y está a lo largo de todo el año”.
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Por otro lado, el séptimo informe de la Red Nacional de Monitoreo detalló que los recientes aumentos de temperaturas multiplicaron la aparición de cicadélidos, por lo que no todas las chicharritas son de la especie Dalbulus maidis, que es la que transmite el complejo de patógenos del achaparramiento del maíz. Por ello, los expertos recomiendan que, en caso de duda, se realice la identificación taxonómica del vector con un entomólogo, para evitar sobreestimaciones de la plaga.
La Red Nacional de Monitoreo Dalbulus maidis surgió en 2024, en respuesta al problema del complejo del achaparramiento del maíz transmitido por esta plaga, que afectó gran parte de la superficie maicera de la Argentina, provocando cuantiosas pérdidas económicas.
Es coordinada por la Asociación Maíz y Sorgo Argentino (Maizar), con la participación de instituciones claves del sector agropecuario argentino, y su objetivo es informar sobre la captura de adultos de esta especie con trampas cromáticas adhesivas en regiones donde se cultiva de maíz, e informar sobre el porcentaje de la infección estacional de estos adultos con Corn Stunt Spiroplasma (CSS), tarea a cargo del Centro de Bioinvestigaciones de la UNNOBA-CICBA (Conicet).