Nanni Moretti anunció que había sufrido un infarto hace unos días, con un vídeo difundido en Nápoles con el que justificaba su ausencia: “Estoy bien, me pondré mejor”. Ya dado de alta, este jueves por la noche acudió al cine en Roma.
El director, de 71 años, lo comunicó en un vídeo grabado por el hospital y difundido el miércoles en el cine Vittoria de Nápoles, donde tenía que estar para presentar su última película como productor, Vittoria, de Alessandro Cassigoli y Casey Kauffman.
En el vídeo, Moretti explicaba: “Siento no estar allí con ustedes, pero estoy bien. Estaré mejor, volveré pronto”. También en el vídeo, el director recomendaba irónicamente “discreción”. Lorenzo Cioffi, uno de los productores de la película, y los directores, tranquilizaron al público anunciando que Moretti ya había sido dado de alta.
Al salir del hospital tras los controles, en la noche del jueves, Moretti se presentó en Roma, en el cine Nuovo Sacher, para asistir a la proyección de Vittoria.
Nanni Moretti es reconocido por un estilo cinematográfico único que combina humor, ironía y crítica social. En sus películas, aborda temas personales y políticos, explorando la vida cotidiana con un tono a menudo autobiográfico y mezclando elementos de la comedia y el drama. Su enfoque narrativo es íntimo, cercano a la nouvelle vague francesa, pero también impregnado de una fuerte reflexión sobre el estado de la sociedad italiana.
A su vez, Moretti es una voz crítica de la izquierda italiana. A lo largo de su carrera ha utilizado el cine como medio para cuestionar la política y la cultura de su país, presentando una perspectiva progresista y comprometida. Sus películas no solo cuentan historias personales, sino que también plantean reflexiones sobre el poder, la religión y la identidad nacional, convirtiéndose en un portavoz de la crítica hacia la corrupción y los problemas sociales de su país.
[Fotos: REUTERS/Yara Nardi; Sacher Film/Europa Press]