Pedro Almodóvar se siente con la misma libertad y pasión como al inicio de su carrera. Tras el reciente estreno de Extraña forma de vida, el director español de 73 años dice que el corto le permite una mayor experimentación que el largometraje y agrega que la idea de que una película debe durar hora y media o más ya no existe. En su último film, el manchego vuelve a retratar el universo masculino y se aventura a reinterpretar el género del western.
“A mí me sigue apasionando el cine, o sea, sólo lo hago por pasión; si yo no siento pasión por un guion, no doy el paso siguiente que es empezar a preparar la película”, dice en una entrevista en la que participó Infobae Cultura junto con otros medios latinoamericanos.
En Extraña forma de vida, el cortometraje que se estrenó en cines de Argentina y de la región (llegará a Mubi el próximo 20 de octubre), Ethan Hawke y Pedro Pascal interpretan al alguacil Jake y al vaquero Silva, quienes se reencuentran 25 años después de haber tenido una apasionado romance. Jake es un hombre rudo que parece negarse a lo que dictan sus sentimientos. Mientras que Silva es un vaquero más en sintonía con sus emociones que no tiene miedo a expresar lo que siente.
El filme, en parte, se podría ver como una repuesta al western gay Brokeback Mountain, que Almodóvar en su momento rechazó y que finalmente fue dirigido por el taiwanés Ang Lee, quien ganó el premio Oscar a mejor director. En algunas entrevistas el cineasta español ha dicho que la película protagonizado por Jake Gyllenhaal y Heath Ledger le faltaba sexo.
“Yo creo que en este género (western) tan masculino tanto el deseo como la ternura, e incluso la melancolía, son sentimientos que nunca han vinculado al varón. Y son sentimientos, si no prohibidos, al menos no desarrollados en personajes masculinos. De hecho en muchas entrevistas me han dicho cómo les ha sorprendido las últimas escenas en que el sheriff está herido y Silva está curándole, porque la sorpresa es que suponían que fuera un hombre en vez de una mujer; o sea, nuestra cabeza está organizada de un modo en que en una escena de ese tipo siempre hemos visto que es una mujer la que cuida, cura”, dice Almodóvar.
La intención del cineasta con Extraña forma de vida fue romper el canon de la frialdad masculina, de esos personajes con un comportamiento seco y árido que son usuales en los western clásicos. En cambio, su interés radicó en poner a los protagonista hablar y comportarse en el territorio del deseo, el erotismo y la ternura.
En cuanto a la elección de Ethan Hawke y Pedro Pascal como protagonistas, Almodóvar dice que necesitaba dos actores totalmente opuestos, incluso físicamente, y que pertenecieran a dos culturas diferentes. Que uno fuera frío, anglosajón, hermético y el otro fuera lo contrario: cálido, tierno y sin temor hablar de sus deseos.
“Creo que los dos están están soberbios y me alegro mucho, por ejemplo, por Pedro Pascal, porque creo que no ha tenido todavía la oportunidad de demostrar que es un actor muy versátil. O sea, ha tenido grandes éxitos interpretando papeles épico, pero no había mucha ternura en esos personajes y aquí realmente hace casi lo opuesto”, dice.
Para el filme, el cineasta se inspiró en una variedad de western clásicos estadounidenses como El último tren de Gun Hill, Duelo de titanes, El dorado, entre muchos otros. También fue meticuloso en la elección de los elementos de diseño y vestuario, buscando evitar anacronismos. Anthony Vaccarello, director artístico de YSL, contribuyó en la producción, especialmente en el diseño del vestuario que hace referencia a películas icónicas del género.
Sobre su decisión de volver a dirigir un corto, Almodóvar cree que el largometraje guarda una relación mayor con la realidad y, en cambio, en el pequeño formato se puede abordar de un modo más experimental la historia. Y agrega que que lo que escribe a veces demanda cierta longitud que no siempre es para una película de hora y media. “Hay veces que de pronto tienes una tienes una idea, la desarrollas y esa idea dura solo 30 minutos”, dice.
Por otra parte, tras haber dirigido los cortos La voz humana, protagonizado por Tilda Swinton, y Extraña forma de vida, encontró en Hawke, Pascal y Swinton tres actores a los que le gustó dirigir y con los que quiere volver a trabajar.
Almodóvar y el avance de la ultraderecha
En Madres paralelas (2021), Almodóvar reivindicó la memoria histórica española y defendió la deuda moral con las víctimas del franquismo. Esta fue la primera película en la que tocó una temática explícitamente política. Ahora, el director español ve con preocupación el avance de las ultraderechas no solo en su país sino en el resto del mundo.
“Hasta hace cinco años yo pensaba que realmente en España estábamos curados de eso porque todavía está en la mente de todos la guerra civil, que que fue tan traumática que todavía no la hemos superado. Sin embargo, yo creo que esto que estamos viviendo es uno de los efecto malignos de la irrupción de Trump en la escena política mundial que despertó a todos esos políticos totalitarios y de ultraderecha y empezaron a aparecer de pronto Bolsonaro en Brasil, Meloni en Italia y aquí despertó a la ultraderecha”, dice.
El cineasta afirma que es el momento de empezar a defender derechos que ya se habían conseguido a base de mucha lucha y cree que el mundo vive un momento muy delicado, que va a un camino incierto, de muchos cambios.
“Dentro del pequeño puesto que represento en la cultura de este país trato de reaccionar a todo aquello que me parece injusto y de apoyar también todas las causas que también me parecen justas, porque es un momento muy peligroso para todos y para vosotros en Argentina también”, finaliza.