Una pintura de Antonio Berni que estuvo 30 años fuera del mercado, los NFT de monas realizados por el artista pop Edgardo Giménez, un pequeño óleo de Emilio Pettoruti (La pipa) y la instalación inmersiva en la que es posible zambullirse, de la artista Mariela Vita, en la entrada del predio son solo algunos de los highlights de una nueva edición de la feria de arte contemporáneo arteba que abrió sus puertas este miércoles en Costa Salguero, donde se desarrollará hasta el próximo domingo.
El entusiasmo reinó en el primer día de apertura del evento, solo para invitados, donde cientos de artistas, coleccionistas, responsables de museos, funcionarios y galeristas acudieron a la inauguración de la feria que por cinco días se convertirá en el epicentro de la escena artística argentina, con expectativa de ventas y una apuesta por parte de las galerías donde es notable cómo se impone el formato pintura y también lo audiovisual.
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Con pasillos mucho más amplios para recorrer, desde que se mudaron al Centro Costa Salguero –sede de la feria por segundo año consecutivo– se pudo ver en la primera jornada a integrantes del mundo del arte como el artista Yuyo Noé, el director del Bellas Artes, Andrés Duprat; el ministro de Cultura de la ciudad Enrique Avogadro; la directora del Museo Moderno, Victoria Noorthoorn; la coleccionista Amalia Amoedo, el coleccionista y fundador de arteba Jacobo Fiterman, el curador mexicano Cuauhtemoc Medina y la figura elegida como curador de la próxima Bienal de Venecia, el brasileño Adriano Pedrosa, entre muchos otros.
Ni bien ingresar al lugar se destaca la instalación –como una pileta donde zambullirse– de la artista Mariela Vita, justo en el hall de ingreso del predio, bastante cerca del stand de galería Sur de Uruguay, donde se llevan todas las miradas las pinturas del rosarino Antonio Berni, algunas de ellas que aparecen a la venta por primera vez en tres décadas, como es el caso de El carnicero, de los años 50.
Más de dos metros de alto por 1,60 de ancho distinguen a este óleo sobre tela del artista rosarino, la postal del interior de una carnicería, que la galería oriunda de Punta del Este exhibe junto otros trabajos del mismo artista como Paisaje orillero, un collage de 1960, el apacible La calle de 1955 y un metal calado de Juanito con el perro, personaje clave en la obra de este creador.
“Nosotros venimos a arteba desde la primera edición, o sea que tenemos una historia fuerte acá. Argentina está en un momento complicado pero siempre arteba es un lugar muy importante y el país tiene un coleccionismo y un público de gran nivel cultural. La gente sabe lo que está viendo, le interesa, y eso no pasa en todos lados entonces las expectativas de ventas son buenas. Vamos a ver cómo se desenvuelve la feria, que además tiene buena calidad en general”, dice el director de galería Sur, Martín Castillo.
También se puede ver apenar ingresar a la feria la propuesta de la galería Rolf Art, un stand en el sector principal donde se despliegan trabajos de destacados artistas visuales argentinos como Graciela Sacco (1956-2017), Adriana Lestido, Silvia Rivas, Gabriela Golder, Andrés Denegri y Santiago Porter.
“Ya vendimos antes de que arranque la feria así que estoy sorprendida. El teléfono empezó a sonar en cuanto comunicamos lo que íbamos a presentar en el stand, artistas destacados de la escena audiovisual: Silvia Rivas que es una de las pioneras del videoarte, Andrés Denegri con una obra que nos valió el premio al mejor stand en Arcomadrid, Graciela Sacco con la serie bocanada que se vio en Basel París”, enumera en diálogo para esta nota la galerista Florencia Giordana, directora de Rolf.
La selección de obras exhibidas se propone documentar, visualizar y cuestionar los conflictos sociales y políticos que marcaron la historia de nuestra región, a través de la fotografía, el video, el documento, el archivo y la performance: “La propuesta además invita a reflexionar sobre la coyuntura actual. Graciela Sacco siempre decía que todo gesto artístico es un gesto político”, apunta la galerista.
Las expectativas para esta edición, según Giordana, son buenas: “Además hay un público interesante que está en la feria hoy, un público internacional, por la proximidad de la Bienal de San Pablo, así que le tenemos mucha fe a esta edición”, confirma, ubicada justo delante de las fotografías de Adriana Lestido y su icónica foto de una madre con su hija, ambas con pañuelo blanco en la cabeza, protestando en plaza de Mayo.
Para el director de galería Barro, Nahuel Ortiz Vidal, esta edición será “muy buena”, tal como confirma para esta nota. En su espacio, parece haber actuado como eficaz imán la escultura del colectivo Mondongo que ostenta un gigantesco billete de dólar, realizado sobre una cama de fakir, con miles de clavos de ambos lados, tejidos con un hilo de lurex de plata. “Ya vendimos una pieza de Faivovich & Goldberg –la dupla de artistas que trabaja con meteoritos– por 20.000 dólares, una obra de Lucrecia Lionti por 12.000, otra de Nicanor Aráoz por 15.000 y una delicada obra de Matias Duville por 35.000 dólares. Ya tuve que sacar del stand lo que vendimos así que arrancamos muy bien. Ocurre que las obras argentinas están muy económicas en comparación con el resto de la región. Además se renovó el mercado, hay muchos compradores nuevos”, estima Ortiz Vidal.
En ese stand también se pueden encontrar trabajos de Gabriel Chaile, Mónica Girón, Marcelo Pombo, Alejandra Seeber, Amalia Ulman y Agustina Woodgate, una propuesta curatorial que apunta a interrogarse por las tensiones económicas, políticas y sociales de la actualidad: “Históricamente las crisis han dejado huella en la invención de formas para afrontar, pensar y relacionarse con los nuevos entornos materiales que emergen del deterioro y la dinámica que este genera”, es el texto faro de Barro para esta edición de arteba.
Mientras que en el Malba se presentó días atrás la exposición No habrá ninguno igual del multifacético Edgardo Giménez, la galería MC estrenó en arteba sus Fancy Monas, como bautizó el artista a las figuras de sus características figuras de monas de mirada pícara que convirtió al formato NFT, por un total de 1.942 obras: “A la gente le encanta y ya vendimos varias. Para mí es un mundo nuevo. Yo tengo artistas consagrados y no suelo trabajar con algo tan contemporáneo pero a la gente le gusta mucho y hay un perfil de comprador de NFT que son los jóvenes”, detalla la galerista Maria Calcaterra, del espacio MC.
Allí se exhiben además una selección de obras destacadas como los tapices de María Martorell fusionando su producción pictórica con las figuraciones de su tierra natal, así como las pinturas de Víctor Magariños D. con su universo abstracto, los acrílicos volumétricos de Eduardo Costa, las piezas conceptuales de Horacio Zabala y las pinturas surrealistas de Juana Butler.
Las Fancy Monas, primera obra digital de Edgardo Giménez –que cautivaron la atención incluso de la vedette Moria Casán, quien visitó la feria–, son exhibidas en pantallas junto con las icónicas esculturas que las inspiraron, un proyecto que combina acervo histórico con tecnología en formato NFT. “Edgardo Giménez siempre demuestra lo multifacético que es y estas obras son parte de lo mismo, de estar en la vanguardia”, detalla Calcaterra.
El sector Utopía de la feria, dedicado a los proyectos más jóvenes y experimentales, marca en esta edición un hito con la presencia de la galería Laguanacazul de la Patagonia: “Es la primera vez en la historia que un espacio de El Calafate, de Santa Cruz, viene a la feria. Es histórico y no había ocurrido antes”, cuenta la galerista Toia Ibáñez, directora del espacio que funcionó hace tiempo en San Telmo y que desde hace un año y medio se radicó en El Calafate, donde trabaja con artistas de la zona.
Se trata de uno de los seis proyectos que han sido seleccionados a través de su postulación y son beneficiados con la Beca MICA Utopia, un programa inaugurado este año por la Fundación arteba y el Ministerio de Cultura de la Nación, a través del MICA (Mercado de Industrias Culturales Argentinas).
Bajo el título La línea en donde todas las cosas se posan, el espacio reúne trabajos de los artistas santacruceños Adriel Ramos, Patricia Viel, Alejandra Montiel y Melisa López, que trabajan en su mayoría con la imaginería del territorio que los circunda: videos, performances, dibujos, fotoescultura, modelado en papel y hasta Inteligencia Artificial.
Ibáñez tiene unas expectativas “excelentes, porque hay muy pocas colecciones, te diría en Argentina y en el mundo, que tienen artistas de Patagonia entonces es una oportunidad, y además, estuve recorriendo la feria y noté una edición muy ascética, de obras simples pero muy power”, opina.
Las pinturas de Alberto Passolini, quien interviene con pinceladas sobre destacadas obras de la historia universal, en galería Constitución; los trabajos de Germaine Derbecq, Federico Klemm y Mildred Burton en Calvaresi; una histórica pieza de 1924, La pipa, de Pettoruti en Roldan y un interesante programa de videos seleccionados por Santiago Villanueva para el espacio Irsa, con fragmentos de trabajos desde Batato Barea hasta Federico Klemm, conforman un abanico de la diversidad de propuestas que el público encontrará este año.
La feria de arte contemporáneo arteba celebra una nueva edición del 1 al 3 de septiembre -para todo público- de 12 a 20 en Centro Costa Salguero, Avenida Costanera Rafael Obligado 1221. Entrada general $2500.
Fuente: Télam S. E.
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