Unas 300 obras de arte que serían propiedad de ciudadanos rusos bajo sanciones occidentales son ahora parte de una base de datos de búsqueda creada por la Agencia Nacional de Ucrania para la Prevención de la Corrupción (NACP). Su objetivo es que los oligarcas rusos no puedan sortear las sanciones beneficiándose de la compraventa de piezas de arte valuadas en millones, en uno de los mercados más irregulares del mundo, como lo es el mercado del arte.
En el “portal de guerra y sanciones”, la agencia enumera pinturas y esculturas que se cree que fueron compradas y vendidas en los últimos años por los magnates rusos, como el Tríptico de Francis Bacon que se cree que es parte de la colección del ex propietario del club de fútbol Chelsea, Roman Abramovich.
La agencia explica que su objetivo con esta plataforma es “facilitar que los participantes virtuosos del mercado del arte lleven a cabo controles de sanciones y dificultar que los oligarcas rusos vendan dichos activos”.
El valor estimado de las obras identificadas es de 1.300 millones de dólares.
Las sanciones, cuyo propósito es socavar la economía rusa y quitarle fondos para la guerra al país y a los que alimentan la maquinaria, no impide que los afectados por ellas puedan vender con relativa facilidad pinturas y esculturas de inmenso valor a través de las fronteras nacionales sin alertar a las autoridades.
La base de datos permitirá a los actores del mercado del arte comprobar que no están comerciando con bienes sancionados.
“Los oligarcas rusos, a pesar de las sanciones que se les imponen, aún pueden ocultar y lavar fácilmente su dinero a través de objetos de arte. Pinturas, esculturas, joyas artísticas: esto es exactamente lo que se usa como escapatoria para eludir las sanciones”, dice la página de la agencia.
De acuerdo a un informe de la Financial Action Task Force, un organismo intergubernamental de vigilancia del lavado, el mercado de antigüedades, arte y objetos culturales tuvo un valor global de 65.100 millones de dólares en 2021.
“Pinturas, esculturas, joyas artísticas: esto es exactamente lo que se usa como escapatoria para eludir las sanciones”, dijo la agencia ucraniana. “La sección ‘guerra y arte’ contribuirá al trabajo de prevención de la elusión de las sanciones, encontrando activos artísticos de rusos sancionados con el objetivo de congelarlos, confiscarlos y transferirlos en el futuro a Ucrania”.
Algunos de los oligarcas mencionados en la plataforma son Roman Abramovich, notorio comprador de arte, que adquirió, entre muchas otras, un tríptico de Francis Bacon de 1976 y La mujer de Venecia I de Alberto Giacometti. Una estimación de las obras compradas pone el valor total en 163,9 millones de dólares.
También se revela que Salvator Mundi, una obra polémica (se cree que es de Leonardo Da Vinci, pero se disputa) que data de alrededor de 1500, fue adquirida por el multimillonario Dmitry Rybolovlev, aunque posteriormente ha sido vendida. Por su parte, se dice que Mikhail Fridman, un aliado de Vladimir Putin y cofundador de la multinacional rusa Alfa Group, adquirió una icónica serigrafía de Marilyn Monroe de Andy Warhol en 2013.
“Actualmente, la sección contiene información sobre más de 300 objetos de arte. Entre sus propietarios se encuentran el multimillonario ruso Viatcheslav Kantor, la modelo Daria Zhukova, el rapero Timur Yunusov (Timati) y otras personas que están bajo sanciones por apoyar directamente la guerra de Rusia contra Ucrania”, dice la agencia. Una obra de Wassily Kandinsky, valuado en USD 23 millones, figura como propiedad de Petr Aven, un oligarca sancionado por el Reino Unido que tiene fuertes vínculos con el presidente Putin.
La agencia también solicita información de código abierto sobre la propiedad de otras obras.
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