Aparte de ser una de las más destacadas representantes de la nueva ola de cantautoras en su país, Lucía Agudelo, conocida con su nombre artístico Lucille Dupin (nombre prestado de una de las escritoras insignia del romanticismo francés: la novelista y periodista francesa Amantine Aurore Lucile Dupin, también conocida por su pseudónimo George Sand), es una filóloga clásica de la Universidad Nacional de Colombia, feminista y artista colombiana, traductora al inglés, italiano y francés de diferentes textos a lo largo de su carrera, goza de un renombre y es conocida también por su amplio comocimiento en las artes esotéricas como el tarot, la astrología y las runas, entre otros, que combina con la estética de su propuesta artística. En la semana previa al regreso del Festival Estéreo Picnic 2022 en donde lanzará su más reciente álbum SIBILA.
Para esta artista y para nosotros todo se conecta, la música, la astrología y la literatura, a continuación nos comparte este horóscopo literario en este mes de la mujer, conformado por obras de autoras destacadas y también de autores, con lecturas impedibles y afines a cada signo zodiacal con Charlotte Brontë, María Dueñas, Patrick Süskind, Lucy Maud Montgomery, Clarice Lispector, poeta Mary Ann Evans (cuyo pseudónimo fue George Elliot), la inolvidable Alejandra Pizarnik y la colombiana Paola Yepes Boada.
A Aries, nuestro valiente signo cardinal de fuego (que anda de cumpleaños por estos días), le vienen bien los libros de aventura, misterio, con mucha acción, pero, sobre todo, en donde el protagonista o la protagonista atraviese una historia de superación, pasando de cero a héroe. Este es el caso de Jane Eyre, una huérfana del siglo diecinueve, que desde temprana edad aprende a defenderse de la rudeza del mundo, usando su inteligencia y carácter como sus mejores armas. Así, las circunstancias que rodean a este icónico personaje, hacen de esta maravillosa obra de Charlotte Brontë una de las mejores opciones para describir lo que caracteriza la intrépida e impetuosa energía ariana.
Tauro, regido por la Diosa de la belleza y el florecimiento, Venus, es un signo de tierra amante de la armonía, la comodidad y la elegancia. De gustos sencillos, refinados y sensuales, Tauro necesita de mucha estimulación sensorial. Por lo cual, grandes obras literarias que generan sinestesia, como El Perfume de Patrick Süskind, suelen ser de su agrado. En esta ocasión, consideramos que El tiempo entre costuras, la ópera prima de escritora española María Dueñas, es la mejor opción para nuestro toro astrológico. En ella, se narra la historia de Sira Quiroga luego de abandonar Madrid junto a su amante, Ramiro, un hombre al que apenas conoce, justo antes del golpe de estado de 1936. Su vida da un vuelco cuando debe instalarse en Tánger, en donde trabajará en un taller de alta costura, en el cual grandes personalidades de la época pasarán a través de sus puertas, dándole un carácter político y estratégico al lugar. Esta es, sin duda, una de las grandes obras de la literatura española.
Para el dual y curioso Géminis, responder a las preguntas que su mente le formula constantemente es fundamental para el desarrollo de su intelecto. Divertido, dinámico y muy inteligente, se asemeja en personalidad a Ana la de las Tejas Verdes, de la autora Lucy Maud Montgomery. La historia de Ana comienza cuando es adoptada por una pareja de hermanos, Marilla Cuthbert y Matthew Cuthbert, quienes viven juntos en Tejas Verdes (Green Gables) y deciden adoptar a un muchacho que les ayude en las tareas de su granja. Cuando, por error, reciben a Ana en su lugar, comienza una historia coloreada por la imaginación insaciable de la niña, que se rehúsa a encajar en las expectativas sociales de lo que se espera de ella y, con corazón valiente, cuestiona constantemente el mundo y las dinámicas a su alrededor.
Cáncer, lunático y sensible, intuitivo a más no poder, necesita del contacto constante con la magnificencia de la naturaleza para encontrar en su interior el calor del hogar y la voz de su niña o niño interno. Es por este motivo que, la famosa escritora francesa George Sand, logra reunir en su obra La charca del diablo (La Mare au diable) las características primigenias que construyen la personalidad de este signo regido por la Luna. Llena de descripciones sublimes de paisajes bucólicos, que retratan la infancia de la autora en la campiña francesa, cuenta la historia de Germain, un viudo de 28 años y padre de tres criaturas, que sale en busca de una esposa y, en el camino, encuentra al amor en un lugar inesperado. Este libro, es una exaltación de la vida en el campo, que busca honrar la figura del campesino como un personaje que aún no ha sido contaminado por las grandes metrópolis y su insaciable energía depredadora. Cabe resaltar que Sand, nacida el 1 de julio de 1804, también tenía a su sol nativo en Cáncer.
Tal como el sol, está en la naturaleza de Leo la necesidad de que las y los demás giren a su alrededor. El gran desarrollo de su personalidad le permite tener una sana relación con su creatividad y su fuerza. Sin embargo, su nerviosismo innato, que surge a partir de su bien desarrollado ego, le generan la necesidad de practicar el mindfulness y aprender a respirar. Es por este motivo que nuestra recomendación literaria para Leo es la obra de la colombiana Paola Yepes Boada, titulada ‘Un globo de emociones en un mundo de alfileres: Alcanza la felicidad con el Método de Sanación Emocional’. En este libro, a través de cada página, la autora nos acerca al arte del Ho’ oponopono, una antigua tradición hawaiana que busca despertar la responsabilidad de cada individuo sobre su propia vida y, por ende, sobre sus propios problemas. La palabra Ho’ oponopono significa “amarse a uno mismo”, y este ejercicio parte del uso de cuatro simples palabras que, repetidas con consciencia, cambian realidades: “Lo siento. Perdóname. Te amo. Gracias”. Esta es definitivamente una obra que vale la pena leer y practicar.
En el zodiaco solo hay dos signos regidos por el planeta Mercurio, el dios mensajero de los dioses. Uno es nuestro divertido Géminis, y el otro, el sistemático Virgo. Cada uno de ellos encarna dos caras de la misma moneda, de la misma energía. Virgo, como buen signo de tierra, se destaca en su habilidad para aterrizar sus pies sobre suelo sólido y fértil. Maestro de la mesura, la razón y el sentido común por encima de todo lo demás, resalta su capacidad analítica y buen entendimiento de las leyes del espacio-tiempo. En este sentido, la obra maestra de la escritora estadounidense Harper Lee, Cómo matar a un ruiseñor (How to kill a mockingbird), resulta ser sumamente interesante para Virgo, al enfrentarlo como lector, o lectora, ante una trama que despierta su sentido de la justicia y la más profunda humanidad y empatía hacia el otro.
Libra, amante del amor, de la armonía y de la poesía, se destaca por ser una o un seductor por naturaleza. Es imposible no caer en los encantos venusinos de Libra, al menos una sola vez en la vida. Es por este motivo, que la poesía siempre será el género literario por excelencia para los y las nativas de Libra. Si bien todo tipo de poesía suele ser de su agrado, en esta ocasión queremos dar prioridad a la gran poeta Mary Ann Evans, cuyo pseudónimo fue George Elliot. La autora, habla desde la belleza y la pureza de la naturaleza, resaltando el dulce y romántico perfume a rosas que se esconde tras cada momento de la vida: “Tú amas las rosas, yo también. Desearía que el cielo lloviera rosas, mientras llueven del arbusto sacudido. ¿Por qué no lo hará? Entonces, todo el valle sería rosado y blanco, y suave para pisar. (…)” recitan algunos de sus versos.
Si hay un signo en el zodiaco que se destaque por su intensidad y su misticismo intrínseco, es sin duda alguna Escorpio. Como buenos hijos e hijas de Plutón (que en su representación casi parece un super villano de Disney, con su capa con cuello alto y demás), las y los escorpianos se caracterizan por su potencia energética, que se expresa tanto en su sensualidad abrumadora, como en su capacidad para manejar su propia energía sutil a niveles inigualables. Para nuestro signo de agua con corazón de fuego (pues antes de Plutón, era Marte su planeta regente) recomendamos la lectura del libro ‘Bruja’ de Lisa Lister. Si bien es casi una declaración feminista de la existencia de los poderes de las brujas que no pudieron quemar, es una lectura sumamente recomendada para aquellos, y sobre todo para aquellas, que quieran conectar con su poder y su fuerza interior, y aprender a trabajar con los elementos de la naturaleza para materializar el mundo que su imaginación sea capaz de crear.
Amado y odiado, expansivo, sabio, y a veces infantil, Sagitario es un signo de fuego que ama el conocimiento. Nada como un nativo o una nativa en Sagitario para llevar a cabo las conversaciones y meditaciones filosóficas más interesantes y profundas que se pueda llegar a tener. Eso, sin perder nunca la inocencia que les permite a estos nativos moverse por el mundo re- descubriendo siempre nuevas facetas y aventuras en todo lo que sucede a su alrededor. Para las y los sagitarianos que nos leen, amantes de los viajes, de las nuevas culturas y conocimientos, recomiendo la serie de libros del famoso Harry Potter, de la autora inglesas Joanne K. Rowling. Si aún no se han dejado atrapar por este inmenso universo (que hasta parques temáticos tiene), es hora de que conozcan todo un mundo de magia, hechicería y muchas aventuras a través de la prosa de su autora.
Para nuestra sobria cabra de la montaña, disciplinada y trabajadora, calculadora pero siempre sensible, recomendamos cualquier título o poema de la gran autora ucraniana-brasileña Clarice Lispector. La mirada práctica y profunda de Lispector, refleja la naturaleza típica de Capricornio casi en su máximo esplendor. Sus poemas envolventes, y su prosa impecable, directa, y a veces satírica, reflejan sin escrúpulos aquello que caracteriza a las y los nativos de este signo: su seriedad, discreción, inteligencia y, a la vez, la susceptibilidad que esconden tras su coraza. Si está dudando sobre qué título de esta maravillosa autora escoger, le recomendamos El Viacrucis del cuerpo, una recopilación de cuentos que viajan entre la vida, la muerte, lo que hay más allá y lo que queda más acá. Simplemente imperdible.
El cuarto signo fijo es un signo del que mucho se habla, pero poco se sabe realmente. Indescifrable e idealista, disfruta del encuentro con las y los demás, pues siempre tiene nuevas ideas que compartir. Debido a su naturaleza social, pragmática y divertida, a Acuario le cae muy bien la lírica atrevida e innovadora de la famosa poetiza griega Safo. Esta mujer, lesbiana y contestataria, fue catalogada por Platón como la “décima musa” y se encargó de popularizar la estrofa sáfica, hasta convertirse en la mejor exponente de la poesía lírica griega. Los protagonistas de sus poemas son los sentimientos encontrados que giran en torno a su círculo de mujeres, siendo plasmados en su máxima decodificación. Desearíamos que la gran mayoría de su obra no se hubiera perdido en el incendio de la Biblioteca de Alejandría, en donde era conservada para la enseñanza, cuando en 1073 el papa Gregorio VII ordenó fuera incendiada al considerar que sus textos eran inmorales.
El último de nuestros signos de agua, que nada entre las profundidades de la psique y del más allá, se siente atraído por los temas más propios del alma. Sumamente intuitivo, empático e idealista, Piscis suele perderse entre la ensoñación y sus emociones desbordadas, casi sin percatarse de que es, en efecto, un ser humano con un cuerpo que camina sobre la tierra. El sufrimiento que experimentan los nativos y nativas de este signo se debe a su gran sensibilidad, que muchas veces recoge energías y emociones ajenas para procesarlas como propias. Esa misma sensibilidad nos lleva directo a los versos de la poeta argentina Alejandra Pizarnik: “Mata su luz un fuego abandonado. Sube su canto un pájaro enamorado. Tantas criaturas ávidas en mi silencio y esta pequeña lluvia que me acompaña.”
Desde Aries hasta Piscis, lo cierto es que todas y cada una de las autoras mencionadas en este artículo hacen parte de una extensa lista de mujeres que, como Ana la de las Tejas Verdes, o como George Sand o George Elliot, se atrevieron a desafiar las imposiciones sociales y a ejercer el derecho de escribir sus realidades negadas o simplemente censuradas. Escribir es existir, y en un mundo que nos niega a las mujeres constantemente, la palabra escrita se vuelve tradición y referente ante una maquinaria histórica que busca borrar nuestra huella incansable. Vale la pena leerlas, a todas y cada una de ellas.
Por: Lucille Dupin