La escritora bielorrusa Svetlana Alexievich y el peruano Mario Vargas Llosa, Premios Nobel de Literatura 2015 y 2010, respectivamente, alertaron contra el “nuevo fascismo ruso” y el “intolerable autoritarismo” representado por el presidente ruso, Vladimir Putin, en medio de la invasión rusa a Ucrania.
“Estamos asistiendo al nacimiento de un nuevo fascismo”, aseguró Alexievich, en una intervención virtual ante la concentración de centenares de personas de apoyo a Ucrania convocada este domingo en Berlín.
Vargas Llosa se dirigió a los asistentes en un mensaje grabado, en el que felicitó a la “resistencia ucraniana” y llamó a movilizarse contra la invasión de Ucrania por parte de Rusia.
La concentración en solidaridad con Ucrania tuvo lugar en la céntrica Bebelplatz de Berlín, junto a la Staatsoper Unter den Linden -ópera nacional- y a unas manzanas de la embajada de Rusia, lugar por el que discurren casi a diario manifestaciones contra la invasión.
En la concentración se escucharon, sobre el auditorio o a través de mensajes grabados o por zoom, intervenciones del británico Timothy Garten Ash, quien pidió el respaldo pleno a la petición del presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, de ofrecer a su país una perspectiva clara de ingreso en la Unión Europea (UE).
Otros oradores, como el cantoautor y ex disidente en tiempos de la Alemania comunista Wolf Biermann clamaron por declarar la zona de exclusión aérea que reclama Zelensky y contra lo que denominó de “falso concepto de pacifismo”.
El acto se cerró con un extracto de un mensaje grabado de Zelensky a los europeos, a lo que siguió el himno de Ucrania, cantado sobre el escenario por el coro Volny.
La concentración en la Bebelplatz, lugar histórico donde en 1933 los nazis quemaron 25.000 libros de autores censurados por el régimen, se celebró unas horas después del concierto dirigido por el argentino-israelí Daniel Barenboim en la Staatsoper, también en solidaridad con Ucrania.
“Vivimos un tiempo cruel”, afirmó el maestro a modo de saludo a su auditorio, antes de que el coro y la Staatskapelle interpretaran el himno ucraniano.
El concierto contó con la presencia del canciller alemán, Olaf Scholz, y la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, patrocinador de un evento cuya recaudación irá al Fondo para Ucrania de la ONU.
Tras recordar la propia diáspora de su familia, llegada a Argentina huyendo de los pogromos nazis, y respaldar la exclusión de artistas “afines” a Putin, Barenboim advirtió contra una “caza de brujas” sobre artistas y creadores rusos.
La Staatsoper, de la que Barenboim es director musical desde 1992, canceló esta semana su contrato con la soprano rusa Anna Netrebko. Se sumó así a la suspensión en cascada en toda Europa de los compromisos con esta figura, así como con el director Valeri Guérguiev.
Netrebko y Guérguiev, son notorios entusiastas de Putin. “No mezclemos cultura rusa con política rusa”, apremió Barenboim, en su llamada contra una “sospecha generalizada” sobre esos artistas.
Las manifestaciones populares en contra de la guerra también se extendieron en otras ciudades europeas durante el fin de semana. Este domingo, en Madrid, Barcelona y La Coruña miles de españoles protestaron contra la invasión rusa, como ocurrió el sábado en otras localidades españolas.
Unas 2.000 personas se congregaron en la capital de España para mostrar apoyo y solidaridad al pueblo ucraniano. En Madrid residen unos 23.000 ucranianos, muchos de los cuales han recibido el apoyo de madrileños que se han unido a la marcha entre la Plaza de España y la Puerta del Sol.
Con banderas de Ucrania y carteles en los que se podía leer “Stop war” y “Stop Putin”, los manifestantes reclamaron a la OTAN que “frene a Putin” y que cierre el espacio aéreo de Ucrania.
También en Barcelona (noreste), varios centenares de personas se concentraron para pedir que cese la invasión y que la Alianza Atlántica establezca una zona de exclusión área.
La concentración fue convocada por asociaciones de ucranianos en la céntrica plaza de Cataluña de Barcelona, donde se habilitó un escenario decorado con la bandera de Ucrania, donde un grupo de personas entonó el himno de ese país.
Los participantes guardaron también un minuto de silencio por las víctimas del conflicto bélico. En ese lugar se congregan ucranianos todos los días desde hace once días, cuando estalló la guerra.
Simultáneamente, varias decenas de rusos contrarios a la invasión se juntaron en la cercana plaza de la Universidad con lemas contra el presidente de Rusia, Vladímir Putin.
Con información de EFE
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