Antonio Machado: el delirante final de una de las más importantes figuras de la poesía española

Machado falleció el 22 de febrero de 1939, a los 64 años, a causa de una bronconeumonia que, de acuerdo a un reciente estudio científico, provocó que fuera preso de los delirios durante sus últimos días

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Retratado por Joaquín Sorolla (1918). Hispanic Society of America (Nueva York). Sorolla se lo regaló a Machado «como un poema personal».  (Foto: Wikipedia)
Retratado por Joaquín Sorolla (1918). Hispanic Society of America (Nueva York). Sorolla se lo regaló a Machado «como un poema personal». (Foto: Wikipedia)

Antonio Machado, una de las más grandes figuras de la poesía española, falleció el 22 de febrero de 1939, a los 64 años, a causa de una bronconeumonia panlobar bilateral de tipo bacteriano y con un marcado enfisema, causado por su tabaquismo, según la autopsia virtual realizada por el patólogo, Juan Manuel Ruiz Liso, director de la Fundación Científica Caja Rural.

Ruiz Liso ha actualizado, en el número 34 de la revista Soria Salud, el artículo publicado en la Revista Española de Patología sobre la situación epidémica de la tuberculosis en Soria y en España en tiempos de Machado, así como las enfermedades que padeció y que le condujeron a su muerte en Collioure (Francia) en 1939.

“Es, ante todo, una hipótesis fundada en los datos clínico-literarios hallados hasta la fecha y, como todo aquello que se basa en informaciones contrastadas aunque sin documentación médica, no es científicamente objetiva pero al menos no es subjetiva”, aclara en su artículo.

Machado, a lo largo de su existencia, fue generando y autoinduciéndose lo que en la actualidad se conoce como una EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica), que secundariamente condicionó una hipertensión pulmonar y, con el tiempo, una insuficiencia cardíaca que en aquellos tiempos, a principios del siglo XX, se evaluaba como “asma”.

Retratado por Leandro Oroz (1925)  (Foto: Wikipedia)
Retratado por Leandro Oroz (1925) (Foto: Wikipedia)

Si en 1938 se hubiese dispuesto de los mínimos recursos diagnósticos, Ruiz Liso ha considerado que se podrían haber evaluado en los pulmones del poeta un enfisema o dilatación sacular de los alvéolos por rotura de los espacios pulmonares bronquiales terminales.

En este sentido, ha apuntado que en su evacuación de Barcelona a Collioure, poco antes de finalizar la Guerra Civil, Machado inició un declive final agudizado por una serie de circunstancias medioambientales y habitacionales que estimularon el agravamiento de su estado.

Ruiz Liso ha recordado que José Machado, hermano del poeta, aseguró que las largas colas de espera en la frontera franco-española y el alojamiento temporal en un vagón de mercancías abandonado en Cerbére, con amplios ventanales por donde la lluvia regaba el interior, en una climatología invernal, incidieron en gran medida en la ya deteriorada salud de Antonio.

Los cuatro últimos días del poeta fueron interminables con disnea, desorientación temporo-espacial, delirios y una marcada opresión torácica como consecuencia de su insuficiencia cardiaca hasta entrar en coma y muerte el 22 de febrero de 1939.

Obra

Página de título de la primera edición de las Poesías completas de Antonio Machado, con autógrafo y foto del autor (tomada hacia 1917, en su etapa de profesor en Baeza). Fondos de la Biblioteca del Ateneo de Madrid. (Foto: Wikipedia)
Página de título de la primera edición de las Poesías completas de Antonio Machado, con autógrafo y foto del autor (tomada hacia 1917, en su etapa de profesor en Baeza). Fondos de la Biblioteca del Ateneo de Madrid. (Foto: Wikipedia)

Inició su obra poética con Soledades, escrito entre 1901 y 1902, y casi reescrito en Soledades. Galerías. Otros poemas, que publicó en octubre de 1907.

Durante su estancia en Soria, Machado escribió su libro más noventayochista, Campos de Castilla, publicado por la editorial Renacimiento en 1912. Sus protagonistas son las tierras castellanas y los hombres que las habitan.

En 1924 publicó las Nuevas canciones, recuperando materiales escritos en Baeza y aún en Soria, y mezclando ejemplos de sentenciosa poesía gnómica y análisis en torno al hecho de la creación poética, con paisajes soñados, algunas galerías y los primeros sonetos que se le conocen.

Las ediciones de Poesías completas de 1928 y 1933 incluyeron algunos de los textos adjudicados a sus dos apócrifos, “Juan de Mairena” y “Abel Martín”, y en la edición de 1933 las primeras Canciones a Guiomar.

En 1936, en vísperas de la guerra civil española, publicó: Juan de Mairena. Sentencias, donaires, apuntes y recuerdos de un profesor apócrifo. El estallido de la rebelión militar impidió la difusión del volumen que durante años permaneció en el limbo de lo desconocido.

Con información de EFE

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