De negarle el Nobel a no ver el éxito de su historia: cuatro curiosidades de “Doctor Zhivago”

Boris Pasternak, el autor de la reconocida historia, fue un novelista y poeta ruso que nació el 10 de febrero de 1890

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Omar Sharif, protagonista de \Doctor Zhivago\"  1965<br>" AP
Omar Sharif, protagonista de \Doctor Zhivago\" 1965<br>" AP

Cuando un libro atrapa la atención de muchos espectadores, las grandes empresas de producción cinematográfica buscan adaptar la historia a la pantalla grande, dividiendo a la opinión pública. Sin embargo, hay muy pocas películas que enamoran a todos, como es el caso de la obra de Boris Pasternak.

Boris Pasternak fue un novelista y poeta ruso que nació el 10 de febrero de 1890, reconocido por el libro “Doctor Zhivago”, historia adaptada al cine con el mismo nombre que gustó a muchas personas. Sin embargo, por la situación que pasaba su país no pudo ver la luz sino hasta en el año de 1988, en la URSS.

“Doctor Zhivago” dio tanto de que hablar que hasta la fecha es uno de los libros más recordados por el personaje de Yuri Andréyevich Zhivago, aunque hay muchas cosas curiosas detrás de esta historia, tanto en el libro como en su autor y en la película.

Se publicó hasta 1988 en la URSS

Se decía que en algunos párrafos tenía puntos de vista antibolcheviques(Foto: Wikipedia)
Se decía que en algunos párrafos tenía puntos de vista antibolcheviques(Foto: Wikipedia)

La novela vio la luz en el año de 1957 en Italia, pero ¿por qué no se publicó en su país?

En esos años, estaba la Unión Soviética en el poder, razón por la cual mucha de la mentalidad del momento no iba acordes a lo que se publicó en el libro de Boris. Un ejemplo: el doctor Zhivago, en el libro, está más interesado por el bienestar de los individuos que por el de la sociedad.

No sin antes mencionar, también, se decía que en algunos párrafos tenía puntos de vista antibolcheviques. Años después de que Nikita Jrushchov leyó la novela (1964) dijo que lamentó no haber permitido que se publicara la novela.

Rechazo al nobel de literatura

Doctor Zhivago (Foto: Wikipedia)
Doctor Zhivago (Foto: Wikipedia)

Tanta fue la presión del libro que un año después, 1958, la Academia Sueca lo eligió para otorgarle el Premio Nobel de Literatura.

Al principio, Boris se encontraba feliz y envió una carta en donde les decía que estaba “agradecido” y “sorprendido”. Días después envió otra carta con la presión del estalinismo para rechazar el premio.

Nikita Khruschev, Ex presidente del Consejo de ministros de la Unión Soviética, le prohibió a Boris ir a recibir e premio porque pensaba, con razón, que el novelista tenía buenos contactos con Estados Unidos. Por las dudas, la novela no se publicó en la URSS hasta 1988.

“Considerando el significado que este premio ha tomado en la sociedad a la que pertenezco, debo rechazar este premio inmerecido que se me ha concedido. Por favor, no tomen esto a mal”, se lee en la carta.

La amenaza del Kremlin a través de la KGB era expulsar al autor de la Unión Soviética, aunque vivió escondido los últimos años en las afueras de Moscú.

Galardonado en los Premios Oscar

El 90% de la película se grabó en España y las escenas frías en Canadá y Finlandia.
El 90% de la película se grabó en España y las escenas frías en Canadá y Finlandia.

La película del director David Lean fue muy criticada por la escenografía, pero la película se ganó cinco premios Oscar, de diez nominaciones, además de ser la película que más dinero recaudó en 1965, detrás de “Lo que el viento se llevó”.

Lo curioso fue que el 90% de la película se grabó en España y las escenas frías en Canadá y Finlandia.

Cinco años después de que muriera el autor proyectaron la película. Boris murió pobre y sin ver el éxito que tuvo su historia.

Relación con los Zares

El Zar Nicolás II con su esposa, la Zarina Alexandra, el zarevich Alexei y sus cuatro hijas en 1914. (Foto: PA/Reuters)
El Zar Nicolás II con su esposa, la Zarina Alexandra, el zarevich Alexei y sus cuatro hijas en 1914. (Foto: PA/Reuters)

Alexander Gromeko, que había criado al doctor Yuri Zhivago, le dice: “Han fusilado a los zares… ¡Y a toda la familia! ¡Es una salvajada!”. Y Zhivago le contesta: “No, quieren mostrar que ya no hay vuelta atrás”.

La matanza que borró casi del mapa a los zares y a la dinastía Romanov fue siempre un tema muy delicado, en la vieja Unión Soviética: demasiadas manos sucias en aquella salvajada que cambió la historia, y a la que no fueron ajenas ni Vladimir Lenin, ni José Stalin ni León Trotski.

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