“La soltería puede ser política, la soledad puede ser política, pero también las constelaciones, los amores libres y las amistades”: Vanessa Rosales

El Hay Festival Medellín brilló con el diálogo entre una pensadora y una periodista en torno al feminismo, cuyas reflexiones parten de la perspectiva de género, la curiosidad intelectual y la investigación interdisciplinar

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El Hay Festival Medellín brilló con el diálogo entre una pensadora y una periodista en torno al feminismo cuyas reflexiones parten de la perspectiva de género, la curiosidad intelectual y la investigación interdisciplinar.
El Hay Festival Medellín brilló con el diálogo entre una pensadora y una periodista en torno al feminismo cuyas reflexiones parten de la perspectiva de género, la curiosidad intelectual y la investigación interdisciplinar.

La periodista española Marta Nebot identifica a Rosales como “una mujer de grises” que se mueve en el sincretismo, ella habla de amores y odios, aunque nunca los llama odios, pero yo sí. También de dudas y convencimientos”. Como antesala a un viaje por las motivaciones de la autora colombiana reflejadas en su obra, abordan la relación de admiración y sufrimiento con su padre, sus sueños infantiles y la construcción que a partir de sus experiencias ha hecho de su ser como mujer, “en mi padre encuentro el primer molde de libertad política, de libertad sexual, me identifico con mi padre desde que soy niña y eso lo entiendo mirando en el retrovisor entendiendo que añoro, sobre todas las cosas, vivir como percibía vivían los hombres y allí también está la semilla de mi incomodidad, empezar a entender que para los varones (claro, teniendo a mi padre como la gran personificación de de la virilidad) se les permitían unas cosas y a las mujeres, a las chicas a mi alrededor no.”

Vanessa comparte el relato de su niñez y adolescencia como observadora de las libertades políticas y sexuales de los hombres de su entorno en contraste con su incomodidad al percatarse del rol de la mujer nombrada de manera distinta. “Empiezo a entender que hay cosas profundamente masculinas en mí y mi padre es como ese gran espejo, por eso lo evoco antes de ser mi padre, cuando es niño, cuando es joven, tan confiado y libre, tan indómito, tal vez porque en ese entorno en el que empiezo a crecer y en el que empiezo a ser mujer siento lo opuesto, lo intuyo porque todavía no lo sé nombrar…”

Vanessa Rosales es autora del libro ‘Mujeres vestidas: Moda consciente’ (2017), una obra sobre la historia de la moda y su relación con el desarrollo del imaginario de lo femenino, la identidad, la libertad y la lucha. Su último trabajo publicado es ‘Mujer incómoda’ (2021), una colección de ensayos personales sobre sus inquietudes como mujer: el feminismo, la estética, el amor, la religión, su tierra natal, la intimidad: “hay un espejo, una personificación que también se va a manifestar y lo entendí escribiendo el libro: ¡mi pasión por el rock and roll y por los rocanrroleros!, yo añoraba de chiquita ser rockstar. Por ejemplo, si hablo de Eddie Vedder me señalaban que estaba enamorada de él y yo sentía una incomodidad ante esa noción y empecé a entender que no era enamoramiento, es que yo añoraba ser como Eddie Vedder, pero identificándome como mujer cis, porque ahora también tenemos que nombrar las epistemologías del género con el leguaje que tenemos a nuestro alcance…”

Rosales también describe las características de su obra, “se construye como un abanico de referencias donde están la feminidad, la moda, el cine, el ensayo personal, la teoría cultural y fílmica, la religión, las ideas del amor, las construcciones de la belleza, las características del Caribe, la no convencionalidad como construcción política.”

Este diálogo también abordó la soledad femenina, lo que significa socialmente y lo que significa para la autora cartagenera,

“Uno de los peligros, de las consignas, de los fogonazos, es atrincherarse, es caer en dogmas propios, no se trata de defender la soltería como el estado ideal, como dice Vivian Gornick “estar sola es una postura política”, la soledad femenina ha sido prohibida porque alguna de las mujeres más incómodas son las que rebasan justamente esos dos grandes destinos como la maternidad y el casamiento como destinos impuestos, no como destinos elegidos, entonces las forajidas, las solitarias, las solteras, las viudas, siempre fueron de alguna manera codificadas como brujas porque se salían de ese orden controlado de la mujer como madre y la mujer como esposa. Pero no se trata de atrincherarse en esa propia consigna, es decir, la soltería puede ser política, la soledad puede ser política, pero también las constelaciones, también los amores libres y las amistades. He defendido la soltería como un lugar político, porque entiendo que históricamente fue vedado a las mujeres porque era amenazante. Muchas mujeres no podían pintar, componer, pensar, escribir porque la soledad era un lujo para ellas…” ¿Cómo vivir la soledad en el mundo actual? “Hay una soledad aislada como una especie de desamparo versus la soledad trabajadora que es una soledad que buscamos quienes creamos, que tenemos disposiciones artísticas o que escribimos pero creo que no hay que caer en el dogma, (...) el feminismo es incómodo porque nos porque nos llama a cuestionarnos…” afirma Vanessa Rosales.

Esta conversación fue conducida por Marta Nebot, periodista española con amplia experiencia en televisión, radio y prensa escrita, especialista en análisis político –actualmente en TVE, Telemadrid y Telecinco– y, desde siempre, en temas de feminismo. Ha recibido varios premios, entre ellos, en 2019, el del Consejo de Mujeres de Madrid por ‘Nosotr@s’, su programa en la radio del ayuntamiento madrileño.

En palabras de Nabot describiendo a la escritora colombiana, Vanessa Rosales se atreve a poner los asuntos de mujeres y los suyos propios bajo el microscopio sin piedad, sin concesiones, sin vergüenza, con profundidad con mucha documentación y honestidad. Con mucho trabajo de investigación, de escritura y personal, escribe en terrazas, digo yo, como dibujando círculos concéntricos, que vuelven y vuelven a los asuntos, sacándole capas y capas desnudando hasta el hueso nuestras verdades y las suyas propias. Estamos ante un compendio de ensayos sobre cómo las mujeres nos hemos visto y estudiado, y cómo la autora ha asimilado toda esta historia y toda su práctica.

Puede revivir esta conversación en la página del Hay Festival Medellín aquí

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