Nació el 9 de octubre de 1940. No tuvo relación con su padre (lo vio apenas dos veces) y su madre lo dejó al cuidado de Mimi, su hermana mayor, por requerimiento de los Servicios Sociales de Liverpool. Mimi y George Smith se ocuparon de su crianza de manera amorosa y estuvieron atentos a los gustos del pequeño John Winston: así llegó su primera guitarra, desconociendo las fibras que ésta activarían.
Durante la adolescencia, John comenzó a necesitar expresarse contra el mundo del que no quería ser parte: la música fue esa vía de escape, aunque no la única. Corrían los años ’50 y el rock explotaba en las caderas de Elvis Presley. Lennon cayó rendido a ese sonido y creó su primera banda, The Quarrymen; durante el segundo show que dieron —el 6 de julio de 1957— le presentaron a Paul McCartney, un joven músico del que pronto se hizo amigo y sumó a su proyecto. Lo que sigue es historia conocida: el nacimiento de The Beatles, la fama, Yoko Ono, el quiebre de la banda y la separación del cuarteto.
Tras ese final inició su carrera solista y se separó completamente del adolescente que creó al grupo más influyente de todos los tiempos. Hizo de la música su manera de manifestarse contra el sistema y los gobiernos. En 1971 se mudó a la ciudad de Manhattan, Estados Unidos, donde se opuso fervientemente a la guerra de Vietnam, lo que le significó que el gobierno de Richard Nixon intentara varias veces expulsarlo del país. Sus canciones se convirtieron en himnos de protesta (algunas de las que encabezaba) de los movimientos contra la guerra y la contracultura.
Cuando nació su segundo hijo, fruto del matrimonio con la artista japonesa, Yoko Ono, se retiró de los escenarios para dedicarse a ser padre, cosa que no había hecho en 1963 cuando nació Julian, su primer hijo y de Cynthia Powell. Tras esos años en silencio, a mediados de 1980, anunció su regreso: el 7 de agosto comenzó a grabar su séptimo (y último) disco de estudio, Double Fantasy, que salió a la venta el 17 de noviembre.
Para promocionarlo ofreció entrevistas en su casa en el Edificio Dakota y visitó estaciones de radio. Precisamente lo hizo en la mañana del 8 de diciembre de ese año. Por la noche, al regresar a su casa, se cruzó con Mark David Chapman, un joven hawaiano que más temprano lo había abordado para pedirle un autógrafo.
Lo llamó. “¡Mr. Lennon!" y cuando se dio vuelta descargó el arma que tenía escondida sobre el pecho de John. Sus lentes volaron. Yoko, que estaba unos pocos metros más adelante, gritó, pidió auxilio... Su amado agonizaba. Fue trasladado al Hospital Roosevelt donde durante 20 minutos intentaron reanimarlo, no lo lograron. John Lennon murió a las 23:15 del 8 de diciembre de 1980, en ese momento nació el mito que aún perdura.
Lennon, el dibujante
La carrera musical de John Lennon dejó marcas no sólo en la historia de la música sino a nivel social. Trascendió generaciones y estilos más allá del tiempo, pero esa no fue su única veta artística. Desde niño, alentado por su tío George (esposo de la Tía Mimi) manifestó su amor por el dibujo.
Tanto así que antes de dedicarse de lleno a la música, entre 1957 y 1960, Lennon estudió en el Liverpool College of Art. Por esos días de adolescencia, dibujar ocupaba prácticamente todo su día, pero no llegó a graduarse en artes porque fue expulsado un año antes debido a su comportamiento.
Poco después llegó la música: Paul McCartney, George Harrison y The Quarrymen. Siguió Richard Starkey, Ringo, y el floreciente cuarteto se completó. Nacieron The Beatles. Esa es la parte conocida de su historia.
Comenzaron las giras, la fama y los lápices y las hojas se habían convertido en su escapatoria. En una entrevista que brindó al escritor Michael Braun, en pleno apogeo de la banda, contó que entre los momentos de descanso durante los viajes y conciertos dibujaba “compulsivamente” para desconectarse de la vida agitada de los escenarios.
Habría sido Braun quien lo motivó para aprovechar su fama y publicar algunos de sus manuscritos (su acercamiento a la literatura) y los dibujos. El escritor hizo llegar sus trabajos a manos del editor Tom Maschler, que rápidamente buscó ponerlos en el mercado.
Así The Daily Howl se convirtió en el primer proyecto escrito y dibujado íntegramente por John Lennon: un cuadernillo con las ilustraciones y anotaciones que hacía durante sus años en la escuela de arte. A eso, el músico sumó material nuevo y el 23 de marzo de 1964 se publicó su ópera prima: In His Own Write, un compendio de 31 cuentos cortos, poemas e ilustraciones caracterizado por el humor negro, propio del músico.
Al año siguiente, en 1965, publicó A Spaniard in the Work, un libro de historias disparatadas y de dibujos similares en estilo a su libro anterior. El nombre que eligió es un juego de palabras de la expresión “a spanner in the works”. Lennon usaba la sátira incluso en el lenguaje e inventar palabras era otra afición del creador de Imagine.
Al parecer este segundo libro no le causó la misma satisfacción que el primero debido a que los editores lo presionaron para que creara los textos y las más de 30 ilustraciones que lo componen. Pese a eso fue un éxito: fue reeditado tres veces en tres meses y vendió un total de cien mil copias.
Para 1966 se esperaba la publicación del tercer libro, pero no cumplió con el acuerdo. Una vez más su rebeldía se hizo presente y de esa manera avisó que para él las cosas no funcionaban como se pretendían.
Fue el embarazo de Yoko, en 1975, y el nacimiento de su segundo hijo los que lograron inspirarlo para pensar en volver a publicar un texto: Lennon escribió un libro de cuentos infantiles para su hijo Sean, nacido el 9 de octubre de ese año. Pese a sus ansias y al tiempo que estuvo alejado de los escenarios, el material no se publicó porque el manuscrito quedó extraviado y lo encontraron más tarde.
Skywriting by Word of Mouth fue publicado de manera póstuma en 1986. Este libro es considerado un diario de viaje de Lennon donde relata sus vivencias y hace reflexiones sobre la vida y su vida, por esto se lo considera la única autobiografía del ex líder de los Beatles.
Ese no fue su único libro póstumo, otros dos fueron publicados Ai: Japan through John Lennon’s eyes: a personal sketchbook (1990) y Real Love: the drawings for Sean (1990), una recopilación de los dibujos infantiles dedicados a su hijo.
En junio de 2014, se realizó una subasta de los manuscritos y dibujos de John Lennon organizada por la casa Sotheby’s en Nueva York y el resultado sorprendió: “un éxito arrollador, con todos los lotes vendidos, muchos de ellos triplicando el precio estimado y con un borrador del poema The Fat Budgie, vendido por 143.000 dólares (105.042 euros)”, informó entonces un medio español.
Entre sus dibujos más cotizados, sobresalió With Just Their Heads Above the Ground, correspondiente a The Wumberlog (or the Magic Dog), que alcanzó los 75.000 dólares (55.092 euros), a pesar de haber sido valorado entre los 18.000 y los 22.000 dólares 13.222 y 16.160 euros). Aunque el mejor vendido fue el único de los dibujos en color, la acuarela Oh Dear Sheep, del Bernice’s Sheep, que alcanzó los 81.250 dólares (59.683 euros).
Lennon dibujó el bosquejo de la tapa de uno de los discos más brillantes de los Beatles, Sgt Pepper’s lonely hearts club band, pero también incluyó sus dibujos en las tapas o contratapas de sus larga duración o simples solitas, un ejemplo de ello es Wall and bridges, su cuarto disco solista publicado en 1974. La ilustración la hizo en junio de 1952, a los 11 años.
La colección póstuma que reúne cuatro discos compactos que recopila parte de la obra de John Lennon, Anthologhy (1995) fue presentada en formato caja y sus tapas son dibujos originales de Lennon seleccionados por Yoko Ono para esa colección.
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