Liliana Porter y su fantástico mundo: “No sé si al discurso del arte contemporáneo le está faltando delicadeza o poesía”

La artista argentina presenta junto a Ana Tiscornia “Diálogos”, una exquisita selección de seis entrevistas-conversaciones, en la Galería Ruth Benzacar. “¿Qué es la realidad, sino pura representación?”, dijo a Infobae Cultura

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Liliana Porter
Liliana Porter

Un busto de San Martín detrás de otro de Napoleón, en sus cercanías una estatuilla de Mao domina la escena donde también confluyen un mate del Che, una jarrita con los Kennedy y hasta un muñequito de JFK Jr. que recrea el momento en que el coche fúnebre traslada a su padre y él, siendo un niño, realiza el saludo marcial. Pequeñas sutilezas de una obra que puede apreciarse en Actualidades/Breaking News, video de Liliana Porter, una de las artistas argentinas más reconocidas en el mundo y dueña de un registro único, despojado y a la vez visceral, poético y filosófico.

Porter, quien vive en EE.UU. desde 1964, visita el país por unos días para presentar Diálogos, el libro de Editorial Excursiones, en el que mantiene una serie de conversaciones junto a la artista uruguaya Ana Tiscornia y en el que realiza un viaje al interior de su narrativa creativa y conceptual sin argucias retóricas, de manera directa y sustancial. El encuentro será en la Galería Ruth Benzacar, a partir de las 17, y también participará del debate la crítica Graciela Speranza.

“Va a ser una conversación que repase un poquito la obra de cada una, y nuestras colaboraciones. Seguramente se detendrá en preguntas que le pueda haber generado el libro, ya que el objetivo de esta conversación es presentarlo y ponerlo en contexto”, explicó Porter vía mail a Infobae Cultura, días antes de llegar al país.

"Diálogos" (Editorial Excursiones), de Liliana
"Diálogos" (Editorial Excursiones), de Liliana Porter y Ana Tiscornia

Además, durante el encuentro se realizará una performance de El paquete azul, libro que reúne las obras teatrales de Porter, interpretada por Sabrina Macchi y Juan Pablo Garaventa y como cierra, un lujo: el estreno de The Riddle, su último video.

A continuación, algunas de las preguntas que las artistas respondieron mixturadas con frases destacadas del libro:

En su búsqueda, Liliana Porter pasó por el grabado, la pintura, las instalaciones, el cine y el teatro. Su obra, poliédrica, ha desarrollado un in crescendo en que cada nuevo paso pareciera querer desafiar aún más el significado de la representación, comenzando en lo inanimado hasta llegar a la representación en vivo.

-¿Por qué considera que necesita abarcar sus temas desde diferentes perspectivas?

-En general, los artistas tienen obsesiones, es decir unos temas recurrentes que los identifican. En mi caso, la representación, el tiempo, la dislocación del sentido. Mi pasaje entre tantas técnicas, es porque cada una me permite investigar un perfil diferente de lo mismo.

Diálogos es una exquisita selección de seis entrevistas-conversaciones que ambas artistas sostuvieron desde 1995 hasta 2007, con motivos de distintas publicaciones y muestras, en las que se indaga sobre todo en la obra de Porter en sus diferentes etapas, desde los grabados a la pintura, del uso de juguetes al cine.

En ese sentido, en el capítulo El vago azar o las precisas leyes, por ejemplo, puede conocerse el punto de quiebre en que realizó el paso de los grabados a la pintura, pero sobre todo a su uso del espacio, ese blanco predominante que la acompaña desde entonces no solo en lo pictórico, sino también en sus otras manifestaciones artísticas.

Extracto de " Actualidades/Breaking News", de Liliana Porter (2016)

“Yo creo que el momento en que se me aclaró lo que yo quería hacer fue cuando, alrededor del 64 ó 65, me vi como grabadora, muy metida en los técnico, y entonces me decidí parar y pensar. Allí pensé que en realidad, cuando uno decía muchas cosas, decía menos que si uno no decía nada, porque en el silencio parece que uno puede estar a punto de decir todo. Entonces empecé a trabajar al revés, en lugar de crear presencias, creando ausencias. Empecé con las sombras y con los objetos banales que no tuvieran en sí mismo un significado muy pesado. Ahí empecé a descubrir la relación entre la cosa y el arte, entre la representación y la cosa (llamándole representación al arte). Porque si el arte es una representación y al tiempo te das cuenta de que la cosa en sí también es una representación, entonces, ¿qué pasa?”.

Con respecto al uso de juguetes, comenta: “Yo una vez dije que mi obra es como mirar una película con las luces prendidas. Que uno se puede entregar del todo a la ilusión del espacio virtual de la pantalla porque la luz nos hace conscientes del artificio. Con los juguetes es lo mismo. Yo me tengo que entregar a las relaciones que establezco y al mismo tiempo ser consciente de que lo estoy construyendo es otra metáfora que habla de mi visión del mundo, de mis interrogantes. Que describe y me describe”.

Sobre su llegada al teatro, en En un abrir y cerrar de ojos, destaca: Si bien es cierto que yo usaba la mesa en la que fotografiaba con un sinfín de papel como si fuera un escenario, el usar el escenario de verdad viene con otras implicaciones, con todas las convenciones. Si mi tema es la representación, ¿qué mejor que usar el escenario?”

La obra de Liliana Porter

La obra de Porter posee una coherencia temporal en sus obsesiones. Si bien un primer acercamiento genera una lectura figurativa -vemos objetos que son reconocibles-, la composición suele subvertir significados, ingresando así en el espacio de lo no-figurativo, aquello que se escapa de lo reconocible. Y eso sucede por la capacidad de borrar las fronteras de nuestra comprensión, de la representación como la conocemos, poniendo en conflicto, incluso, a teorías del lenguaje. Entonces, ¿qué es la representación y cómo definiría su estilo?

-Mejor sería preguntarse ¿qué es la realidad, sino pura representación? Al menos esa es mi duda y sobre esa duda trabajo.

Liliana Porter (www.lilianaportercom)
Liliana Porter (www.lilianaportercom)

Así, en La explicación, puede leerse: “De eso se trata mi obra, de que nos entreguemos a la realidad sabiendo que esta es solo una representación que enmascara muchas otras… La sustancia del tiempo no es lineal, o si lo queremos poner en términos de espacio, me refería a un lugar donde se junta todo: el antes y el después, lo que fue y lo imaginado”.

Y en Un abrir y cerrar de ojos, agrega: “Los temas que me preocupan son: la relación entre las cosas y el que las ve; la consciencia de que toda percepción es una relectura; el tema de las “certezas” y las “equivocaciones”; el de las correcciones arbitrarias que hacemos para entender el humor que estas reflexiones generan. Una misma cosa nombrada mil veces, en distintos idiomas, es un ejemplo concreto de esas cuestiones que mueven mi pensamiento: la transformación de la cosa al ser nombrada. El tema fascinante de la representación”.

Con respecto a las lecturas políticas en su obra, explica en Un conejo que se escapa: “Cualquier cosa política que uso no tiene nada que ver con lo político, sino con los cambios de lectura en el tiempo. Cuando pongo el Che junto al conejo de Alicia, lo que estoy diciendo es cómo el Che termina en ese objeto, a tal punto que puede haber un diálogo con el otro, que pertenece a la fantasía”.

"Man with Axe Time", de
"Man with Axe Time", de Liliana Porter

- En el libro dialogan sobre la cuestión política en la obra de Liliana, en el que se entrecruzan temas como la no intencionalidad de serlo, aunque sea inevitable, como también el tiempo y el significado de los objetos. Sin embargo, ustedes promueven la obra de Alicia Mihai Gazcue, que tiene una postura claramente política, ¿fue ese el resquicio que encontraron para poder expresarse políticamente?

- Alicia es una artista uruguaya que vive en Rumania a quien nosotras conocimos en Cuba en 1990 y cuya obra nos pareció muy interesante y asombrosamente desconocida. Quien sabe no tan asombrosamente si miramos la poca difusión que ha tenido la obra de las mujeres en Uruguay, especialmente de las que no se auto-promueven. Por otra parte Alicia salió de Uruguay con la dictadura y era muy joven. Nosotras estamos interesadas en promover su trabajo porque nos parece muy relevante en términos históricos, políticos y poéticos. Su relevancia se vuelve más significativa en el presente lleno de incertidumbres y de olvidos de la historia que tienen a reincidir en serios errores y horrores.

- En una entrevista reciente que a Gabriela Rangel, nueva directora artística del Malba, ella comenta con respecto a su experiencia de 15 años en Nueva York, que “el arte contemporáneo es muy directo y a veces peca de falta de delicadeza en su discurso”, ¿están de acuerdo con esta afirmación y por qué?

- Sí, creemos que Gabriela tiene algo de razón en lo que dice. No sabemos si es delicadeza, lo que le está faltando al discurso, o si es poesía. Quizá el presente es tan vulgar en alguna medida que pedir poesía nos obliga a plantar un olmo. Por otro lado, quien sabe lo único importante es tener un camino para sublimar.

Ana Tiscornia y Liliana Porter.
Ana Tiscornia y Liliana Porter. Cada artista fotografió a su par

- Ana, en el libro vas llevando el hilo de las charlas, ¿qué considera que hay en la obra de Liliana que usted cree que ella no ve?

- No se trata de lo que ella no ve sino, todo lo contrario, lo que ella ve y nos plantea para reflexionar. En todo caso, Liliana tiene un perfil filosófico y mis entrevistas apuntan a evidenciarlo. En los distintas capas de sentido que tiene su obra, hay unas de rápido acceso para todo público y otras que hay que desentrañar. A eso apuntan las charlas

- Liliana, ¿por qué la esperanza es tan importante en su visión como artista?

-Por una lado porque soy optimista y por otro porque no hay alternativa, o la alternativa no me gusta.

*La presentación de Diálogos: Liliana Porter y Ana Tiscornia se realiza hoy, sábado 28 de septiembre, en la galería Ruth Benzacar, J. Ramírez de Velasco 1287, Villa Crespo. Entrada gratuita

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