“Tengo razón, sabes, a esta altura... No quiero decir que la gente debería escucharme pero sé de lo que estoy hablando”.
En Diane Warren, comentarios de este tipo no suenan altaneros. Lo que no se le podría perdonar es la falsa modestia. Es poco probable que haya alguien que no haya cantado a todo pulmón una de sus canciones. Aunque no sepa que sean suyas. Warren es la compositora más exitosa de la música moderna.
Ha escrito nueve canciones número 1 y 32 éxitos top 10 en el Billboard Hot 100. Enumerar todas sus composiciones que se convirtieron en megahits sería una tarea herculeana y tediosa. Quizás se pueden mencionar I Don’t Wanna Miss A Thing (Aerosmith, para la película Armageddon), Because You Loved Me (Celine Dion), Nothing Gonna Stop Us Now (Starship), If I Could Turn Back Time (Cher), Till It Happens To You (Lady Gaga), entre muchas otras que ya forman parte de la banda de sonido de nuestras vidas. Pero, inevitablemente, esta lista se queda corta.
Ser exitoso durante un tiempo en la industria de la música es una cosa, pero imperar durante cuatro décadas parece imposible. A todos se les acaba la racha en algún momento. Sin embargo, Warren se mantiene firme: “Escribo y mejoro constantemente porque es un oficio, y siempre debes saber trabajar en tu oficio. Nunca he parado. Soy la misma persona que era a los 14. Componer es lo que siempre quise hacer, lo que me encanta hacer y lo que siempre haré”.
La “reina de las baladas de los 90″ es miembro del Salón de la Fama de los Compositores y está empatada por haber escrito la mayor cantidad de canciones #1 como única escritora en la historia de Billboard. Ha recibido 12 nominaciones a los Oscar, es ganadora del Grammy con 15 nominaciones, ganadora del Emmy y dos veces ganadora del Globo de Oro. Sus canciones han aparecido en más de 100 películas.
¿El secreto de su éxito? No hay secreto. “Las canciones tienen que ser geniales”, dice simplemente a Infobae durante una entrevista por Zoom. “También que difundan tus canciones y que tengan una oportunidad justa en el mundo”.
Es difícil pensar que Warren, que durante la charla luce una remera turquesa con un leopardo fluorescente, tenga siquiera un atisbo de timidez, pero el miedo a los escenarios es lo que la guió hacia el lado de la composición en vez de la performance. “Siempre supe que escribir canciones era lo que quería hacer. Pasé mucho tiempo trabajando en ello y realmente estudiando. A los 14 años mi padre me consiguió una suscripción a Billboard para ver quién escribía y quién producía todo y quiénes eran los jugadores más importantes”.
A su padre le debe el apoyo y el estímulo para llegar a la cima. Su madre no entendía del todo la pasión de su hija, pero él fue quien le compró una guitarra de 12 cuerdas y la llevó a audiciones para que dé a conocer su música. Because You Loved Me (1996), canción que le dio a Celine Dion, es en realidad un homenaje a su papá: “Sólo cree en mí / Te haré ver / Todas las cosas que tu corazón necesita saber”.
Propietaria orgullosa de una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, y de Realsongs, el negocio más exitoso de propiedad y operación femenina en la industria de la música, presenta ahora a los 65 años su álbum debut Diane Warren: The Cave Sessions Vol. 1. Su primer single, Seaside, es una colaboración con Rita Ora, la mexicana Sofía Reyes y la banda pop Reik, con más de 7,5 millones de reproducciones en Youtube. No que a Warren le diviertan mucho este tipo de estadísticas.
“Una cosa que ha cambiado con las redes sociales en los últimos años es que se basa mucho en los datos, lo que es un plomazo. Los datos que me importan a mí es si se te eriza el vello de tu brazo, si se te para el corazón y te paraliza. Los números no se sienten. Pero ésta es la realidad. Entonces tienes que hacer campañas de Tik Tok y otras cosas porque así es la industria de la música moderna. Pero en lo que yo hago en definitiva lo que importa es que sea una canción genial, que la oigas salir del coche de alguien, que esté en la lista de reproducción de la gente, escucharla en películas, que sea usada en protestas… Ya sabes, algunas de mis canciones se han convertido en himnos”.
Seaside está obteniendo una gran difusión, lo cual es realmente emocionante para Warren. “Es la primera vez que tengo un disco de éxito con mi nombre”, cuenta. “Fue una idea que tenía en mi cabeza hace mucho, viendo a todos estos productores-DJs que lanzan y curan sus propios discos con colaboraciones de intérpretes, como DJ Khaled o Mark Ronson. Yo escribo canciones de diferentes géneros, así que sabía que podía crear algo muy cool con talentos de todo tipo. La mayoría de los compositores escriben en un tipo de estilo, pero yo he escrito para todos, excepto rap. Eso se lo dejo a G-Eazy”.
Su disco está impregnado por una innegable influencia latina, e incluye a artistas como Carlos Santana, Luis Fonsi, Sofía Reyes y Lauren Jauregui: “Amo la música latina. He trabajado en el primer álbum en inglés de Ricky Martin, tuve un gran éxito que cantó Enrique Iglesias con Whitney Houston; Cheyenne; Luis Miguel; Gloria Estefan, por supuesto, para quien escribí muchas canciones. Además, la mayoría de los mejores cantantes hoy están en la música latina”.
Pocos artistas le han dicho que no a Diane Warren, pero cada tanto ocurre. El caso más conocido es el de Cher, con quien terminó trabajando en más de una ocasión. La intérprete odiaba inicialmente If I Could Turn Back Time, pero Warren la convenció. Al final, terminó revitalizando su carrera. Warren tenía razón. “No acepto un no como respuesta cuando creo en algo”, afirma. “Entonces, con Cher y otras situaciones, te cansaré y te diré que al menos pruebes la canción y si no quieres hacerlo, está bien, no lo quieres hacer, pero por lo menos la probaste. No me he equivocado cuando he presionado a la gente para que haga canciones que no quieren hacer, o no estaban seguros”.
También ocurre que un artista decide tomar la creación de Warren que otro rechazó, y la convierte en un éxito. Y allí la satisfacción es embriagadora. “Es lo mejor, me encanta. Te hacen un favor. A veces alguien no participa de una canción, y tal vez me desanimé en ese momento, pero por Dios, me hizo un gran favor, porque alguien mejor que él, alguien que vende más discos hizo mi canción”.
-Los compositores a menudo toman prestadas ideas sin siquiera darse cuenta de que las están tomando prestadas. Con el precedente de Blurred Lines y Got To Give It Up de Marvin Gaye. ¿Cree que hay una cultura del miedo entre los compositores y en la industria de la música?
-No pienso en eso, pero sin dudas fue un caso extraño. Si pones las canciones una contra la otra, no eran las mismas melodías. Fue más el disco, la producción y los sonidos que usaron. Así que definitivamente fue un cambio interesante porque solía tratarse de violaciones a los derechos de autor al tomar una melodía, o cierta cantidad de compases. Sólo hay una cantidad limitada de notas. Pero ese caso fue extraño. Ahora pone a los productores en una posición extraña, porque todo el mundo está influenciado por algo. Todos estamos influenciados por las cosas y todos nos inspiramos.
-Escuché la historia de que Paul McCartney soñó con la melodía de Yesterday y comenzó a pensar “creo que la robé” e investigó en todas partes. Y luego dijo “OK, es una idea mía”. Debe ser un sentimiento extraño.
-Sí, me ha pasado que le he preguntado a la gente si esto le suena familiar. Porque algunas de las melodías son realmente geniales y dices “joder, ¿es la canción de algo?”. Pero he tenido suerte.
Durante la cuarentena (“me encantó, la verdad disfruté mucho. Trabajé y pude contactarme con muchos artistas que suelen estar de gira todo el tiempo”) Ringo Starr le pidió una canción -Here’s To The Nights- para animar a sus seguidores en Instagram y la cantó con Paul McCartney. Y no puede evitar caer en el fanatismo aún ahora: “Es lo más genial que me ha pasado. Todavía me pellizco porque tengo dos Beatles en mi canción. Crecí siendo su mayor fan”.
El encuentro entre Warren e Infobae ocurrió un día después de que el rapero R. Kelly fuera condenado en un juicio por tráfico sexual, en el que los fiscales acusaron al cantante de explotar su estrellato durante un cuarto de siglo para atraer a mujeres y niñas menores de edad a su entorno para mantener relaciones sexuales. ¿Es una señal de que las cosas están cambiando también en la industria de la música? “Ya veremos”, piensa Warren. “Ya no se pueden permitir estas cosas, ya no funcionan. Nunca, en realidad, pero creo que ahora está claro. Lo de R. Kelly fue terrible. Sí, no puedes salirte con la tuya. Estaba metido en cosas realmente sucias, y el negocio de la música también tiene muchas de esas cosas. Aún no hemos tenido nuestro momento Harvey Weinstein”.
Ser mujer no es algo que a Warren le haya afectado en su carrera. “Claramente”, se ríe. “Así que nunca me han visto como una ‘compositora mujer’ (NdR: en inglés, female songwriter, una forma innecesaria de marcar el género considerada machista), ya sabes. Nunca lo vi como un club de chicos. Era solo mi club”.
-¿Sería infantilizante, verdad? Hacer esa separación entre “compositores hombres o mujeres” sólo por su género...
-Sí, porque no dicen “compositor hombre”. Como “directora”. ¿”Directora mujer”? No, son todos directores, hombres y mujeres. No nos pongas en una caja como esa. Resulta que somos mujeres. Eso no significa nada. A mí me respetan mucho, nadie me menosprecia porque soy mujer.
Hablando de género, Warren cuenta con un récord un tanto extraño: es la mujer más nominada en la historia de los Oscar que no ha tenido ni un triunfo. Sobre esta “maldición” de la que se burla cada año que es candidateada pero no gana, trata de ser pragmática: “Sólo eligen entre cinco canciones entre miles de canciones y miles de películas o lo que sea que se estrene cada año. Así que cuando uno es nominado constantemente, es como ganar. ¿Me gustaría ganar un Oscar? Sí, eso sería muy bueno. Y creo que algún día lo haré”.
“Ganar un Oscar no mejora tu canción porque muchas veces con estos premios la gente ni siquiera recuerda cuál es la que ganó. Pero recordarán la canción. I Don’t Wanna Miss a Thing no ganó un Oscar, pero no sé si alguien se acuerda quién sí ganó ese año”. Una breve búsqueda en Google revela que en 1998 perdió contra When You Believe, de Stephen Schwartz, para la película El príncipe de Egipto e interpretada por Mariah Carey y Whitney Houston.
Lo importante, dice, es que algo perdure. Y para crear algo icónico su único consejo es que “las ideas están en todas partes si mantienes las antenas en alto. Te llegarán si las dejas”.
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