Medellín por estos días se engalana con la Feria de las Flores, una celebración que mezcla lo mejor de la tradicional cultura paisa, así como la modernidad que ha hecho de la ciudad un ejemplo de crecimiento e innovación en todo el mundo.
La festividad nació en 1957 como un homenaje al legado floricultor del Valle de Aburrá. La primera Feria de las Flores se realizó en la capital antioqueña un 1 de mayo, bajo la iniciativa del antioqueño Arturo Uribe, miembro por aquella época de la Junta de la Oficina de Fomento y Turismo.
En dicha ocasión, la festividad duró cinco días, en los que los paisas pudieron gozar en casetas ubicadas en varios sitios de la ciudad. De acuerdo con la Alcaldía de Medellín, la primera feria tuvo una programación que incluyó una exposición de flores en el Atrio de la Catedral Metropolitana, organizada por el Club de Jardinería de Medellín y monseñor Tulio Botero. Además, se dio inicio al Desfile de Silleteros con la participación de 40 campesinos del corregimiento de Santa Elena, que se agruparon en el Parque Bolívar.
Años después, la festividad pasó a celebrarse en agosto, cuando se conmemora la Batalla de Boyacá y la independencia antioqueña. Desde entonces, no ha dejado de vestir, con variedad de colores, las calles de la ciudad; a excepción del pasado 2020, cuando debido a la pandemia, la feria tuvo que realizarse en noviembre de forma virtual.
Además, se han incorporado otros eventos que le han dado protagonismo como: La Cabalgata, Guinness Récord en 1996 y 1999, el Desfile de Autos Clásicos y Antiguos, la Exposición de Orquídeas, Pájaros y Flores y los tablados.
Un poco más sobre la historia del Desfile de Silleteros
Sin duda, esta es una de las mayores atracciones de la festividad. De acuerdo con el antropólogo Édgar Bolívar, quien ha estudiado a fondo el origen de la Feria de las Flores, si bien este no puede ser considerado el origen del evento, sí conlleva ciertas similitudes. “Para la gente de Medellín siempre era un espectáculo ver a los silleteros bajando sus mercancías”, explicó a través de la alcaldía.
Asimismo, señaló que las exhibiciones florales en Medellín datan de la época de 1940: “no se hacían bajo la forma de desfile, pero desde esa época participaban ya los maceteros, es decir, los cultivadores de flores de Santa Elena”.
En línea con ello, Bolívar también indicó que es difícil establecer una historia lineal tanto de la feria como del popular Desfile de Silleteros “puesto que se separan y se unen en diferentes años”.
Sin embargo, según contó el antropólogo, en 1957 el evento fue bautizado como Fiesta de las Flores y su espectáculo central fue un pequeño desfile de silleteros en el que participaron 40 campesinos. Durante los dos años siguientes, la fiesta fue cancelada por motivos de orden público y en 1960 regresó con el nombre de Fiesta de la Libertad y las Flores.
El año siguiente recibió el nombre de Feria de los Textiles y las Flores y luego, en 1968, la feria cambió de fecha a agosto para conmemorar así también las fiestas patrias.
A pesar de los cambios, la identidad de la feria sigue fundamentada en el Desfile de Silleteros, que con los años fue ganando protagonismo dentro de la celebración. De hecho, Bolívar establece ciertas etapas en la evolución del desfile “que parten de la floricultura como método de subsistencia y que poco a poco se convierte primero en exhibición, luego en competencia y finalmente, en exposición”.
Hoy, este proceso es el que muestra cómo las flores salieron de los clubes sociales de alta alcurnia para llegar a las calles: “hay una transición entre el balcón, los jardines y, finalmente, las avenidas”, explicó el investigador social.
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