El emblemático edificio del Grand Palais en París, construido para la Exposición Universal de 1900 y situado en los Campos Elíseos, cerrará sus puertas el viernes por una duración estimada de cuatro años para su restauración.
El lugar, famoso por su techo acristalado, y que sirve hoy para albergar exposiciones, ferias y otros eventos culturales y deportivos, será renovado íntegramente por primera vez desde su inauguración.
Las obras permitirán mejorar el estado de todas las vidrieras, techos, decoraciones y esculturas para dar un nuevo lustro a la arquitectura original del edificio, pero también modernizar su interior y mejorar la acogida del público (accesibilidad, regularización térmica, red eléctrica, sistemas de seguridad, etc.).
Esto facilitará que miles de metros cuadrados del palacio que hoy están en desuso sean utilizables, multiplicando la oferta cultural y el acceso a personas con movilidad reducida, según la Reunión de Museos Nacionales - Grand Palais, gestora del inmueble.
En 2024, coincidiendo con los Juegos Olímpicos de París, la nave principal acogerá una parte de los eventos de la competición, pero el conjunto del monumento no abrirá al público hasta la primavera europea de 2025.
“Todo el mundo conoce el Grand Palais, sin embargo, éste esconde numerosos espacios extraordinarios desconocidos, escondidos desde hace décadas bajo las sucesivas modificaciones”, destacó en un comunicado François Chatillon, arquitecto al frente de los trabajos.
Esta renovación se desarrollará en paralelo al proyecto de remodelación de los Campos Elíseos, que busca agrandar y mejorar el espacio de los jardines y sus zonas de paseo y ocio, reducir el espacio al tráfico y peatonalizar buena parte de esta céntrica avenida parisina.
Las obras del Grand Palais se sucederán en varias fases.
A partir del segundo trimestre de 2021 comenzará la restauración de la fachada y sus estatuas. En el verano del hemisferio norte seguirán con el interior de la nave y el anexo Palais de la Découverte, y en 2023 se concretarán en zonas más específicas antes de una primera reapertura en 2024, para acoger las competiciones de esgrima y taekwondo de los Juegos Olímpicos bajo la bóveda principal.
Con un presupuesto estimado cercano a los 500 millones de euros (597 millones de dólares), subvencionado en gran medida por el Ministerio de Cultura, pero también gracias a mecenas privados y otros préstamos, las obras se extenderán en sus 72.000 metros cuadrados aunque lo más llamativo será sin duda la ampliación en un 60% del aforo de la nave.
En ella tienen lugar exposiciones internacionales como la feria de arte contemporáneo FIAC, o la de foto Paris Photo, los desfiles de Chanel y otras exposiciones temporales y eventos como la pista de patinaje sobre hielo que se instala en su centro cada navidad.
(Con información de EFE)
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