Isaac Hernández recibió un piso nuevo para poder entrenar en la cocina de su hogar, ya que la cuarenta en Reino Unido, como en muchas partes del mundo, no le permite salir de su casa. Sin embargo, la disciplina de un bailarín no desaparece, y lo que el mexicano ha hecho es encontrar un lugar en donde pueda seguir cuidando de su cuerpo para estar listo en cuanto pueda regresar al escenario y de paso dar a la gente clases virtuales de ballet.
“Los bailarines somos obsesivos y muy buenos con la autodisciplina, estamos como locos. Grandes bailarines y grandes maestros han abierto sus ‘cocinas’ para dar clases de ballet y ha sido muy bonito verlo”, comentó a Infobae México.
Por lo pronto, el bailarín y sus compañeros no tienen que preocuparse, ya que el sueldo de los próximos dos meses, está asegurado por la compañía, algo en lo que Hernández asegura que son todos muy afortunados, ya que su único enfoque tiene que ser mantenerse en forma. Pero entrenar en casa no es una novedad para él, ya que esos fueron los inicios de su carrera: el entrenar en su hogar cuando era pequeño.
“Nuestra única y exclusiva responsabilidad es mantenernos en forma y entrenados físicamente, yo estoy acostumbrado a entrenar en casa, sé lo que es tener que ‘obligarte’ hasta cierto punto a hacer una rutina todos los días y que tu formación y que tu carrera al fin de cuentas dependa de eso. No puedo decir que no se puede o que no hay espacio porque yo empecé en el patio de la casa y ahora esto me trae unos bonitos recuerdos. Lo que sí extraño es el espacio, la libertad, el movimiento que te da un escenario o un salón de ballet apropiado”, explicó.
Una oportunidad en medio del caos
Hernández también aprovechará este tiempo “extra” para reforzar lazos y cuidar de sí mismo en diferentes niveles.
“Pasé momentos de mucha ansiedad, de mucha incertidumbre, te replanteas absolutamente todo lo que has vivido los últimos años y tratas de lidiar con este tan icónico shock que ha sido para todos, pero definitivamente mi refugio es el ballet, como siempre lo ha sido. Me considero afortunado de poder estar viviendo con Tamara Rojo, que es una gran compañera y de pasar tiempo juntos y de construirnos”, agregó.
En las siguientes semanas el tapatío dará clases de ballet junto a la española por la página oficial de Facebook de la English National Ballet, a las 11:00 horas (hora local) lo que implica que en México es a las 5:00 horas.
“El día uno de la cuarentena había medio millón de personas haciendo clase de ballet con nosotros en las redes sociales del English National Ballet entonces ha sido bien emocionante cómo ha reaccionado la industria y cómo se abrieron canales para tener clases en cualquier parte del mundo, a cualquier hora”, dijo.
No obstante, el mexicano se encargará de hacer más cosas para sus connacionales, pues quiere que sepan más acerca de la carrera que a él le apasiona.
“Estoy desarrollando contenido para mis seguidores en México, porque quiero que ahora que tienen tiempo se puedan acercar más al ballet, estoy desarrollando un contenido muy interesante que pronto compartiré para personas que quieren empezar a bailar ballet o que simplemente quieren saber cómo es una carrera de bailarín, cuánto tiempo dura. Sacaré conversaciones las próximas semanas y en realidad estoy reestructurando los proyectos que tenía pensados para México y encontrando la manera de que sean válidos para esta nueva realidad que vivimos”, señaló.
El tapatío comprende los privilegios que a él le han tocado y quiere tomar este tiempo no solamente para concentrarse en sí mismo, sino también para aprender del mundo que lo rodea.
“Trataré de no quejarme y de ver esto como una grandísima oportunidad aunque se haya parado el mundo para poder entrenarnos, para poder educarme más, pasar más tiempo con mi familia y pareja, para pensar, encontrar un punto de partida para cuando todo esto pase, entonces esa responsabilidad por el privilegio me motiva para seguir trabajando y aprovechar este momento y tratar de seguir construyendo, no dejar mi crecimiento personal en pausa”, reflexionó.
México en el futuro
El bailarín quiere mantenerse optimista, pero su rol como productor en “Giselle” no le permite despegarse mucho de la realidad que azotará a México en los próximos meses.
“Soy muy positivo cuando hablo acerca de mi país y con las expectativas que tengo, pero lo que no puedo ignorar es que las predicciones para el crecimiento de la economía de nuestro país no son nada buenas[...] Mucha gente me preguntaba por qué no simplemente reagendaba la gira del English National Ballet para el próximo año pero en realidad yo no sé con qué México me voy a encontrar. Estos proyectos siempre han sido importantes y si puede llegar a un público masivo como en el Auditorio Nacional, es un proyecto que cuesta muchísimo poder hacerlo suceder”, manifestó.
Pero eso no significa que el bailarín vaya a dejar atrás las opciones dentro de su país, sino, todo lo contrario, ya que en realidad buscará cómo generar oportunidades para la juventud, y ver diferentes formas en las que con su plataforma, se pueda dar una recuperación en México.
“Nos tenemos que preparar para encontrar una realidad muy diferentes y es parte de mi responsabilidad que siento como productor, ser consciente también y entender que los proyectos tienen que ser congruentes de acuerdo con la realidad que se viva. Entonces estoy pensando más en proyectos que nos permitan generar oportunidades en México para jóvenes que nos permita llegar a públicos masivos y proporcionar momentos de sosiego para las personas y simplemente ver qué puedo hacer desde mi plataforma y cómo puedo sumar a que la recuperación de nuestro país se dé [...] Quiero bailar más que nunca y siento la necesidad de hacerlo porque va a ver la necesidad de llevar la danza y el ballet a la mayor cantidad de gente posible, más que nunca”, declaró.
¿Hay en un futuro más actuación que ballet?
La actuación es algo en lo que también ha pensado adentrarse dentro de los próximos años, pues una de las experiencias que lo dejó con un buen sabor de boca fue el haber trabajado con Manolo Caro.
“Tuve la fortuna de trabajar con Carmen Maura, Ester Expósito, Cecilia Suárez, Carlos Cuevas, Ernesto Alterio que es un grandísimo actor, Pilar Castro, grandes actores. Al principio del proyecto me preocupaba muchísimo porque me preguntaba si me iban a tratar como un invitado o como alguien que no pertenecía a ese ambiente, pero fue impresionante ver cómo me trataban como alguien más de su profesión, me ayudaban, y respetaban mis decisiones creativas. Manolo me cuidó en el set”, expresó.
Pero esto no fue lo mejor, sino la experiencia de poder llevar su pasión a una plataforma mundial como es Netflix, en donde su trabajo podrá llegar a todas las esquinas del mundo. Esto, gracias a la iniciativa de un creativo mexicano.
“Me parece impresionante que va a llegar el ballet clásico a esa plataforma por una iniciativa de un director mexicano y con un bailarín mexicano, me parece histórico, aprecio mucho esas situaciones, compartir créditos con estos actores fue impresionante pero lo más increíble de esto es que extraño muchísimo ese ambiente que tienen los actores y esa burbuja que se forma cuando estás creando una realidad paralela y estás desarrollando personajes. Es algo bonito y especial poder juntarte con un grupo de personas para crear algo y estar viendo todos los días como está desarrollándose es una gran fortuna. Ahora me queda muy claro que definitivamente quiero seguir en la actuación”, finalizó.
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