Mientras la paranoia y la escalada de fakes news proliferan casi en con la misma fuerza que las noticias cotidianas sobre cómo enfrenta el mundo al coronavirus, hay intelectuales que prefieren parar la pelota y pensar desde otra perspectiva. En distintos diarios y portales muchos filósofos y pensadores fueron publicando sus columnas donde refloxionan sobre lo que está ocurriendo y, además, qué pasará cuando todo esta pase, si es que algún día pasa.
“Me vi en la necesidad de reunir esas publicaciones y ordenarlas”, dice Pablo Amadeo en diálogo con Infobae Cultura. “En ese ejercicio, que es un procedimiento de edición de un cuerpo de textos, y es a su vez un itinerario de lectura y un repertorio, fui identificando el impacto que podía tener para quienes, al igual que yo, pretendían tener una mirada mas o menos integral de los debates en torno al COVID-19, la coyuntura, los futuros posibles”
Así surgió Sopa de Wuhan: pensamiento contemporáneo en tiempos de pandemia, un libro que reúne a quince intelectuales de todo el mundo: Giorgio Agamben, Slavoj Žižek, Jean Luc Nancy, Franco “Bifo” Berardi, Santiago López Petit, Judith Butler, Alain Badiou, David Harvey, Byung-Chul Han, Raúl Zibechi, María Galindo, Markus Gabriel, Gustavo Yáñez González, Patricia Manrique y Paul B. Preciado. Se lee de forma online y gratuita en este link.
Fue ideado, diseñado y editado por Pablo Amadeo y su iniciativa editorial, ASPO (Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio). Amadeo vive en el barrio de Tolosa, La Plata, y es Profesor en Comunicación Social (UNLP), editor, diseñador y activista político territorial. Forma parte del colectivo editorial Malisia e impulsa los proyectos POPOVA (Catálogo de fanzines feministas y disidentes, género ensayo), Cámara Oscura (Proyecto editorial sobre textos programáticos del arte) y Doble Exposición (Catálogo de fotografía emergente de la ciudad de La Plata).
“Entre el sábado 28 a las 16 hs y el domingo 29 a las 20 hs, leí todos los materiales, los organicé, hice la puesta en página, diseñé la portada, confeccioné el PDF y comencé a compartirlo con mis contactos por wathsapp. Tres horas después, cerca de la medianoche, me estaba escribiendo con gente de México, Colombia, España. Desde la publicación del material hasta hoy he recibido más de 400 mensajes a través de Facebook, Instagram, Wathsapp y mi cuenta de correo electrónico. Hoy estuve intercambiando algunos diálogos con profesionales y lectores de Sudáfrica, Suiza, Inglaterra y Brasil. Todo ha sido muy explosivo y repentino”, cuenta.
De todos esos mensajes, “el 99% son de agradecimiento, propuestas de colaboración e ideas para nuevas publicaciones”, pero “hay también un porcentaje muy pequeño, de gente que fue muy crítica con la edición del material, centralmente, con el título de la compilación y la imagen de portada. Ven, en ese gesto, un conjunto de recursos retóricos que podrían reforzar ciertos imaginarios racializantes y discriminatorios”. Amadeo le cuenta a Infobae Cultura que fue aclarando su posición al respecto, dejando en claro su militancia sobre ciertos temas que lo “ubican en las antípodas de un pensamiento discriminatorio. Afortunadamente esas charlas tuvieron muy buenos resultados”.
—¿Cómo fue el proceso de selección de autores?
—Compilé los que venías debatiendo entre sí escenarios de coyuntura por el COVID-19 y actualmente son referentes en el campo del pensamiento contemporáneo: Giorgio Agamben, Slavoj Zizek, Franco “Bifo” Berardi, o Byung-Chul Han. Hay otros textos que aparecieron porque, además, me interesan sus trayectorias militantes: Raúl Zibechi, María Galindo, Davis Harvey. Y hay otros autores y autoras que leía por primera vez y me cautivaron como Markus Gabriel, Gustavo Yáñez González y Patricia Manrique, pensadores muy jóvenes. Por último Judith Butler, Alain Badiou y Paul B. Preciado son intelectuales que siempre se me filtran por lo sensible, por el cuerpo, por lo afectivo. Son operaciones diferentes con cada grupo. Pero lo que me resultaba interesante era la mezcla, la sopa que se forma al meter en una misma olla todos estos ingredientes, hacerlos dialogar, disentir, co-existir. Claro que quedaron muchos afuera, allí también radica el trabajo de edición. Seguramente en las ediciones que se están cocinando en estos días, se sumarán otres.
—¿Por qué es importante leer las reflexiones de filósofos e intelectuales en tiempos como estos?
—Hay un conjunto de informaciones que si no nos damos tareas para procesarlas, dialogarlas, tamizarlas, contribuyen casi siempre al desarrollo de una infodemia y, por lo tanto, a la paranoia. Esta situación de suspensión a la que nos vemos sometidxs globalmente, la crisis económica que amanece en todo el planeta, es una oportunidad para repensarnos, para interrogarnos sobre el sistema social que reproducimos diariamente, sobre lo que estamos en condiciones de transformar y de cuáles son las herramientas que tenemos para hacerlo. Es absolutamente necesario pasar a otro nivel, profundizar, complejizar las formas de mirar al mundo y las relaciones que construimos y nos constituyen. Desconfío que encontremos líneas de acción mirando el noticiero. Hay que realizar otras lecturas y sobre todo, trabajar colectivamente sobre esas lecturas.
En la nota editorial introductoria del libro, se lee: “ASPO es una iniciativa editorial que se propone perdurar mientras se viva en cuarentena, es un punto de fuga creativo ante la infodemia, la paranoia y la distancia lasciva autoimpuesta como política de resguardo ante un peligro invisible”. Para Pablo Amadeo, “hay que leer estas reflexiones del campo de la filosofía y el pensamiento contemporáneo porque escapan a la lógica de los sentidos planos. ASPO es una táctica de desvío de sentido, de las siglas que señalan el carácter del confinamiento, diseñé una marca que se propone una vida efímera, pero abocada a trascender su propio territorio de origen, sus propias condiciones de producción, disponiendo de todos los salvoconductos posibles a la asfixia inherente a la ausencia de lxs otrxs”.
A este profesor y editor platense le interesan los “intersticios”. Por allí se mete para investigar y producri un contenido nuevo que estaba faltando y que, tal vez, resulte necesario para entender mejor esto estado de excepción. “Hay que profundizar lo que compartimos siempre que podamos, tenemos que darle densidad a nuestros actos y nuestras palabras. Lo único que sobrevive en las superficies son los virus”, concluye en este breve pero fructífero diálogo con Infobae Cultura.
* Sopa de Wuhan: pensamiento contemporáneo en tiempos de pandemia se lee gratis en este link.
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