El coronavirus es el tema del momento. Una epidemia que ya infectó a más de cien mil personas en todo el mundo y que, a causa de su contagio, murieron casi cuatro mil, tiene a todos muy preocupados. Muchos dejaron de lado la paranoia y encontraron en la literatura una forma de abordar el caso desde otra perspectiva. La peste de Albert Camus y Ensayo sobre la ceguera de José Saramago son dos novelas que ya tienen sus años pero que volvieron a estar entre las más vendidas.
La ficción tiene sus ventajas. ¿Qué otras escenas dan cuenta de esta actualidad? Muchos hicieron referencia al caso de Los Simpsons y el “virus Osaka”, también al bestseller de los años ochenta, Los ojos de la oscuridad del estadounidense Dean Koontz, en donde se anuncia de manera profética la creación de un virus fatal llamado “Wuhan-400”. Todo más que interesante, pero esta semana en las redes sociales se viralizó un hallazgo: el día en que Astérix y Obélix lucharon contra el coronavirus.
En noviembre de 2017, el popular cómic francés publicó un número titulado Astérix en Italia donde uno de los personajes tiene el mismo nombre que el Covid-19 que hoy aterra al mundo. En la “Gran Carrera Transitálica”, ingresa un caballero o áuriga —quien conduce la biga, vehículo ligero tirado por caballos— muy aclamado por la multitud. El público grita: “¡Coronavirus! ¡Coronavirus! ¡Coronavirus!” Su biga tiene la forma de un águila dorada y tiene una máscara del mismo color.
No es ninguna enfermedad ni epidemia. Se trata de un caballero de una popularidad inusitada. Lo llamativo es que justo ocurre en Italia, país que más está sufriendo al virus. Al lado, Astérix y Obélix, quienes también compiten en la carrera, quedan atónitos frente a su adversario y el recibimiento de los espectadores. Hablan entre ellos:
—¡Parece que todos animan a ese romano! —dice Astérix.
—Es normal, ¿no? —acota su compañero— Tiene una bonita sonrisa.
—¡Es una máscara, Obélix!
Bífidus, el representante de Julio César, anuncia: “El vencedor se llevará la Copa Transitálica, símbolo del esplendor de nuestras maravillosas vías romanas”. ¡Y largan! Por supuesto, Coronavirus toma la delantera. En el público hay muchas mujeres. Se lee que dicen al verlo pasar: “¡Me ha sonreído, me ha sonreído!” “¡Es todavía más guapo que en los mosaicos!”
Durante la carrera, los galos tienen muchos problemas por lo que siempre están detrás de su adversario, hasta que sobre el final, casi llegando a la meta, el misterioso caballero de la máscara dorada tiene un accidente. Finalmente Astérix y Obélix son los ganadores y Coronavirus se quita el casco y revela su identidad —alerta spoiler—: es el mismísimo Julio César.
La palabra coronavirus ha saltado a la masividad por estos días, pero ya se usaba hace varias décadas para referirse a virus de la familia Orthocoronavirinae, a la que también pertenece el que hoy está infectando a gran parte de la humanidad.
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