Poco antes del brote de coronavirus, Italia contuvo la respiración por el comienzo de la segunda temporada de L’amica geniale (La amiga estupenda - My brilliant friend). El primer capítulo de la serie basada en las novelas bestseller de la “saga napolitana”, escrita por la enigmática Elena Ferrante -no se conoce públicamente quién es, ni su rostro ni nada- tuvo una premiere en salas cinematográficas y luego se estrenó en televisión abierta a través de la cadena RAI 1, donde fue vista por más de 6 millones y medio de personas. De este lado del Atlántico la cuenta regresiva para su estreno en HBO y HBO GO está por llegar a su fin: el lunes 16 a las 23 (hora de Argentina) se podrá ver el inicio de My brilliant friend: The story of a new name, segunda temporada de 8 capítulos sobre la historia de intensa amistad, espasmos de amor-odio y mucho más entre las chicas napolitanas Lenú (Margherita Mazzucco) y Lila (Gaia Girace). Durante 2019, My brilliant friend resultó uno de los puntos más altos en medio de una superpoblada grilla de series de televisión y plataformas de streaming. No cabe esperar menos en 2020.
En diálogo con Infobae Cultura el productor-guionista-director -se niega a ser llamado showrunner, definición acuñada en inglés para todo eso- Saverio Costanzo adelanta líneas narrativas de esta segunda temporada: “Lila y Lenú están más grandes y se asoman a la adultez. Son amigas pero también rivales, casi que se convierten en dos ‘buenas chicas malas’”. Además, Costanzo detalla las razones por las que convocó a la realizadora Alice Rohrwacher -autora de la hermosa película Lazzaro felice, que puede verse en Netflix - para dirigir los primeros dos capítulos de esta temporada. Además, encuadra la temática de la serie en la avanzada cultural feminista, define su estilo de realización como parte del fenómeno de la nouvelle vague de los 60 -época en que transcurre la trama- y, por supuesto, responde con una sonrisa primero y una negativa después, a la pregunta que lo persigue invariablemente cada vez que enfrenta una entrevista.
- Voy a comenzar preguntándole algo que seguramente no podrá responder. Pero lo voy a intentar de todos modos… ¿Sabe quién es, cómo es, Elena Ferrante? ¿La conoció personalmente?
- (Risas) No… No la conozco personalmente. Pero trabajé lo suficiente con ella, vía e-mail, para decir que es una buena compañera, una exigente escritora y una persona muy justa. Cada vez que tuvo algo para decir y corregir del guión adaptado, me lo hizo saber. Y supo entender ciertas licencias narrativas que utilizamos para adaptar su texto a una ficción televisiva.
En esta segunda temporada, las chicas crecieron y se aventuran fuera del barrio de Luzzati de Nápoles -donde se desarrolló la mayor parte de la primera temporada, cabe recordar en un set “urbano” exclusivamente creado para la serie, en un alarde de producción. Ya tienen 16 años, una de ellas ya está casada y la otra avanza a paso redoblado en su carrera universitaria. Luego de la boda, unas vacaciones compartidas en Ischia (la isla más grande del archipiélago napolitano, sobre el mar Tirreno) desatan nudos de la relación entre ellas y sobre todo, despierta una tensión hasta el momento desconocida, generada por el deseo hacia un hombre. La reaparición de Nino Sarratore, un amigo y compañero de la escuela durante la infancia, dispara una rivalidad inesperada. Y hasta ahí: no vale la pena adelantar más sin tener que caer en un desagradable spoiler. La idea del “nombre nuevo” a que alude el título de esta segunda entrega de la saga refiere a la iniciación sexual, una nueva relación con el cuerpo, deseo, amor y miedo a la frustración de estas dos adolescentes.
- ¿Cómo surgió la idea de invitar a Alice Rohrwacher -de quien hemos visto y disfrutado mucho Lazzaro Felice- para que dirija los primeros capítulos de esta temporada? ¿Por qué la eligió?
- Ella es una amiga, pero más importante que eso, es una directora muy talentosa, de las más relevantes del cine europeo en la década pasada según mi entender. Me alegro que te haya gustado su última película, realmente es una obra muy lograda… Cuando la convoqué para trabajar con nosotros, teníamos la intención de que pudiera sumar un punto de vista liberal, poderoso y femenino al estilo de la serie. Y realmente lo consiguió. Ya lo verán reflejado: el espíritu y el concepto visual de estos capítulos tienen ese sentido esencial de la vida y las relaciones humanas, propios de su forma de narrar y filmar, creo.
- En varias entrevistas que anticipan esta temporada, habló de un “cambio de tono narrativo-visual”. Alice también lo dijo en algunas entrevistas y las reseñas publicadas en medios italianos detallan que del “neorrealismo”, propio de los años 50, de la primera temporada pasaron a un estilo “nouvelle vague”, en boga en los 60...
- Tiene que ver con el cambio de década del relato, más que nada. La primera temporada describe cómo era la Italia de posguerra: un horizonte oscuro para todas las generaciones, una marcada división de clases sociales. Todo eso que se puede vivir en el barrio pobre napolitano en dónde se crían las chicas. Incluso eso se deja notar por la música que se escucha en la radio… En esta segunda temporada ya estamos en los años 60, que de alguna manera marcaron un cambio de clima cultural, hay más optimismo, ganas de salir de la oscuridad. La razón de haber ambientado estos primeros capítulos en una playa, en la isla de Ischia, tiene que ver con eso. En ese contexto, para mí resultaba ineludible en términos visuales una mirada propia de la nouvelle vague que estalló en Francia y se esparció por Europa. Acción protagonizada por jóvenes, sus cuestiones existenciales mostradas en primer plano, una cámara en mano que parece estar en constante movimiento, el relato se rompe, va y viene en el tiempo… Mucho que ver con el cine que aprendimos a amar de esa época.
- Bueno, para esto que está describiendo siempre vuelve aquella idea que postulaba que “el mundo era blanco y negro antes de Los Beatles, y después de ellos fue technicolor”...
- Exacto. Hubo un cambio cultural, social y de pensamiento entre una década y otra. El mundo occidental -lo digo así porque a veces desde nuestro etnocentrismo tendemos a pensar que “el mundo” somos nosotros nada más- cambió a partir de la producción cultural de la época. Con Los Beatles como banda de sonido, obviamente.
- Mencionaba anteriormente el tema de la locación. La primera temporada se rodó casi íntegramente en un set que simulaba un barrio humilde de Nápoles. Aquí cambia y las chicas se van de vacaciones a la playa...
- Salen de un período de “encarcelamiento”, de caminar por mucho tiempo encerradas en el vecindario, en un ambiente pesado vinculado a la nueva y dolorosa vida de Lila. La isla significaba escape, vacaciones, hasta la explosión de amor que las enfrenta.
- ¿Se puede vincular esta historia de amistad entre dos chicas, que a medida que crecen, deben hacerse fuertes en un contexto evidentemente machista, como un guiño a la revolución feminista que está ocurriendo ahora?
- Creo que las novelas de Elena Ferrante no apuntan para ese lado, aunque puestas en una ficción audiovisual es inevitable que se pueda realizar esa lectura. Tiendo a creer que aquí estamos contando una historia de amistad y superación entre dos mujeres que no temen a quedar paralizadas en el contexto socio-cultural de su época. Y que para eso, se valen de la educación que deciden recibir y de la que nutrirse, para ser mujeres adultas con decisión propia y sin condicionamientos. Esto que digo tiene particular relevancia porque la historia ocurre en una país como el nuestro, Italia, con una impronta de patriarcado muy fuerte y que se mantiene a través de muchos siglos de historia. Ahora que el tema femenino está en el centro de las noticias, estoy muy orgulloso de trabajar en esta historia.
*My brilliant friend se estrena el lunes 16 de marzo a las 23 hs. por HBO (repite miércoles 18 a las 2.40 hs.; jueves 19 a las 18 y 23 hs.; y sábado 21 a la 1.15 hs.). También se puede ver en la plataforma HBO GO.
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